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Sirviendo a Dios fuera de la Iglesia

Descubre el propósito de tu trabajo

Preparado a partir de conferencias de Miguel Núñez y Héctor Salcedo
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Introducción


  • Miguel Núñez – ¿Es el trabajo una maldición?Tiempo: 3 min

En nuestros días con frecuencia escuchamos personas expresarse de una manera tan negativa acerca de la necesidad de trabajar, que muchas veces nos quedamos con la idea de que para muchos el trabajo es más bien una maldición. Sin embargo, en el libro de Génesis nosotros vemos el trabajo como una bendición de parte de Dios. Antes de la Caída de Adan y Eva, nosotros leemos en Genesis 2:25 que Dios colocó a Adan en el huerto para que lo cultivara y lo cuidara. Más adelante, Adán también estaría a cargo de nombrar a todos los animales del huerto a pesar de que todavía no sucedía la Caída del hombre. El trabajo es parte de lo que Dios le da al hombre para que pueda encontrar propósito, sentido, y significado en su vida siempre y cuando se lleve a cabo bajo el señorío de Dios.

Una vez producida la Caída, entonces había un segundo trabajo, el trabajo de redención. Hoy nosotros hablamos en teología del trabajo de creación y el trabajo de redención. El trabajo de creación tiene que ver con servir a la generación y a la cultura de tus días. Y el trabajo de redención tiene que ver con la proclamación y expansión del evangelio. Hay un rol muy importante que nosotros tenemos que jugar que tiene que ver con el trabajo de creación: servir a la gente, al pueblo del lugar donde Dios te ha colocado. Nosotros fuimos llamados a ser sal y luz, y en la medida que nosotros servimos a la gente nosotros podemos ser luz al mundo y sal de la tierra.

Martín Lutero y otros reformadores entendieron que cada uno de nosotros tenía una vocación, y que la vocación básicamente implicaba el llamado que Dios le hacía a cada creyente en el mundo para que se dedicara justamente a eso que Dios había puesto en su mente y su corazón. Hasta esa época se había visto a los ministros del evangelio como una clase separada y aparte, dedicada a un trabajo más sagrado que aquel que otros creyentes pudieran realizar en la sociedad. Esa dicotomía fue completamente desecha a partir de la Reforma. Y nosotros entendemos que aquello que hacemos en la sociedad para la gloria de Dios es tan sagrado, tan importante como aquello que hacemos en la iglesia para la gloria de Dios.

Tu trabajo como vocación

El pastor Miguel Núñez nos enseña que el trabajo que hacemos fuera de la iglesia debe ser visto como una vocación, como un llamado de Dios para desplegar Su gloria.


Preguntas para reflexionar

1) La palabra “vocación” viene del latín vocare, que significa convocatoria o llamado. A la luz de esta definición, ¿qué implicaciones tiene sobre la forma en que entendemos y definimos el trabajo?

 

 

2) Muchos creen que el trabajo es una maldición, y que el ocio es una bendición. Sin embargo, en Génesis 2:1-3, vemos que Dios se deleitó en su trabajo. Si Dios bendijo el trabajo, entonces ¿cómo debo responder al trabajo que Él me ha dado?

 

 

3) En Juan 5:17, Jesús dijo: “Hasta ahora Mi Padre trabaja, y Yo también trabajo”. ¿Cómo cambia esta afirmación del Señor Jesús, nuestra actitud hacia el trabajo?

 

 

4) Dorothy Soyers, dijo: “El trabajo no es primeramente algo que hacemos para vivir, sino algo que vivimos para hacer”. ¿Qué piensa acerca de esta afirmación? ¿Realmente encontramos el sentido de la vida en el trabajo?

 

 

5) En términos generales, existe una cosmovisión errada respecto al trabajo. Pensamos que la vida se divide entre lo sagrado y secular, ocasionando que separemos nuestra misión evangelizadora del trabajo, y de la iglesia. ¿Cómo afecta esta cosmovisión a la misión que el creyente tiene en la sociedad y en el trabajo?

 

 

6) Colosenses 3:23 dice: “Todo lo que hagan, háganlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres”. A la luz de este principio, ¿cómo debemos trabajar en la sociedad? ¿Qué resultados veríamos si trabajáramos de acuerdo a este pasaje?

 

 

El trabajo en la realidad

El pastor Héctor Salcedo nos explica porqué, aunque el trabajo es algo bueno y agradable delante de Dios, después de lo ocurrido en Génesis 3 el trabajo se ha hecho trabajoso.


Preguntas para reflexionar

1) Antes de la caída, Dios declara que el trabajo que hizo fue bueno en gran manera. Es decir, fue algo que complació a Dios. Pero a pesar de todas aquellas buenas declaraciones sobre el trabajo, después de la caída el trabajo se torna complejo o “trabajoso”. Según Génesis 3:17-19, ¿qué juicios emite Dios contra el hombre y su trabajo?

 

 

2) Timothy Keller, dijo: “El trabajo existe en un mundo sostenido por Dios, pero desordenado por el pecado. Nada funciona hoy como debería de ser (y esto incluye el trabajo)”. ¿Está de acuerdo con esta afirmación? Si es así, ¿cómo define la realidad del trabajo en la actualidad?

 

 

3) Dos de las características del trabajo caído, como producto del pecado, son la insatisfacción y el egoísmo. Según Eclesiastés 2:17 y Génesis 11:2-4, ¿en qué sentido el trabajo es insatisfactorio y egoísta?

