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Tengo un amigo que viaja a China varias veces al año por el ministerio. Sus planes son secretos. Incluso los que viajan con él no están informados de los detalles del viaje, y otras partes del itinerario solo se revelan a la medida en que alguien necesite saberlos. El equipo entero se lleva sudaderas o chaquetas con capuchas, ocultando su identidad tan pronto como tocan el suelo. Una camioneta negra los lleva a un lugar no revelado, a lo largo de una ruta tortuosa con múltiples curvas a lo largo del camino. Una vez en el centro de entrenamiento, no ven la luz del día hasta que están de regreso al aeropuerto.

Yo, por otra parte, pastoreo una iglesia en China abierta y públicamente. Cuando la gente me pregunta en qué trabajo, incluso hablando públicamente a un grupo de personas, digo: “Soy pastor de una iglesia. ¡Deberías venir a visitar!”.

Tal vez estés más familiarizado con la primera descripción del ministerio en China, tal vez con la segunda, tal vez ambas. Cualquiera que sea el caso, los informes aparentemente contradictorios sobre el ministerio en el llamado reino medio pueden llevar a la confusión.

Entonces, ¿cómo es realmente el ministerio en China? Aquí hay una guía para ayudar a orientarte en el panorama.

Aclaratoria preliminar

Primero, una aclaratoria. No puedo decirte nada sobre cómo las cosas son en China, esto es, a menos que nos sintamos cómodos con decir que la cuestión es como un montón de cosas contradictorias al mismo tiempo. Una descripción fiel y honesta del cristianismo chino será matizada y algo paradójica, no definitiva y unilateral. Joann Pittman escribió un artículo (en inglés) de muchísima ayuda que debe ser lectura obligatoria para cualquier persona que visite o discuta China. En algunos lugares y en algunos momentos China es una cosa, mientras que en otros lugares y épocas es todo lo contrario.

Cuando se hace la pregunta si China es de esta manera o aquella, la respuesta es casi siempre: “Sí”. De hecho, es fácil detectar a un novato en el tema de China: son los que con confianza comienzan diciendo: “La iglesia en China es ______”, “Los cristianos en China creen en ______”, “El ministerio en China es siempre ______”, o “La actitud del gobierno hacia los cristianos en China es ______”.

Así que la meta de entender lo que realmente es China debe hacerse con cuidado. O al menos debe tomarse de una manera que permita la ambigüedad y reconozca el enigma del tema. Hacia ese objetivo y en ese espíritu, aquí hay cinco cosas útiles para entender el panorama de la iglesia en China.

1. Entender la legalidad del cristianismo en China

El cristianismo en China no es ilegal. La postura oficial del Partido Comunista es atea, pero no se obliga eso sobre todos los ciudadanos chinos o expatriados. El cristianismo protestante es una de las cinco religiones aprobadas junto con el budismo, el taoísmo, el islam, y el catolicismo modificado (yo digo “modificado”, ya que la Iglesia católica China se ve obligada a operar independiente de Roma).

Una vez fui reprendido en una iglesia en los Estados Unidos después de predicar un sermón en el que usé la frase “país cerrado” en referencia a China. Una hermana, seguramente bien intencionada, me reprendió: “China no es un país cerrado. Fuimos allí para adoptar a nuestra hija y vimos varias iglesias a la vista”.

Es cierto, pero la legalidad del cristianismo es solo una de varias cosas que debemos entender.

2. Entender el Movimiento Patriótico de las Tres Autonomías (de aquí en adelante MPTA)

El cristianismo ha estado en China durante mucho, mucho tiempo. Su visibilidad pública, sin embargo, ha ido y venido. Las misiones cristianas comenzaron con Matteo Ricci en 1582, pero el cristianismo fue prohibido y catalogado como “culto maligno” en 1724. Algunos tratados en 1860 permitieron las misiones, solo para que todos los misioneros fueran expulsados ​​por el Partido Comunista en 1953, y todos los grupos religiosos prohibidos por el presidente Mao en 1966. En 1979 las religiones aprobadas fueron permitidas de nuevo, gobernadas por el Movimiento Patriótico de las Tres Autonomías (MPTA) y el Consejo Cristiano de China (CCC), el cual es gobernado por el gobierno.

