Un panorama de las enseñanzas claves de las Escrituras que transformaron el mundo.
Un panorama de las enseñanzas claves de las Escrituras que transformaron el mundo.
A través de este estudio, el Dr. Miguel Núñez busca presentar las enseñanzas claves de las Escrituras que transformaron el mundo: Solo las Escrituras son nuestra regla de fe y somos salvos solo por gracia, a través solo de la fe, solo en Cristo y solo para la gloria de Dios.
Miguel Núñez es vicepresidente de Coalición por el Evangelio. Es el pastor de predicación y visión de la Iglesia Bautista Internacional, y presidente de Ministerios Integridad y Sabiduría. El Dr. Núñez y su ministerio es responsable de las conferencias “Por Su Causa”, que procuran atraer a los latinoamericanos a las verdades del cristianismo histórico.
Una guía para el estudio individual o en grupos pequeños.
Según se comparta o no su doctrina, Martín Lutero es un apóstol o como mínimo un profeta para unos, y un hereje renegado para otros. Destructor de un sinfín de cosas, este hombre de intensas y enérgicas convicciones representa uno de los pilares sobre los que se apoya la Edad Moderna. Iniciador de la Reforma (período de dos siglos de amplia repercusión europea en la historia del cristianismo), Lutero rechazó la autoridad del papa y debilitó el poder de la Iglesia. Lutero es el inicio de la sola Scriptura, porque la Palabra de Dios es la que ata la conciencia del hombre de manera universal. De esta primera verdad vienen las demás: Sola fide, sola gratia, solus Cristus y soli Deo gloria. La sola Scriptura implica que la Escritura es inspirada por Dios, es inerrante y es inefable.
Seguimos con las doctrinas que transformaron el mundo. En esta clase, primero veremos acerca de la salvación de Dios, para luego entender de mejor manera la depravación total del hombre. La pregunta clave sería: ¿Para qué me salvó Dios? La misma Palabra de Dios nos dice que hay dos motivos primordiales: En primer lugar, para mostrar su gloria (Efesios 1:11-12), y en segundo lugar, para mostrar su carácter benevolente (Efesios 2:7). Podemos ver que Dios hace todo para su gloria. Esto no hace a Dios egocéntrico, sino que lo hace Dios céntrico. Esto lo hace el ser más glorioso del mundo. La gloria de Dios es la expresión de la hermosura y perfección de todo su ser y sus atributos. Por eso, cuando nos salva, está dispuesto a revelar esa hermosura y perfección. Entendiendo esto, podemos ahora decir que el hombre es incapaz de buscar a Dios, de querer darle la gloria. Esto es así, porque Dios es quien nos busca y lo hace para mostrar su gloria. Por eso se habla de la inhabilidad del hombre o la llamada “depravación total del hombre”. ¿Es el hombre bueno o malo? ¿Ha tenido el hombre en algún momento un pensamiento puro? Entender esta doctrina nos ayuda a ver nuestra más baja naturaleza pecaminosa y nuestra necesidad de Dios.
Esta clase vamos a explorar la Palabra de Dios sobre lo que enseña tocante a la elección incondicional. John Piper define esta doctrina de la siguiente manera:
“La elección incondicional es la elección libre de Dios antes de la creación, no en base a la fe provista, otorgando fe y arrepentimiento a los traidores, perdonándolos, y apartándolos en el seno de su familia eterna de gozo”.
Como creyentes elegidos debemos abrazar esta doctrina porque es cierta. Es una elección inmerecida. Dios mostrando su gracia ante la humanidad caída. Existen posibles opciones con relación al plan de salvación. Es decir, Dios pudo haber elegido otros métodos de salvación: Dios pudo haber salvado a todo el mundo (universalismo), pudo haber condenado a todo el mundo , pudo haber ofrecido salvación al ser humano para que el hombre haga su elección (arminianismo), o pudo haber garantizado la salvación solo de un grupo. Pero la pregunta es, ¿qué es lo que Dios ha hecho? ¿Qué dice la Biblia? Dios lo ha revelado. Veremos esto en las preguntas de reflexión.
Esta enseñanza es una de las cinco solas de la Reforma y que transformaron el mundo. Lutero estaba abrumado por su aguda conciencia de pecado. Él veía a Dios como un juez enfadado e implacable que le sentenciaba a muerte por su pecado. Lutero buscó ayuda y libertad del pecado en los sacramentos. Se hizo monje con la esperanza de ganarse la salvación que tan desesperadamente necesitaba. Pero su conocimiento de la perfección de Dios y de su propia indignidad intensificó su temor de la muerte y condenación. Como monje ayunó, dedicó largas horas a la oración, y se infligió duras mortificaciones en su cuerpo. Iba tan frecuentemente a confesarse que los otros monjes se escondían cuando le veían venir. Se cuenta que en cierta ocasión hizo su confesión tan detallada que duró seis horas. Todavía no tenía paz en su alma. Finalmente, en el estudio de las Escrituras, principalmente en la epístola de Pablo a los Romanos, él descubrió el plan de salvación de Dios. La luz que iluminó su mente y su corazón fue tan brillante como la luz que iluminó y transformó a Saulo de Tarso en el camino de Damasco. ¿Por qué es importante esta doctrina? ¿Cómo podemos estar seguros de nuestra salvación?
