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La frase “lugar apropiado” probablemente encabeza la lista de las muchas cosas por las cuales sospecho que mis hijos me agradecerán. También es una frase que quizá los ha llevado al borde de la locura.

Si pones de un lado al maniático del orden con una obsesión por la limpieza, y del otro al coleccionista compulsivo que no puede tirar la chatarra, definitivamente yo estoy en el primer extremo, el de la limpieza. Por lo tanto, tan pronto como nuestros hijos tuvieron la edad suficiente para entender la frase, comencé a inculcarles la idea de que al final de cada día, o al menos una vez a la semana, deberíamos colocar nuevamente en su “lugar apropiado” todos los restos y desechos de nuestra vida familiar.

A veces hicimos una variante demente de las sillas musicales: reprodujimos diez minutos de música, y nos enfocamos en una parte de nuestra casa. Después de diez minutos, había que volver a poner en su lugar apropiado todo lo que estaba fuera de sitio, o si su lugar apropiado estaba en otra parte de la casa, había que ponerlo en un cesto de la ropa sucia que allí estaba para ese fin. Se arrojaba a la basura cualquier cosa que no estuviera en su lugar o en el cesto de la ropa cuando se detuviera la música.

Al igual que una gran parte de la crianza de los niños pequeños, mi juego del “lugar apropiado” osciló por una delgada línea entre la efectividad y la crueldad. Se hacía más limpieza en diez minutos de frenesí musical con la amenaza de la bolsa de basura, que en los días que les daba un simple recordatorio sobre la limpieza. Y al final, papá terminaba con una casa limpia; los juguetes de peluche estaban sanos y salvos en las habitaciones, y los niños solo ligeramente traumatizados. Por supuesto, nunca cumplí con mis amenazas de tirar algo de valor real a la basura.

Encontrar el lugar apropiado para la tecnología

Ojalá encontrar el lugar apropiado para la tecnología en la vida de nuestras familias, y mantenerla allí, fuera tan simple como recoger un montón de peluches. La tecnología está literalmente en todas partes en nuestros hogares, no solo en los dispositivos en nuestros bolsillos, sino también en las ondas electromagnéticas invisibles que inundan nuestros hogares. Este cambio se ha producido de la noche a la mañana, en un abrir y cerrar de ojos en términos de la historia y cultura de la humanidad.

Cuando las generaciones anteriores enfrentaron los desafíos desconcertantes de la crianza de los hijos y la vida familiar, podían recurrir a la sabiduría, o al menos a los consejos de antaño que habían sido transmitidos de generación en generación. Pero el ritmo del cambio tecnológico ha superado la capacidad de cualquier persona para desarrollar la sabiduría suficiente para manejar dichos desafíos familiares. Llenamos nuestras vidas con las nuevas promesas de la tecnología sin un claro sentido de si la tecnología nos ayudará a cumplir las promesas que ya hemos hecho.

El ritmo del cambio tecnológico ha superado la capacidad de cualquier persona para desarrollar la sabiduría suficiente para manejar dichos desafíos familiares. Llenamos nuestras vidas con las nuevas promesas de la tecnología sin un claro sentido de si la tecnología nos ayudará a cumplir las promesas que ya hemos hecho.

El lugar apropiado para la tecnología no será exactamente igual para todas las familias, y no es lo mismo en cada temporada de nuestras vidas. Determinar el lugar apropiado para la tecnología en nuestra propia familia, y en la etapa actual de la vida, requiere discernimiento en lugar de una fórmula simple. Pero casi cualquier cosa es mejor que dejar que la tecnología nos abrume con sus configuraciones predeterminadas, tomando control de nuestras vidas e impidiendo nuestro crecimiento en las formas que realmente importan.

Y creo que hay algunas cosas que son verdaderas en cada etapa de la vida. Aquí hay seis.

Seis verdades tecnológicas

La tecnología está en su lugar apropiado cuando nos ayuda a intimar con las personas reales a las que somos llamados a amar. Está fuera de su lugar cuando terminamos relacionándonos con gente a distancia, como si fueran celebridades, a quienes nunca conoceremos.

La tecnología está en su lugar apropiado cuando ayuda a iniciar grandes conversaciones. Está fuera de su lugar cuando nos impide hablar y escucharnos unos a otros.

La tecnología está en su lugar apropiado cuando nos ayuda a cuidar los cuerpos frágiles que habitamos. Está fuera de su lugar cuando promete ayudarnos a escapar totalmente a los límites y vulnerabilidades de esos cuerpos.

La tecnología está en su lugar apropiado cuando nos ayuda a adquirir habilidades y el dominio de las esferas que son la gloria de la cultura humana (deportes, música, arte, cocina, escritura, contabilidad, la lista es interminable). Cuando la tecnología sustituye el desarrollo de las habilidades por el consumo pasivo, algo anda mal.

La tecnología está en su lugar apropiado cuando nos ayuda a cultivar el asombro por el mundo creado del que somos parte y del que somos responsables de administrar (nuestra familia pasó horas alegres y llenas de asombro cuando nuestros hijos estaban en la secundaria y vimos la serie Planeta Tierra producida por la BBC). Está fuera de su lugar apropiado cuando impide que con todos nuestros sentidos nos comprometamos con el maravilloso mundo natural y salvaje.

Si hay algo que descubrí sobre la tecnología, es que no se queda en su lugar por sí misma.

La tecnología está en su lugar apropiado solo cuando la utilizamos con intención y cuidado. Si hay algo que descubrí sobre la tecnología, es que no se queda en su lugar por sí misma, y al igual que los juguetes de mis hijos, y los peluches y tesoros menores, consigue extenderse debajo de los pies, por toda la casa y sobre nuestras vidas. Si no somos intencionales y cuidadosos, terminaremos con un lío extraordinario.

Deje espacio para la sabiduría y el coraje

Si no aprendemos a poner la tecnología, en todas sus formas, en su lugar apropiado, nos perderemos muchas de las mejores partes de la vida en familia. Tuve la alegría increíble, desconcertante, y gratificante de criar a dos niños durante su adolescencia con mi esposa. Ahora que nuestros hijos salen a la universidad, nos damos cuenta de cuánto de la alegría que hemos experimentado a lo largo del camino, y que continuamos experimentando hoy día, ha venido de las decisiones radicales y los compromisos que asumimos para mantener la tecnología en su lugar apropiado.

No siempre hemos tomado las decisiones correctas, y no siempre ha sido fácil. Todo ello constituye un conjunto de empujones, disciplinas, y elecciones que pueden mantener a la tecnología en su lugar, dejando espacio para el duro y hermoso trabajo de convertirnos juntos en personas sabias y valientes. De hecho, convertirse en personas sabias y valientes es de lo que se trata realmente la familia.


Publicado originalmente en The Gospel Coalition. Traducido por Rachel Jobson.
Imagen: Lightstock.
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