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El libro de Rut narra una hermosa historia de vindicación para una mujer en la cultura judía y, a la vez, es parte de la más hermosa historia de redención de todos los tiempos.

En su libro Bajo las alas de Dios, John Piper busca llevar al lector a experimentar la historia del libro de Rut para que este no sea un mero ejercicio de lectura. Si crees que un relato tan antiguo no tiene relevancia y utilidad en nuestros días, esta obra te llevará a cambiar de opinión.

Un recurso para profundizar en la Palabra

En el preámbulo, el pastor expone siete razones que explican por qué debemos leer este libro breve pero profundo. De manera ingeniosa, en las últimas páginas de este libro, el autor convierte estas siete razones en ruegos que nos llaman a vivir la enseñanza compartida.

Bajo las alas de Dios

Bajo las alas de Dios

Editorial Portavoz. 154.

En su libro Bajo las alas de Dios, John Piper busca llevar al lector a experimentar la historia del libro de Rut para que este no sea un mero ejercicio de lectura. Si crees que un relato tan antiguo no tiene relevancia y utilidad en nuestros días, esta obra te llevará a cambiar de opinión.

Editorial Portavoz. 154.

John Piper usa cada capítulo del libro de Rut como introducción correspondiente a cada capítulo de su libro Bajo las alas de Dios. Con este detalle, el autor permite que conozcamos cada etapa de la historia de Rut para luego explicarnos su interpretación.

El tema principal de esta obra es explicar cómo un Dios soberano y bueno obra para bien de aquellos que se refugian en Él. Sin importar que haya hambruna, esterilidad, muerte, o racismo, “no existe lugar más seguro en todo el universo que vivir bajo las alas del Dios soberano, omnisciente, y amoroso” (p. 141). Las experiencias calamitosas de los personajes del libro de Rut y la intervención misericordiosa de Dios, son testimonios de que este mundo es gobernado con propósitos divinos que se resumen en “la exaltación de la gloria Dios” (p. 16).

He interactuado con el libro de Rut desde hace años por medio de devocionales, preparación de sermones, la adquisición de libros como este, o escuchando sermones. Concluyo que la historia de Noemí, Rut, y Booz nunca dejará de sorprendernos, animarnos, y consolarnos.

“Dios persigue, querámoslo o no, darnos lo que realmente necesitamos, no lo que creemos necesitar en este preciso momento”.[1] Esto incluye momentos amargos, pero no porque Dios disfrute que sus criaturas sufran, sino porque Él es sabio y desea mostrarnos que Él es nuestro único bien. Permíteme hablar un poco de los personajes del libro de Rut con el fin de llevarnos a analizar nuestras vidas.

Mujer, recuerda que Dios es bueno

Noemí experimentó momentos amargos en su vida: “escasez, mudanza a una tierra pagana, la muerte de su esposo, el matrimonio de sus hijos con esposas extranjeras, esterilidad aparente para sus nueras, y la muerte de sus hijos… golpe tras golpe, tragedia tras tragedia” (p. 31). A pesar de esto, ella seguía creyendo en el Dios del pacto, en Su soberanía, y en Su poder. No obstante, como muchos de nosotros, ella había enfatizado algunos atributos de Dios, desatendiendo uno que va a la par con los otros: Su bondad.

“Noemí sabía que Dios era soberano, pero —en su amargura— había dejado de creer que Él es bueno. Esta mujer está tan agotada por la noche de adversidad que no logra ver el amanecer de júbilo” (p. 39).

¿Nuestras circunstancias nos han hecho olvidar que Dios es bueno, además de soberano?

Joven, recuerda refugiarte bajo Sus alas

Rut también experimentó los mismos momentos amargos que su suegra Noemí, pero ella no pidió que la llamaran Mara, es decir, amarga (Rt. 1:20). No, esta joven viuda vino a refugiarse en el Dios que liberó al pueblo de su difunto esposo de la esclavitud en Egipto.

La diligencia de Rut por el bienestar de su suegra nos enseña que, a pesar de las circunstancias, cuando conocemos a Dios nos esforzaremos y actuaremos (Dn. 11:32). Rut conoció al Dios del pacto, se esforzó en proveer para su suegra con trabajo diligente, y Dios la redimió a través de Booz (Rt. 2:12).

Dios recompensó a Rut, no por su trabajo sino porque ella había buscado su esperanza y gozo en Dios. Cuando hacemos lo mismo, “Dios compromete todo su corazón para nuestra protección y alegría” (p. 67) aunque antes debamos pasar por aflicciones (1 P. 1:6).

¿Hemos venido a refugiarnos bajo las alas de Dios mientras nos esforzamos por hacer el bien a los demás?

Hombre, permite que Dios sature tu vida

Booz, por otra parte, no comparte la misma situación que ambas mujeres. Él era un hombre soltero, rico, y sabio (¡vaya partido!). Pero lo más importante es que Booz era un hombre de Dios y, además, un pariente dispuesto a cumplir con la ley del levirato. Esto significa que él podía casarse con Rut para redimir la herencia de la familia de Noemí. “Booz era un hombre saturado de Dios ya que tanto su negocio de agricultura y sus relaciones con sus empleados estaban llenos del señor” (p. 61).

¿Estás tan saturado de Dios que se evidencia en los pequeños detalles de tu vida cotidiana y las decisiones que tomas?

“No te ha faltado hoy redentor”

En los últimos versículos de Rut leemos: “Entonces las mujeres dijeron a Noemí: ‘Bendito sea el Señor que no te ha dejado hoy sin redentor; que su nombre sea célebre en Israel” (Rt. 4:14).

A la luz del evangelio, esto nos recuerda que no debemos fijar nuestra atención en el árbol y perder así la majestuosidad del bosque. Las vidas de Noemí, Rut, y Booz, narran una pequeña historia de un amor redentor dentro de la gran historia del majestuoso amor redentor de Dios para pecadores, como tú y como yo. A Noemí no le faltó pariente redentor. A nosotros tampoco nos faltará un pariente redentor: Jesucristo, Emmanuel, Dios con nosotros.

Reflexión final

Bajo las alas de Dios nos guiará a mirar más allá de nuestras circunstancias. Pueden ser amargas, sí, pero es en esa amargura que refugiarse en Cristo es lo más dulce posible. Rut lo hizo, ¿lo haremos nosotros?

A pesar de que el libro de Rut fue escrito decenas de siglos atrás, John Piper se encarga de desmentir el menosprecio por la antigüedad de esta hermosa historia. La vida de Noemí, Rut, Booz, y Obed, no solo tiene relevancia teológica en la actualidad, sino también una relevancia práctica para nuestro día a día.


[1] C. S. Lewis, El problema del dolor, p. 60.

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