Deja que Jesús te libere de complacer a las personas
No podemos complacer a todo el mundo, y cuanto antes lo aprendamos, mejor.
No podemos complacer a todo el mundo, y cuanto antes lo aprendamos, mejor.
A veces nuestros hijos no responden adecuadamente a lo que tenemos para decirles. ¿Qué hacer en esa situación?
Un corazón sabio prioriza las cosas que Dios prioriza.
Mi labor como madre no es ser «genial» a los ojos de mis hijos, mi labor es dirigir a mis hijos hacia otra persona: Dios.
En el día de mi muerte, ¿me arrepentiré de no haber pasado tiempo en Twitter? La respuesta es obvia.