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Nota del editor: 

Este devocional está tomado del ebook Noticias de gran gozo: 25 reflexiones para celebrar el Adviento.

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«Entonces María dijo:
“Mi alma engrandece al Señor,
Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.
Porque ha mirado la humilde condición de esta su sierva;
Pues desde ahora en adelante todas las generaciones me tendrán por bienaventurada.
Porque grandes cosas me ha hecho el Poderoso;
Y santo es Su nombre.
Y DE GENERACIÓN EN GENERACIÓN ES SU MISERICORDIA
PARA LOS QUE LE TEMEN”» (Lucas 1:46-50).

La mayoría de las personas esperan con alegría las fechas navideñas por diferentes razones. Para algunos representan momentos donde creamos recuerdos con personas a las que amamos. Sin embargo, la Navidad es más que buenos recuerdos personales. El significado más profundo de la Navidad, con la venida de Jesucristo al mundo, es una manifestación de la gloria de Dios en Cristo que nos lleva a la adoración.

Mi familia tiene la tradición de decorar de Navidad nuestro hogar mientras disfrutamos de un chocolate caliente, galletas deliciosas hechas por mi esposa y cánticos que nos recuerdan al Salvador que nació. Hacemos esto porque deseamos ser intencionales en ayudar a nuestros hijos a ver que la Navidad es una oportunidad para unirnos con una misma misión en mente: adorar a Cristo. 

Un ejemplo de cómo responder correctamente a la Navidad es el cántico asombroso de Maria que leemos en el contexto del relato del nacimiento de Jesús. Ella se asombró de la gracia del Señor al escogerla para ser la madre del Salvador, ya que ella misma necesitaba de ese Salvador. La gracia de la salvación que María recibió, es la misma que todos los creyentes disfrutamos hoy porque, a pesar de estar separados de Dios y muertos espiritualmente, fuimos escogidos por Dios para ser salvados por Cristo (Ef 1:6). Por lo tanto, podemos unirnos al asombro de María causado por nuestro Dios poderoso, Santo y cuya misericordia es eterna (1:49–50).

¿Qué tal si este año oramos para que Dios nos dé un mayor asombro por el glorioso nacimiento de Cristo? Si queremos cultivar asombro durante la Navidad, seamos intencionales en lo que hacemos como familia para que tengamos una mayor visión del significado de esta celebración. Deleitemonos en Dios y en su gracia que nos lleva a engrandecerlo con nuestras almas.

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