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A principios de este verano, después de 36 años de servicio fiel, Erwin Lutzer dejó el cargo como pastor principal de la The Moody Church y pasó a ser el pastor emérito. Desde esta posición continuará sirviendo de varias formas, tales como participando en conferencias, escribiendo artículos, y trabajando con Moody Church Media.

Le pregunté al Dr. Lutzer, un miembro del Consejo de The Gospel Coalition, sobre sus décadas de ministerio, planes futuros, y algunos consejos para los pastores más jóvenes.


¿Cuál es el momento que más atesora de sus casi cuatro décadas de ministerio pastoral?

El gran pastor Charles Haddon Spurgeon dijo una vez que no sabía lo que sería el cielo, pero que lo más cerca que estuvo de él aquí en la tierra fueron esos momentos en los que estaba predicando y experimentó una conexión especial con Dios. Mis mejores momentos en la The Moody Church fueron durante nuestros servicios del domingo de Pascua, cuando tuve el privilegio de predicar a una iglesia abarrotada, declarando la resurrección y la belleza del evangelio. Ese es el aspecto más destacado de mi ministerio.

¿Cómo ha visto las cosas cambiar dentro del evangelicalismo en estas últimas cuatro décadas? ¿Cree que el ministerio de la iglesia local es más difícil para los pastores jóvenes en estos días, o son los mismos retos?

Los cambios en el ministerio en las últimas cuatro décadas son demasiado numerosos para hacer comentarios, solo voy a mencionar algunos. Uno es el cambio en el propósito de nuestras reuniones; a menudo han pasado de centrarse en los creyentes a elaborar estrategias para los no convertidos (por ejemplo, el movimiento “atractivo a visitantes” [seeker-sensitive]). Junto con este cambio vinieron las llamadas “guerras de adoración”, en donde el propósito de la alabanza y la música dejaron de ser animar a la contemplación. Los himnos fueron sustituidos por bandas ruidosas y letras contemporáneas (que no siempre es algo malo). Un tercer cambio es que muchos pastores ahora se abstienen de hablar acerca de las realidades controversiales y dominantes de nuestra cultura. Por último, hay un temor real de que nos están quitando nuestras libertades básicas porque la intervención judicial ha ido demasiado lejos. Hemos despertado al hecho de que esto no es los Estados Unidos que una vez conocimos.

¿Qué consejo le daría un aspirante a pastor que está al comienzo de su capacitación para el ministerio?

Quisiera hacer hincapié en la necesidad de la integridad personal (vea el número de pastores que han tenido que dejar el ministerio porque su carácter no fue a la par con sus dones). También le animo a prestar mucha atención a su matrimonio y su familia, y a escoger algunos hombres que puedan convertirse en sus compañeros de oración. He encontrado que esto es una gran fuente de aliento y bendición.

¿Cómo lo animaría? Haciéndole saber que las pruebas vendrán, y que las más grandes serán cuando los amigos lo traicionen. Que debe aprender de la crítica en lugar de reaccionar a ella. Y que tiene que estar seguro de que ha sido llamado; si lo es, Dios hará que la gracia omnipotente vaya a la par con sus pruebas.

¿Qué consejo le darías en lo que se refiere a la predicación? ¿Cuál es la mejor manera de acercarse a la Biblia?

Yo sugeriría que cada vez que prepare un sermón se pregunte, “¿Por qué este sermón causará que las vidas de la gente cambien para siempre?”. Y la respuesta debe ser muy específica. Esta es la pregunta que me ha guiado durante mis años de predicación. Siempre he visto la predicación como algo más que la comunicación de la verdad. Un sermón debe ser construido con una buena comprensión del texto bíblico junto con una buena comprensión de las necesidades humanas. Además, es importante no solo predicar de los pasajes y temas más “positivos”, sino también de los “difíciles” que atienden los problemas contemporáneos.

Pocos pastores permanecen mucho tiempo en la misma iglesia hoy en día. ¿Cuáles son las ventajas y los peligros de permanecer en un puesto durante 36 años?

Siempre he considerado a un pastor y su congregación como una relación matrimonial (excepto que, en este caso, se permite el divorcio). Si hay armonía, y el pastor está cumpliendo con las expectativas de la congregación y los ancianos, la relación puede continuar durante mucho tiempo. En mi caso, estaba claro desde el principio que mis dones y estilo de liderazgo eran compatibles con la iglesia. Incluso en los momentos difíciles (y ha habido algunos sin duda), siempre he gozado de la confianza total de la junta. La longevidad dio a nuestra institución un sentido de previsibilidad y credibilidad. Hemos sido capaces de tener una agresiva campaña de recaudación de fondos por muchos años, y mi liderazgo le dio a la iglesia continuidad y confianza.

La desventaja de un largo pastorado es que el pastor o la iglesia (o ambos) pueden estancarse, o que el pastor podría quedarse por más tiempo del que es bienvenido y efectivo. Le dije a la congregación que me iría si llegaba a tener más recuerdos que sueños. Cuando tomé la decisión de irme fue en un tiempo, tal y como dijo uno de mi equipo pastoral, en el que por la gracia de Dios nadie quería verme ir. La longitud de un pastorado tiene muchas variables, y tanto el pastor como el liderazgo de la iglesia necesitan sensibilidad a estas relaciones y a la dirección de Dios en el proceso.

Usted es un héroe ministerial para muchos hombres jóvenes. ¿Cómo sugiere que los pastores jóvenes aprendan y apliquen las enseñanzas de los ministerios de sus héroes?

No me veo a mí mismo como un “héroe” para pastores jóvenes, aunque soy consciente de que el extenso ministerio radial y los libros que he escrito podrían posicionarme en ese estatus en la mente de algunos. Esto es lo que deben aprender: Dios no nos evaluar basado en el tamaño de nuestro ministerio. Él honra la integridad, el quebrantamiento, y la humildad. Para el pastor en una iglesia pequeña me gustaría citar las palabras de Francis Schaeffer: “No hay lugares grandes o lugares pequeños para servir; solo hay gente fiel y gente infiel”.

Sigan a aquellos de nosotros que somos mayores, pero no nos idolatren. Tenemos las mismas tentaciones, angustias, y desafíos que todos los pastores tienen. No te rindas y no creas que el fin del mundo ha llegado solo porque no todo el mundo te apoya.

¿Cuáles son sus planes para el siguiente capítulo del ministerio? Usted ha sido un autor prolífico, ¿seguirá escribiendo libros? Recientemente ha escrito sobre la Reforma en el Rescuing the Gospel [Rescate del Evangelio] (Baker). ¿Qué es lo próximo?

Espero permanecer ocupado sirviendo al Señor. Le estoy pidiendo que me ayude a responder a una sola pregunta: ¿Cuál es la mejor forma de invertir los años de vida que me restan en beneficio de la próxima generación? Desde luego, espero pasar más tiempo con mis ocho nietos, pero también quiero animar a otros pastores a través del asesoramiento personal, ofreciendo seminarios, y así sucesivamente. Y sí, voy a seguir escribiendo libros y publicando en el blog, especialmente acerca de los cambios que nuestra cultura ha traído. No hace falta decir que los pastores de hoy en día tendrán que hacer frente a retos que nosotros que somos mayores nunca imaginamos.

Además, continúo trabajando con los medios de comunicación de la The Moody Church. Nuestro programa bandera “Running to Win” (Corriendo para Ganar) está disponible en la radio para cientos de mercados, y ese alcance continuará bajo mi dirección.


Publicado originalmente en The Gospel Coalition. Traducido por Becky Parrilla. 
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