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Durante mi carrera como profesor, he vivido en ciudades que tienen universidades, científicos, y otras personas altamente educadas. En estas ciudades es común que los líderes luchen con determinar el papel que las ciencias jugarán en la iglesia. Yo sé que mi experiencia no representa la de todos, pero a medida que la ciencia y la tecnología se hacen más comunes en el mundo, también son más difíciles de ignorar. 

Los adultos jóvenes, en particular, parecen estar cada vez más interesados en cómo se aborda este tema. ¿Están los pastores degradando las ciencias, las ignoran, o muestran aprecio por ellas?

En mi primer ensayo de esta serie, argumenté que los problemas que enfrenta la sociedad actual a menudo requieren perspectivas y soluciones informadas por las ciencias. Convertirse en un científico o profesional que trabaja en campos relacionados con la ciencia puede ser una vocación legítima para un seguidor de Jesús. En este ensayo, sugeriré algunas maneras en que los profesionales de la ciencia pueden traer su entrenamiento científico al servicio de sus pastores y otros líderes.

Hay por lo menos siete maneras en que la iglesia puede usar los hallazgos de las ciencias en los sermones y otras enseñanzas del ministerio. Estas siete maneras se pueden recordar usando el acrónimo CIENCIA.

Generalmente, las primeras tres maneras son las más fáciles de poner en acción. Son captar la atención, ilustrar una idea, y evidenciar un punto teológico con apoyo científico. Las cuatro últimas formas —notificar, clarificar, interpretar, y aumentar— requieren más trabajo pero tienen el potencial de ofrecer mayores recompensas.

Captar

“¿Sabían que un grupo de científicos nombró a un escarabajo costarricense en honor a Arnold Schwarzenegger debido a su distintivo físico? Los nombres tienen significado. Consideremos algunos nombres que encontramos en la Biblia…”.

La manera más fácil de traer algo de ciencia a los sermones es usarla para captar la atención de la congregación. Una historia del mundo deportivo o de la política puede funcionar, pero si el predicador elige una historia científica puede comunicar a la iglesia su comodidad con las ciencias.

Ilustrar

Encontrar una metáfora o ilustración científica puede ayudar a comunicar ideas teológicas desafiantes o hacer que las afirmaciones bíblicas sean más comprensibles. Por ejemplo, en Romanos 12:2, Pablo exhorta a sus lectores a no ser conformados a este mundo sino a “transf[ormarse] mediante la renovación de su mente”.

Un predicador podría recurrir a la investigación neurocientífica cognitiva que muestra que los patrones repetidos de pensamiento crean nuevas vías neuronales en el cerebro, que hacen que pensar de cierta manera sea cada vez más fácil. Este dato puede ser usado para ilustrar el punto del texto bíblico y hacerlo más comprensible, y puede captar la imaginación de los miembros de la audiencia que tienen una orientación científica.

Ilustrar va más allá de simplemente captar interés, porque la ciencia tiene una relación más fuerte con el punto de la enseñanza. Si la ciencia se pone en acción, proporcionando algunas sugerencias de cómo poner en práctica la enseñanza, entonces se convierte en un caso de aumentar (ver más abajo).

Evidenciar

Un uso un poco más profundo de la ciencia es apoyar o evidenciar un punto teológico, lo que hace que la idea sea más fuerte para algunos oyentes debido a la ciencia.

Jesucristo enseñó que debemos perdonar (Col. 3:13), y la ciencia nos dice que perdonar está asociado con muchos resultados positivos para el que perdona. En cierto sentido, la ciencia corrobora el punto teológico. Por supuesto, esto no significa que perdonamos porque la ciencia dice que perdonar es algo positivo: Perdonamos porque nuestro Señor nos lo ordenó. Pero reconocemos que la ciencia respalda lo que el Señor nos está llamando a hacer.

La teología bíblica a veces nos presenta múltiples maneras de entender la Escritura. Las ciencias pueden ayudar a clarificar

Para aquellos que no se inclinan a confiar en la autoridad de las Escrituras o en la sabiduría de la Iglesia, respaldar las cosas con un poco de ciencia puede ser estratégico. Sin embargo, debemos ser cuidadosos: hacer esto con demasiada frecuencia puede comunicar que la ciencia no hace nada más que confirmar lo que una lectura cuidadosa de la Biblia podría decir o, por otra parte, que de alguna manera la Biblia es un libro de texto científico.

Notificar

Las ciencias son buenas para notificarnos sobre problemas que pueden ser difíciles de notar y (a veces) nos orientan sobre posibles soluciones.

Supongamos que en una iglesia hay preocupación porque los grupos de estudio no parecen estar promoviendo las relaciones e intimidad que nosotros esperábamos. ¿Por qué podría ser? Ciertas ciencias pueden observar que las conversaciones humanas naturales que atraen a todos típicamente solo tienen dos, tres, o cuatro personas en ellas. En grupos más grandes, algunas personas se convertirán en meros observadores. Los grupos con muchos individuos son buenos para la difusión de información, pero no para la interacción abierta y animada de todos los presentes. ¿Quizá los grupos de estudio no son lo suficientemente pequeños para alcanzar el objetivo del ministerio?

