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Hablar sobre crianza siempre es un tema complejo, ya que no todos los hijos, las familias y sus circunstancias son iguales. Entonces, ¿cómo podemos hablar de crianza sin que surjan comentarios como «Pero tú no sabes cual es mi situación»? Quizá tú mismo has afirmado esto. Pues bien, Juan Sánchez y su esposa Jeanine Sánchez te dan la razón en un nuevo recurso llamado Oye, hijo mío: Una guía práctica para criar a tus hijos en el Señor (B&H Español, 2022).

Los autores de este libro admiten que nadie en esta tierra va a entender con exactitud tu situación familiar y sus desafíos. No obstante, Dios sí puede porque Él es quien te diseñó a ti, a tus hijos y a la familia con un propósito perfecto y específico: traer gloria a Su nombre.

Si buscas un libro que te provea una visión teocéntrica de la crianza con respuestas a preguntas complicadas sobre el hogar y la crianza, déjame platicarte sobre Oye, hijo mío. Este es un libro saturado de las Escrituras porque los autores entienden que la Biblia provee respuestas sobre la crianza y consejos que nos llevan a cumplir con el mandato de guiar a nuestros hijos en el buen camino y afrontar un tema que parece confuso, pero que a la vez es hermoso.

Oye, hijo mío

Oye, hijo mío

B&H Español. 208 páginas.

Si buscas un libro que te provea una visión teocéntrica de la crianza con respuestas a preguntas complicadas sobre el hogar y la crianza, déjame platicarte sobre Oye, hijo mío: Una guía práctica para criar a tus hijos en el Señor (B&H Español, 2022). Este es un libro saturado de las Escrituras porque los autores entienden que la Biblia provee respuestas sobre la crianza y consejos que nos llevan a cumplir con el mandato de guiar a nuestros hijos en el buen camino y afrontar un tema que parece confuso, pero que a la vez es hermoso.

B&H Español. 208 páginas.

Ahora, si bien es cierto que los autores posicionan a la Biblia como recurso inicial y fundamental para la crianza en el hogar, al mismo tiempo quieren hacerte saber que ellos son padres que entienden lo que tú estás pasando, has pasado o quizá estás por pasar. Este es un libro escrito por padres de cinco mujeres que desean compartir parte de su experiencia a otros padres primerizos o incluso a aquellos que están un tanto avanzados en este tema. Ellos desean mostrarnos cómo la Palabra de Dios fue la que los guió, confrontó y dio las pautas necesarias para caminar en este sendero de la crianza.

El libro consta de nueve capítulos divididos en tres etapas. En la primera (caps. 1-3), los autores proveen los cimientos bíblicos para desarrollar una crianza bíblica. Tal vez esto parezca redundante. Sin embargo, te harán ver que ser padres cristianos no necesariamente significa que estén llevando a cabo una crianza bíblica.

Estos primeros tres capítulos, escritos mayormente por el pastor Sánchez, presentan los fundamentos teológicos de la crianza bíblica, plantea su propósito y señala la razón por la que muchos padres cometen ciertos errores. Por ejemplo, el error de idealizar a quienes están involucrados en la crianza, ya sea esperando que sus hijos actúen como personas maduras o asumiendo que ellos serán los padres con métodos de crianza perfectos.

Por medio de la Biblia, el pastor Sánchez presenta de manera clara la condición espiritual real tanto de los padres como de los hijos. Nos recuerda que todos somos adultos o niños caídos, que somos pecadores y necesitamos de gracia y salvación. Este es el gran problema de la crianza que no entendemos o desconocemos, es decir, la condición de nuestro corazón y el de nuestros hijos.

Por eso somos incapaces de guiar, amar u obedecer de manera correcta, si primero no hemos sido redimidos. Al mismo tiempo, el libro señala el error común de querer cambiar la conducta sin primero apuntar al corazón, donde radica el verdadero problema.

Es importante recordar por qué estamos instruyendo a nuestros hijos. Recuerda que no lo hacemos tan solo para tener hijos que se porten bien. Entonces, ¿cuál es el punto, el propósito, el objetivo de la crianza espiritual? ¡El corazón! (p. 119).

Para el autor, el error de muchos padres comienza al tener expectativas justas pero insuficientes para lo que Dios demanda de los hijos, como ser buenos ciudadanos, casarse, tener un buen empleo o ser estudiantes esforzados. Es imprescindible que los padres cristianos comprendan que el objeto principal de la crianza bíblica no radica en estas expectativas, sino en criar hijos que crean en el evangelio, se arrepientan y crezcan en sabiduría para con Dios y los hombres (Lc 2:52).

En palabras del autor: «Fuimos creados para ser parecidos a Dios» (Mt 5:48; p. 20). Esta es la esencia de la crianza bíblica: reproducir hijos que se parezcan a Dios —por medio de la salvación de sus vidas por la fe en la obra de Cristo—, conozcan la enseñanza del evangelio y reflejen el carácter de Cristo en ellos para gloria de Dios.

En la segunda sección del libro (caps. 4-6), los autores describen las responsabilidades bíblicas en la crianza. El ejemplo de la vida de los padres transformados por el evangelio es fundamental. Los autores nos recuerdan sobre la gran influencia que tiene el ejemplo de los padres sobre la vida de los hijos. Esto puede ser tanto en un sentido positivo como negativo. Por eso el autor menciona lo siguiente: «Si vamos a criar hijos piadosos, las verdades del evangelio deben estar primero en nuestros corazones y ponerse en práctica delante de nuestros hijos» (p. 65).

El ejemplo de los padres no es suficiente si no se expone a los hijos al evangelio de manera constante. Es el evangelio, y solo este, lo que hará que sus vidas se parezcan a la de Dios. Por lo tanto, los autores instan a los padres a que promuevan una dieta habitual y rica en Biblia en el hogar. Esta es la parte del libro donde comenzarás a pasar de la teoría a la práctica.

Los autores te llevarán a través del libro de Proverbios, donde presentan principios para guiar a tus hijos con sabiduría enseñándote el valor de la disciplina formativa y la disciplina correctiva. También señalan los errores que comúnmente los padres cometen al exigir de sus hijos que cumplan ciertas reglas que no se les han enseñado. Además, hablan sobre cómo luce la disciplina correctiva bíblica e incluso cómo aplicarla, si es que el hijo no está respondiendo de la forma en que se espera.

Sobre la última sección del libro, los capítulos 7-9, estos serán quizá los más atractivos para padres de hijos entre uno y veinte años, pues aquí los autores responden a preguntas difíciles. A partir de aquí, encontrarás consejos para aplicar los principios aprendidos durante los primeros seis capítulos. Estos consejos se enfocan en la crianza de párvulos, adolescentes y jóvenes. Para el lector puede ser tentador adelantarse hasta esta última sección práctica. Los autores te animan a que no lo hagas, ya que en los capítulos anteriores te presentan la visión de una crianza bíblica y efectiva a largo plazo, y no buscan ofrecer respuestas que den resultados inmediatos pero de poca duración. Así que yo te animaría a que disfrutes el progreso natural del libro.

Este libro está diseñado para toda persona que tiene la tarea de criar. Los esposos Sánchez nos recuerdan que los creyentes no estamos solos en esta tarea, pues tenemos a Dios y la iglesia. Oye, hijo mío es un libro que se presta perfectamente para una lectura individual, en pareja, un discipulado o consejería matrimonial, e incluso, un estudio grupal de padres en tu iglesia local.

Este nuevo recurso te ayudará a conectar las verdades espirituales de la Biblia a tu crianza en el hogar para gloria de Dios.

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