Desglosar el acrónimo MPTA es útil. Primero, es un movimiento. Pero no es solo un movimiento; es prácticamente el único movimiento, ya que China, en general, le tiene miedo a cosas como redes, coaliciones, sínodos, presbiterios, y denominaciones. A China no le gustan los grupos grandes y organizados que puedan agitar fácilmente a las masas. Así que hay un movimiento para gobernar todos los movimientos: la MPTA, gobernada por el Partido Comunista Chino.

En segundo lugar, es un movimiento patriótico. No es casualidad que el movimiento que gobierna los asuntos cristianos protestantes no tenga una jerga religiosa en su título. La lealtad está en primer lugar con la República Popular.

Tercero, es el Movimiento Patriótico de Tres Autonomías. Las tres autonomías son: autogobernados, autofinanciados, y autopropagados (es decir, las actividades de misiones son locales, no extranjeras). ¿Ves? Sin movimientos, sin denominaciones. Toda iglesia debe existir bajo la dirección del consejo municipal y provincial, pero sin influencia externa y sin formar redes, presbiterios, u otros grupos similares.

Sin embargo, si el gobierno permite el cristianismo legalmente, incluso el cristianismo visible, público, y de reuniones en edificios, ¿qué hay de todas las historias de persecución, cristianismo clandestino, e iglesias caseras?

3.  Entender la existencia del movimiento de la iglesia casera

Sí, el cristianismo en China es legal, y sí, las iglesias pueden reunirse públicamente bajo la bandera MPTA. Pero esto tiene consecuencias. El MPTA se reserva el derecho de censurar y controlar sus iglesias en la medida que lo consideren necesario y apropiado.

Por supuesto, las cosas solían ser mucho peores de lo que son en 2017. En el pasado, ciertos libros bíblicos estaban prohibidos como textos de exposición (principalmente los de los últimos tiempos, como Daniel y Apocalipsis), el evangelismo no estaba permitido, el evangelio no podía ser proclamado con denuedo, y así sucesivamente.

En consecuencia, muchos cristianos han decidido reunirse fuera de la estructura del MPTA. Estas son las llamadas iglesias clandestinas o iglesias caseras. Se reúnen en tiendas, bares, y restaurantes cuando están cerrados, o en casas y apartamentos alquilados. Todas estas iglesias son consideradas ilegales por el gobierno, y por lo tanto son objeto de persecución si son descubiertas, y si no se sujetan a la ley. Los funcionarios locales a veces saben acerca de estos grupos y se hacen de la vista gorda, pero como son ilegales, no hay paz mental, ya que estas iglesias podrían ser hostigadas ​​si presionan a los oficiales locales.

El gobierno ha ido relajando gradualmente las restricciones, aunque, como ya he mencionado, esto depende del tiempo y el lugar. Hoy en día, no es nada raro asistir a una iglesia MPTA y escuchar el evangelio predicado, o escuchar una exhortación a compartir su fe con los demás. El gobierno chino incluso ha extendido una invitación a las iglesias caseras para que salgan a la luz y se registren. Las autoridades han prometido un lugar seguro en su actual espacio de reuniones clandestinas; solo quieren saber quiénes son y dónde están.

Así que, con tales evidencias de relajación, ¿por qué algunos cristianos permanecen clandestinos?

4. Entender la continuidad del movimiento de la iglesia casera

En primer lugar, los líderes de las iglesias caseras no son clandestinos debido a la magnitud de la intromisión gubernamental, sino por el simple hecho de que la misma existe. Por analogía, considere el Partido del Té de Boston en la revolución americana. Contrario a la creencia popular, esta protesta tuvo poco que ver con el aumento de impuestos en las colonias americanas. La Ley del Té de 1773 realmente redujo la carga impositiva sobre los estadounidenses. Los colonos estaban en desacuerdo con la capacidad británica de involucrarse, independientemente de que los efectos fueran o no favorables.

Esta es la postura de la iglesia casera. No importa lo que quiera el gobierno, Jesucristo sigue siendo el jefe de la iglesia, no la MPTA ni la CCC.

En segundo lugar, el asunto se hace peor por la desconfianza histórica que tienen los cristianos de los intentos del gobierno de ayudarlos. Las invitaciones a registrar voluntariamente las iglesias han sido recibidas con escepticismo por cualquier persona con un libro de historia. E incluso si los motivos son actualmente puros, es sabido que el gobierno chino suele cambiar de opinión. ¿Y si los vientos de favor cambian mañana?