Yo considero que notificar es una de las mayores contribuciones potenciales de las ciencias a la Iglesia, aunque no todas las ciencias son iguales en este sentido. Las ciencias humanas pueden ser los candidatos más fuertes. Estas ciencias, sin embargo, tendrán lagunas en sus conocimientos que pueden conducir a falsas alarmas (notificándonos de problemas que realmente no son problemas) o soluciones deficientes, por lo que la Iglesia debe siempre regresar a las enseñanzas de las Escrituras.

Clarificar

A menudo, la teología bíblica nos presenta múltiples maneras de entender la Escritura o la doctrina. Las ciencias pueden ayudar a adjudicar entre alternativas plausibles y clarificar.

Por ejemplo, un escéptico podría desafiar el relato bíblico de que una estrella que apareció a los sabios en el este, más tarde fue delante de ellos a Belén, al sur de Jerusalén (Mateo 2). ¿Imposible? Una interpretación es que la Estrella de Belén fue una anomalía milagrosa. Si es así, ¿la vieron todos en el mundo antiguo, o solo algunos sabios y pastores? 

Los antiguos registros astronómicos nos podrían decir, y lo hacen: Una estrella así de peculiar fue vista alrededor del 3 a. C. Los astrónomos también podrían decirnos que un cometa encaja en este perfil: apareciendo como una estrella que cambia de posición en el cielo nocturno. Las ciencias, entonces, nos ayudan a ver que la Estrella de Belén pudo haber sido un cometa que guió a los magos a un niño muy especial. 

Ofrecer relatos tan naturalistas puede ser una bendición y una maldición. En algunos casos ayudan a evitar la desestimación innecesaria de las Escrituras como alegórica o mitológica. De igual manera, tales relatos pueden enfatizar que Dios es el creador y sustentador del mundo y, por lo tanto, capaz de trabajar a través de sus procesos naturales. Sin embargo, usar repetidamente la ciencia de esta manera puede crear la errónea impresión de que solo podemos llegar a las verdades bíblicas o teológicas con la ayuda de las ciencias.

Interpretar

En el proceso de interpretar un texto bíblico, a menudo ayuda saber lo que la audiencia original del texto habría entendido de él y lo que el escritor podría haber tenido en mente.

Proverbios 6 tiene algunas cosas severas que decir sobre dormir demasiado, pero ¿cuánto sueño habría sido demasiado en el momento de su escritura? Los investigadores del sueño piensan que sin la interferencia de la iluminación eléctrica, los seres humanos adultos naturalmente gravitan hacia las 9 horas de sueño, y esto parece ser una cantidad saludable para los adolescentes y adultos jóvenes o personas con mucho trabajo físico o mentalmente exigente. Varias ciencias pueden ayudarnos a entrar en la mente de las personas de la antigüedad y hacer comparaciones relevantes para nosotros hoy en día.

Aumentar

El compromiso más profundo con la ciencia es permitir que los hallazgos científicos aumenten la investigación y perspicacia teológica, tanto en las verdades prácticas como en las más generales.

Por ejemplo, un líder de ministerio puede querer hablar a su audiencia sobre la importancia de leer frecuentemente las Escrituras. “Este libro de la ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito”, dice Josué 1:8. Salmos 1:2 dice, “Sino que en la ley del Señor está su deleite, y en Su ley medita de día y de noche”.

El énfasis en el día y la noche habla sobre la reflexión continua en la revelación de Dios, pero ¿cuáles son algunas maneras prácticas de hacerlo? ¿Puede la ciencia ayudarnos?

Dios nos ha dado las ciencias como herramientas para ayudar a entender las verdades bíblicas atemporales

Un maestro podría recurrir a las investigaciones psicológicas que muestran cómo la forma de “enmarcar” ciertas ideas puede conducir a un pensamiento y acción particular. Esta investigación sugiere la importancia de considerar la perspectiva de Dios a primera hora de la mañana. Otras investigaciones científicas sobre cómo formamos recuerdos y cómo las ideas consideradas poco antes de dormir tienen ventaja sobre otras ideas (porque su codificación no tiene la misma interferencia), pueden sugerir la importancia de la meditación nocturna en las Escrituras. Observar lo que nos enseña la Biblia y, luego, lo que nos muestra la ciencia sugiere un plan de acción: exponerse a las enseñanzas de Dios a primera hora de la mañana y a la última hora por la noche.

En temas más abstractos, el potencial de la investigación científica para aumentar puede ser más complejo y requerir una interacción entre teólogos y científicos. Por ejemplo, en Romanos 1:18-21 Pablo explica que los humanos tienen algún tipo de entendimiento básico de Dios a través de la revelación del mundo natural. Los científicos que estudian cómo las mentes procesan la información sobre la naturaleza, y cuáles son las intuiciones morales que existen en los humanos, pueden ofrecer material para detallar más la afirmación teológica de Pablo.

Dios nos ha dado las ciencias como herramientas para ayudar a entender las verdades bíblicas atemporales. Los líderes, sin embargo, conforme valoran y hacen uso de las ciencias, deberían tener cuidado de no crear la impresión de que sin las ciencias estaríamos sin timón.

Seguramente los santos han estado bien equipados para seguir a Cristo mucho antes del advenimiento de la ciencia moderna. Las ciencias son solo una de las muchas maneras de fortalecer nuestra comprensión de la verdad.

Nota del editor: 

Este artículo fue publicado gracias al apoyo de una beca de la Fundación John Templeton. Las opiniones expresadas en esta publicación son de los autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista de la Fundación John Templeton.

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