Cuando una persona trabaja ocho horas al día y recibe un pago justo por su tiempo, eso se llama salario. Cuando una persona compite con otra y recibe un trofeo por su desempeño, eso es un premio. Cuando una persona recibe agradecimiento apropiado por sus muchos años de servicio y sus altos logros, eso es un reconocimiento. Pero cuando una persona no es capaz de ganarse un salario, ni de ganar un premio, y ni merece reconocimiento, vemos un cuadro del favor no merecido de Dios. Esto es lo que estamos tratando de decir cuando hablamos de la gracia de Dios (Efesios 2:8-9). Esta doctrina es una de las cinco solas que los reformadores tanto proclamaron. ¿Cuáles son las características de la gracia de Dios? Son cuatro: es soberana, es gracia común, es suficiente y es justificadora. Debemos diferenciar la gracia de la misericordia de Dios. La gracia es recibir lo que no merecemos, la misericordia es no recibir lo que merecemos. Todo esto solo puede venir del amor incondicional de Dios ¿Ya has experimentado la gracia de Dios?
Continuamos con las doctrinas que transformaron el mundo. Y entre esas doctrinas esta la doctrina de la gracia (que ya se vio la clase pasada, sola gratia). Dentro de esta doctrina, que ayudó a ver a Dios de una forma más soberana, está la doctrina de la gracia irresistible. La gracia irresistible es el cuarto de los cinco puntos del calvinismo y expresa la imposibilidad que tiene el hombre de resistirse a la salvación que Dios tiene preparada para él. Esta enseñanza no significa que la gente nunca resiste la gracia de Dios. La verdad es que muchos sí lo hacen (Hechos 7:51; Romanos 10:21); rechazan a Cristo porque prefieren las tinieblas (Juan 3:19). Por eso a esta doctrina también se le llama “gracia eficaz” o “llamamiento eficaz”, para evitar las confusiones que causa el nombre de gracia irresistible. Entonces, ¿qué decimos en realidad cuando hablamos de gracia irresistible? Decimos que cuando alguien ha creído el evangelio para salvación, se debió a que Dios en Su misericordia venció su resistencia y dureza. Dios puede hacer eso, y lo hace, según Su voluntad porque es soberano y nada puede detener Su mano.
Continuamos esta clase con las doctrinas que cambiaron el mundo. El concepto de “solo en Cristo” es, sin ninguna duda, el fundamento de la fe que movió a los reformadores y protestantes, y que ha remecido a todo creyente a través de la historia del hombre y de la iglesia. Todas las religiones descansan en un hombre mentor o fundador; por ejemplo, el budismo en Sidartha Gautama (Buda), el Islam en Mahoma, el confucionismo en Confucio, el catolicismo en sus papas y clero, etc. No obstante, para el cristianismo legítimo, Cristo no es un mero maestro o iluminado, sino que es Dios hecho carne, creador del cielo y de la tierra, y cuyo nombre ni aún los cielos pueden contener. Los budistas sin Buda, los musulmanes sin Mahoma y los confucionistas sin Confucio, pueden continuar propagando sus respectivas enseñanzas, pero no es posible concebir el cristianismo sin Cristo, ya que Él es el fundamento de todo. Todos los hombres fundadores de filosofías, sectas, y religiones murieron y todo su conocimiento feneció, más nuestro bendito Cristo venció la muerte y está sentado a la diestra de Dios en las alturas.Él es el fundamento y cabeza de la iglesia.
Continuamos con las enseñanzas que transformaron el mundo. En esta clase hablaremos acerca de la doctrina de la expiación limitada. Esta es la doctrina más difícil en la Palabra de Dios. ¿Qué es la expiación? Significa que la muerte de Cristo fue suficiente para expiar los pecados del mundo entero, pero la voluntad de Dios fue redimir efectivamente a aquellos y solo a aquellos que fueron elegidos desde la eternidad, y dados a Cristo por el Padre. A menudo el término “redención particular” se considera más favorable, porque el punto de la doctrina no es limitar la misericordia de Dios, sino dejar claro que Jesús no murió en lugar de cada pecador en la tierra, sino por su propio pueblo. Al hablar de la extensión de la expiación, la pregunta surge: ¿Por quién murió Cristo? ¿Murió por toda la humanidad? ¿Murió por sus elegidos solamente? Para poder responder a estas preguntas tenemos que preguntarnos: ¿Qué dice la Palabra de Dios al respecto?