Finalmente, todavía existen restricciones indeseables, restricciones que las iglesias registradas han aprendido a tolerar, pero hay políticas con las que muchos líderes de la iglesia no se llevan bien. Incluso en las iglesias registradas, por ejemplo, todos los eventos deben ocurrir durante los horarios designados en la instalación designada. Los grupos pequeños, las células, los eventos de capacitación, etc., deben tomar lugar en el edificio de la iglesia donde se puedan monitorear las cosas. Algunos pastores están obligados a enviar sermones a un funcionario del gobierno con anticipación para su revisión y aprobación.

5. Entender las iglesias internacionales

Una última pregunta podría ser útil para los cristianos en el Occidente: si la MPTA y la CCC gobiernan los asuntos religiosos chinos, ¿qué pasa con todos los extranjeros en China? ¿Pueden ir a una iglesia china? ¿El gobierno también gobierna las iglesias internacionales? Y si es así, ¿cómo funciona eso?

Algunos extranjeros, cuya capacidad lingüística es buena, asisten a iglesias chinas. Otros se agrupan en casas y escuchan sermones foráneos. Y otros se reúnen en iglesias internacionales visibles y reconocidas.

Esta última categoría existe en las ciudades grandes con poblaciones internacionales significativas. A estas iglesias internacionales les suelen requerir una revisión de pasaportes en la puerta, para asegurarse de que la congregación es de hecho internacional y no local.

Una vez más, siempre hay excepciones, pero la mayoría de las iglesias internacionales “registradas” se reúnen en un edificio de la MPTA cuando la congregación china no está usando la instalación. Un escenario común es que la iglesia china utilice el edificio por la mañana, y los extranjeros alrededor de las 4 p. m. para su servicio. Pero incluso entonces, no es como si la iglesia internacional fuera reconocida de la misma manera que la congregación china. Tal vez “reconocida” es una mejor palabra para las iglesias internacionales que “registrada”. Estas congregaciones rara vez usan la palabra “iglesia” en su nombre, optando por llamarse a sí mismas una “comunidad”. Un pastor me lo describió diciendo que es como si el gobierno ve la reunión internacional como una escuela dominical de la iglesia MPTA local. La iglesia se reúne allí por la mañana, pero permiten que algunos extranjeros vengan por la tarde, todos bajo el mismo paraguas de aquella iglesia sancionada por la MPTA. Las peticiones de los extranjeros de mudarse a un espacio más grande, cambiar de lugar, añadir un segundo servicio, u organizar un evento externo se ven con desdén.

Por estas (y otras) razones, la imagen de la iglesia internacional se asemeja a la de la iglesia china: algunas iglesias registradas, muchas más iglesias clandestinas, y algunas que son híbridas: no registradas, pero se reúnen públicamente.

Unas últimas palabras

Muchas preguntas permanecen, por supuesto. Estos cinco puntos no son de ninguna manera exhaustivos. Pero vale la pena señalar que las necesidades en China son tan grandes como siempre. La iglesia en China es a menudo elogiada en Occidente como el pináculo del discipulado cristiano moderno y la plantación de iglesias. Y en algunos aspectos es una reputación bien merecida. La iglesia en China se ha forjado a través de los fuegos de la persecución, y los cristianos son hombres y mujeres de inmensa fe con gran gozo en el Señor.

La cosecha todavía es abundante, y los obreros todavía son pocos. De hecho, los obreros parecen ser menos de lo que eran hace una década.

Pero también hay mucho desorden. Las estadísticas de las iglesias plantadas suelen estar infladas; las historias de conversión a veces son inventadas; las agencias misioneras y las iglesias misioneras están exportando una teología pobre; y muchas iglesias caseras chinas están llenas de mala doctrina e influencia de cultos destructivos.

La cosecha todavía es abundante, y los obreros todavía son pocos. De hecho, los trabajadores parecen menos de lo que eran hace una década.

Oremos por una nueva ola de obreros, sean misioneros o trabajadores en un mercado, para ayudar a proveer recursos, equipar, enseñar, y entrenar a uno de los movimientos de la iglesia más grandes del planeta.


Publicado originalmente en The Gospel Coalition. Traducido por Kevin Lara.
Imagen: Lightstock.
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