¡Únete a nosotros en la misión de servir a la Iglesia hispana! Haz una donación hoy.

×

Por “adoración hebrea” nos referimos a esta tendencia a usar el shofar, llamar a Jesús ‘Yeshua’, solo llamar al Señor ‘YHWH’, el celo sionista, el uso de vocabulario hebreo en el servicio, la música y danza judía, y toda la influencia semita en nuestros servicios cristianos.

Esta gran influencia hebrea en la iglesia cristiana se debe principalmente a una estima exageradamente alta de la nación de Israel en el plan de redención de Dios. Que nuestros servicios de adoración tengan una marca de Israel por todas partes no es necesariamente malo, pero no es menos cierto que toda nuestra eclesiología debe ser cuestionada y examinada cuidadosamente a la luz de la Palabra (1 Tes. 5:21).

Lo siguiente es una serie de argumentos bíblicos —además de lógicos y prácticos— por los que la influencia hebrea no debe de ser central en nuestra adoración, y por los que deberíamos de cuestionar cada uno de estos elementos a la luz de la Palabra y el sentido común.

La universalidad

El cristianismo fue originalmente una secta judaica, cierto. Pero nuestra fe es mucho más que judía. El cristianismo del Nuevo Pacto —en el que vivimos hoy— tiene marcados constrastes con la religión de Israel antes de la venida de Cristo. En el Antiguo Testamento, tú y yo no hubiéramos podido pertenecer plenamente a la comunidad del pacto, pero con la venida del Señor y el establecimiento de la iglesia, las reglas cambiaron drásticamente (o, más bien, llegaron a su ciclo completo). Mira cómo Pablo nos da estas buenas noticias en Efesios 2:

Porque Él mismo es nuestra paz, y de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, poniendo fin a la enemistad en Su carne, la Ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en Él mismo de los dos un nuevo hombre, estableciendo así la paz, y para reconciliar con Dios a los dos en un cuerpo por medio de la cruz, habiendo dado muerte en ella a la enemistad… Así pues, ustedes ya no son extraños ni extranjeros, sino que son conciudadanos de los santos y son de la familia de Dios” (Ef. 2:14-19).

Ahora, judíos y gentiles somos un solo pueblo. La Biblia nos da razón para pensar que el cristianismo ya no es ni siquiera primordialmente judío. Ahora, el cristianismo es universal. Juan nos dice en Apocalipsis 7:9,

Después de esto miré, y vi una gran multitud, que nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos, y lenguas, de pie delante del trono y delante del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en las manos”.

Este es el servicio de adoración ideal, y la imagen de cómo adoraremos en el cielo. ¿Porqué tratamos al Israel del Antiguo Testamento como si fuese la era dorada de la historia redentora? ¡Hay tanto más que celebrar! El Mesías no solo llegó a salvar a Israel, sino que también pagó por los gentiles. El reino de Cristo es la era dorada del cristianismo, y nuestros servicios deben de reflejarle a Él como nuestra gloria.

El NT y la adoración

No hay mejor manera que hacer el llamado a la adoración con la Biblia misma. A diferencia del Antiguo Testamento, el Nuevo no nos da mucha instrucción sobre el servicio de adoración. Más que una limitante, esto nos habla sobre la libertad que tenemos dentro de los líneamientos específicos de la Palabra.

Si hay algo que sí vemos en el Nuevo Testamento con respecto a la adoración cristiana, es que la misma debe de estar empapada por la palabra de Cristo. En Colosenses 3:16 vemos,

Que la palabra de Cristo habite en abundancia en ustedes, con toda sabiduría enseñándose y amonestándose unos a otros con salmos, himnos y canciones espirituales, cantando a Dios con acción de gracias en sus corazones”.

Nuestra adoración es una muy diferente a la de Israel. Israel esperaba al Mesías, pero nosotros ya le hemos recibido, le hemos creído, y esperamos su segunda venida. La forma más bíblica de llamar al pueblo de Dios a adorarle es proclamar las verdades consumadas en la Palabra y levantar la obra del Hijo en la cruz, quien es el Camino, la verdad y la vida. Ciertamente habían muchas sombras de este sacrificio en el AT, pero una vez las sombras han sido traídas a la luz, ¿por qué volver a las sombras? (Cp. Col 2:16-17)

La cultura

Muchos elementos originales de la fe cristiana son completamente contraculturales para nosotros: no somos del medio oriente, no hablamos los idiomas originales de Jesús y los apóstoles, ni en los que se escribió el Nuevo Testamento. Vivimos miles de años después, en lugares muy diferentes. Pero que algunos elementos sean eminentemente diferentes no significa que todos los demás elementos deban serlo también.

