“En mi mente, renuncio a la iglesia unas 10 veces al año. Siempre ha sido en lunes”.
Esa es una cita textual de un pastor en nuestro foro de preguntas. Y he escuchado cosas similares muchas veces.
Entonces, ¿por qué son los lunes tan difíciles para los pastores? ¿Por qué tienen pensamientos de renunciar en este día más que en cualquier otro? He escuchado cinco razones consistentemente
- El domingo es al mismo tiempo energizante y agotador. Si suena como una montaña rusa emocional, es porque lo es. Hay muchas facetas del ministerio el domingo que están cargadas con emoción, y el sermón es la razón principal. Los pastores se preparan con intensidad y predican con intensidad. Es típicamente el punto más alto de la semana del pastor, pero usualmente también es la parte que más cansa.
- Alguien hace un comentario negativo antes o después del sermón. Los momentos más vulnerables para el pastor son justo antes o después del sermón. El pastor está enfocado intensamente antes del sermón y típicamente exhausto después de él. Cuando un miembro aprovecha uno de esos tiempos para hacer un comentario sarcástico, usualmente se queda en la mente hasta el próximo día.
- Hubieron muchas juntas el domingo. Tiene sentido hacerlo. Ya tienes un buen número de miembros disponibles para una junta. Les ayuda con sus horarios. Pero le agrega al día que ya de por sí es cansado para el pastor. Cuando se despierta el lunes, frecuentemente se siente como si jugó un partido de fútbol el domingo.
- Los pastores sienten que fueron negligentes con sus familias el domingo. En realidad, con frecuencia lo hacen. Tienen poco tiempo para sus esposas e hijos en un día tan ocupado. El lunes siguiente pueden sentir una resaca de lamento.
- Tuvieron junta de negocios el domingo por la noche. Los domingos por la noche son el tiempo más común para las juntas de negocio de la iglesia. Y las juntas de negocios pueden ser feas. Hablé con un pastor cuya iglesia tuvo una junta estridente hasta las 10 p.m. el domingo, y tuvo juntas después de esa hasta la medianoche. No estaba de muy buen humor el lunes por la mañana.
Pastor, si estás listo para renunciar los lunes por la mañana, no estás solo. No pienses que eres una aberración, o que no estás afinado a la voluntad de Dios. Dale un par de días. Ese presentimiento melancólico probablemente cederá a una mejor disposición en tan solo unos cuantos días.
Y miembros, oren por sus pastores. Hagan todo lo posible por protegerlos y animarlos. Sus lunes pueden ser mucho mejores si saben que a ustedes les interesa.