 

 

4) La visión secular (o la perspectiva humana) del trabajo dice que el éxito en el trabajo es igual a poseer bienes, reconocimiento y estatus social. Entonces, ¿cree que el éxito en la vida depende del éxito en el trabajo? ¿Cómo luce el éxito, de acuerdo a la perspectiva de Dios?

 

 

5) Romanos 12:2, dice: “Y no se adapten (no se conformen) a este mundo, sino transfórmense mediante la renovación de su mente, para que verifiquen cuál es la voluntad de Dios: lo que es bueno y aceptable (agradable) y perfecto”. ¿Qué implicaciones tiene la frase “renovación de nuestro entendimiento”, sobre el trabajo?

 

 

El trabajo caído

El pastor Héctor Salcedo nos muestra porqué el trabajo o labor que realizamos revela nuestros ídolos.


Preguntas para reflexionar

1) En Éxodo 20:3-5, Dios da a conocer a su pueblo el primer mandamiento: “No te harás dioses ajenos delante de mí”. A la luz de este pasaje, ¿qué demanda Dios en cuanto a nuestra devoción? ¿Existen otros “dioses”, o el hombre los ha creado? ¿Qué “dioses” hay (o están siendo creados) en su ambiente laboral?

 

 

2) Lea los siguientes pasajes: Mateo 6:24; Colosenses 3:5 y Gálatas 5:20. ¿Qué nos enseñan sobre la idolatría?

 

 

3) Desde el principio, Dios creo el trabajo para el hombre. Y si para Dios el trabajo es bueno, entonces debería serlo para nosotros también. Sin embargo, ¿cree usted que el trabajo puede convertirse en un ídolo? ¿De qué manera puede manifestarse en su vida el trabajo como ídolo?

 

 

4) La idolatría tiene el poder de mover el corazón del hombre, porque promete cosas que él anhela. Esta realidad se ve evidenciada en frases comunes, como: “Si tan solo tuviera esto, mi vida sería diferente”. ¿Cree que esta forma de pensar puede llevarnos a la idolatría? ¿Ha pensado usted alguna vez de esta manera?

 

 

5) El trabajo manifiesta los ídolos del corazón, porque preferimos lo que obtenemos en vez de lo que quiere la Palabra de Dios. Por ejemplo, sabemos que ganar dinero no es malo, pero entendemos que fácilmente puede convertirse en un ídolo. ¿Qué ídolos han tomado el primer lugar en mi vida, por encima del Dios verdadero y lo que Él ha dicho?

 

 

El trabajo reenfocado en el evangelio

El pastor Héctor Salcedo nos enseña cómo el evangelio debe cambiar la manera en que vemos y realizamos nuestro trabajo.


Preguntas para reflexionar

1) En 2 Corintios 5:18-21 encontramos la palabra “reconciliación” al menos en cinco ocasiones. ¿Qué implicaciones tiene esta verdad en su vida, incluyendo su trabajo?

 

 

2) Sherman y Hendricks han dicho: “El evangelio de Cristo no cambia el trabajo, pero sí al trabajador”. De acuerdo a esta premisa, ¿cómo debemos ver, hacer y relacionarnos en nuestro trabajo?

 

 

3) Génesis 1:28 es conocido como el “Mandato cultural” para el hombre. Este mandato es una delegación, por tanto, al trabajar representamos y obedecemos a Dios. ¿En qué sentido piensa usted que representamos a Dios?

 

 

4) 1 Pedro 2:9 dice, “Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anuncien las virtudes de Aquél que los llamó de las tinieblas a Su luz admirable”. ¿Cómo puede reflejar las virtudes de Dios en su trabajo?

 

 

5) Piense en el trabajo que Dios le ha regalado para servirle, y reflexione en esto: ¿Su trabajo está reenfocado en el evangelio? ¿Cómo podría cambiar su motivación, método y objetivos en el trabajo de modo que esté centrado en el evangelio?

 

 

Nueva motivación para el trabajo

El pastor Héctor Salcedo nos muestra como la obra de Cristo en nuestras vidas, a través del Espíritu Santo, cambia la motivación por la cual trabajamos.


Preguntas para reflexionar

1) Es importante que reflexionemos acerca de cómo servimos a los propósitos de Dios en la tierra, mediante nuestro trabajo. Después de leer Colosenses 3:22-24, medite en lo siguiente: ¿De qué forma su trabajo se relaciona con la voluntad de Dios para la creación? ¿De qué forma sirve a otros con su trabajo? ¿Qué atributos de Dios manifiesta con su trabajo?

 

 

2) Lea la siguiente frase: “Las tareas más mezquinas y comunes en la vida son dignificadas cuando se hacen para la gloria de Dios. ¡Hasta lavar platos! Por esa razón, algunas amas de casa tienen este lema sobre su fregadero: «Aquí se celebra un servicio divino tres veces al día».” (William MacDonald). ¿Qué concepto tiene de su propio trabajo, y cómo Dios lo dignifica?

 

 

3) Lea Efesios 6:5-9. ¿De qué manera este pasaje cambia nuestro método de trabajo? Enliste algunos principios prácticos.

 

 

4) Tito 2:9-10 habla sobre aquellos empleados que adornan la doctrina de Dios. Si usted es un empleado, ¿de qué manera puede “adornar” el evangelio de Cristo con su trabajo?

 

 

5) Si usted es un empleador, lea Efesios 6:9 y considere las siguientes preguntas. ¿Qué principios prácticos puede observar? ¿Qué acciones concretas podría tomar como empleador?