Para muchos de nosotros, el shofar no es el sonido que más prepara nuestros corazones a adorar. En el AT el cuerno de ovejo se soplaba para el llamar a batalla, proclamar un rey, y también para llamar a adorar (Jos. 6:4-20, Joel 2:1, Jer. 4:19,21; 6:1,17; Num. 10:9; Jue. 7:22; 2 Cro. 29:26-28; Sal. 98:6; 150:3, 2 Sam. 6:15). La razón por la que Israel usaba el shofar es porque tenía un significado en su nación y cultura. El shofar y la danza significaban algo para ellos; el pueblo tenía una base cultural y bíblica para hacerlo. Para nosotros, estos elementos no tienen el mismo significado.

Estos elementos brillan por su ausencia en el Nuevo Testamento, dirigido al nuevo pueblo conformado por judíos y gentiles. Los cánticos siguen estando presentes (Ef. 5:19); la gratitud y la alabanza al Señor también (Ef. 5:20). Pero no vemos instrumentos y prácticas particularmente hebreas. Lo que es más, el concilio en Jerusalén en Hechos 15 –si bien trata asuntos centrales a la salvación en primer lugar– concluye que no es necesario que los gentiles vivan como judíos. Algo similar vemos en Gálatas 2.

Una vez más, utilizar el shofar o cosas semejantes no son prácticas pecaminosas en sí mismas, pero definitivamente no son ordenanzas bíblicas para la iglesia. Evaluemos si estas costumbres son un puente que nos lleva a adorar, o si son un impedimento y una distracción en nuestro contexto.

Lo práctico

¿Cuántas de nuestras iglesias tienen dominio del hebreo bíblico? ¿Cuántas tienen acceso a un cuerno de un ovejo (o carnero, antílope, gacela) puro? ¿Cuántas conocen el trasfondo de cada una de las ceremonias y celebraciones judías?

Dado lo poco común en nuestros contextos, ¿cuál es la necesidad y por qué lo hacemos? La única razón por la que Dios habló a Israel en hebreo fue porque esta era la lengua de Israel, no porque el hebreo fuese especial en sí mismo. Así, el Nuevo Testamento fue luego escrito en griego y no en hebreo.

La Reforma Protestante se trató en gran manera de esto. Parafraseando a Martin Lutero “Dios le habló a su pueblo en hebreo, a sus apóstoles en griego, y a nosotros en nuestro idioma”. Nosotros podemos hablar a Dios en plena confianza en español, y Él nos entenderá y escuchará de igual manera. No es nada menos espiritual.

Debemos tener cuidado; podríamos estar dando valor moral y espiritual a la costumbre y cultura hebrea, cuando realmente no lo tienen.

Cristo en el centro

Nuestra gloria no es ser el nuevo Israel: nuestra gloria es que somos un nuevo pueblo: el pueblo redimido de Cristo. Gloriarse en las costumbres de Israel y no en Cristo es como si alguien graduado de una maestría todavía se está jactando de que aprobó la primaria.

¿Por qué soñar y añorar los tiempos del Antiguo Testamento, si nuestro tiempo es el que los mismos héroes del AT añoraban (1 Ped.1:10-12)? Hermanos, ¡nosotros tenemos al Mesías! Qué no hubiesen dado Isaías o Samuel por ver al Mesías resucitado, redimiendo su pueblo.

Lo mejor que puede tener nuestra adoración no es que sea idéntica a la de Israel, sino que el Mesías, Cristo resucitado, esté en el centro.

“Pero jamás acontezca que yo me gloríe, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo ha sido crucificado para mí y yo para el mundo. Porque ni la circuncisión es nada, ni la incircuncisión, sino una nueva creación. Y a los que anden conforme a esta regla, paz y misericordia sea sobre ellos y sobre el Israel de Dios”, Gálatas 6:14-16.


#Coaliciónresponde es una serie donde pastores y líderes de la iglesia responden a inquietudes que llegan a Coalición por el Evangelio por diversos medios, y que son parte de las inquietudes que caracterizan la iglesia en nuestra región.
Imagen: Lightstock
Recibe cada día los artículos, podcasts, y vídeos más recientes.
CARGAR MÁS
Cargando