Convertirte en padre es una de las responsabilidades más grandes que existen. Lejos de hacerlo más fácil, ser padre por adopción agrega varios elementos complicados que debes analizar y tomar en cuenta antes de caminar en esa dirección.
Puede ser que tu esposa haya estado orando por ti en esta área durante mucho tiempo, pero tú sigues sin saber si deberían adoptar. Como padre de familia, tienes una perspectiva única y sientes la gran responsabilidad de velar por el bienestar integral de tu familia. Seguramente no puedes pensar en adoptar un niño sin considerar seriamente la parte práctica: ¿Nos alcanzará para pagar la educación? ¿Cómo vamos a caber en un carro? ¿A qué hora pasaremos tiempo juntos y con nuestros hijos de manera individual? Dios creó a los hombres con una inclinación hacia lo práctico de la vida; es fácil que nos volvamos expertos en agilizar, sistematizar y buscar la eficiencia.
Pero la adopción no tiene que ver con agilidad o eficiencia. Por mucho que te prepares, lo que Dios pide de ti abrumará tus capacidades administrativas para que te des cuenta de lo que siempre has sido: totalmente dependiente de Él. Los dones, habilidades y perspectivas que tienes serán importantes en el viaje de ser padres adoptivos, pero quiero animarte a hacer una pausa para considerar el costo de la adopción, no solamente el costo económico, sino el costo emocional y espiritual.
Imagina que Dios te está sirviendo un banquete con tus responsabilidades de vida y llegas a la mesa listo y dispuesto para recibir lo que Él tiene para ti. Llegas con la expectativa de que Dios no te dará más de lo que puedes manejar, que tu familia sacará lo mejor de ti y que todos te comprenderán como padre adoptivo. Estas expectativas alimentan nuestro deseo de aceptar el reto de adoptar, pero junto a las buenas intenciones, las expectativas son compañeras muy infieles y distraídas.
La adopción seguramente será mucho más de lo que puedes manejar; te sentirás abrumado y probablemente te preguntarás “¿Por qué me metí en esto?”. Pero también, cuando llegues al final de tu fuerza y capacidad, te darás cuenta de que la idea de que lo podías hacer tú solo siempre fue una ilusión y una meta que no se alineaba con los propósitos de Dios.
Dios nos lleva a nuestros límites para exponer el contenido de nuestro corazón. El sufrimiento que experimentarás al adoptar tiene el potencial de acercarte más al Señor y volver tu familia más dependiente de Él.
Necesitas tu comunidad
Cuando la conducta de tu hijo adoptivo te lleve hasta el límite, te verás obligado a buscar ayuda; sin embargo, los padres sabios buscan la ayuda antes de alcanzar su límite. Muchas veces sentimos que la responsabilidad que Dios nos dio como padres significa que debemos tener todas las respuestas y poder resolver todo sin que otros se den cuenta de nuestra dificultad. Pedir ayuda sería una muestra de debilidad y no sería coherente con el concepto que tenemos de un papá fuerte, sabio y protector. Debemos recordar que nuestra debilidad no aleja a Dios de nuestras vidas y no existe un sistema en el que Él “nos quite puntos” cuando necesitamos auxilio.
Al contrario, el sistema que Dios utiliza para hacer crecer a sus hijos es el de las personas débiles buscando ayuda de otras personas débiles y hallando el consuelo de Dios en la presencia de otros. Aunque la decisión de adoptar es una que tomarás solo junto con tu esposa, este será un nuevo comienzo en donde necesitarás de tu comunidad y tendrás que confrontar tu temor de ser una carga para alguien más.
Dios te está usando para expandir su reino por medio de la adopción, pero también busca desmantelar el reino de orgullo y egoísmo que existe en tu propio corazón
El apóstol Pablo nos enseña que debemos sobrellevar las cargas de los demás y así cumplir la ley de Cristo (Gá 6:2), por lo que debes poder responder a la siguiente pregunta: ¿A quién permites que sobrelleve tus cargas? Si no lo estás haciendo ahora, deberías empezar, ¡antes de adoptar! Injertar un niño a tu familia por medio de la adopción es una situación que vas a necesitar sobrellevar en grupo. Esto es el diseño de Dios para todas las familias, pero la adopción probablemente te empujará a abrazar esta verdad de una forma más urgente.
Necesitas crecer en humildad
Al mismo tiempo que Dios alcanza a un niño y lo ubica en familia, también lo usa para impactar a los padres adoptivos. Hay pocos instrumentos de santificación más eficientes que el convertirse en padre y la adopción solo potencia su eficacia. Dios te está usando para expandir su reino por medio de la adopción, pero también busca desmantelar el reino de orgullo y egoísmo que existe en tu propio corazón.
¿Estás dispuesto a confrontar los ídolos que ocupan el trono de tu corazón? Si crees que estás salvando la vida de un niño o, por otro lado, que tú necesitas a un hijo para ser feliz, adoptar un niño no cumplirá tu expectativa… más bien la destrozará.
Necesitas amar a tu esposa
Uno de los mejores regalos que puedes dar a tus hijos, sean biológicos o por adopción, es una relación de amor verdadero con tu esposa; esto lo puedes fomentar desde ya. Al introducir un hilo de trauma al tejido de tu familia, las preguntas “¿Cómo es un papá?” y “¿Cómo es un matrimonio que honra a Dios?” se vuelven aún más importantes.
Ama a tu esposa de una forma sacrificial y estarás invirtiendo en tus hijos de una forma eterna. Tu hijo, que ha conocido el abandono y abuso a manos de otros, podrá aprender algo distinto cuando modelas un matrimonio basado en la honra y sujeción mutua.
Ama a tu esposa de una forma sacrificial y estarás invirtiendo en tus hijos de una forma eterna
Necesitas recordar quién eres
Recordemos que antes de ser padres somos hijos. Es el rol eterno que Dios nos da a nosotros por medio de nuestra adopción en Cristo. Verte como el huérfano que fue adoptado te ayudará a entender la gracia que Dios te da al convertirte en padre adoptivo.
El evangelio debe ser la mayor noticia que resuene en los pasillos de tu hogar y tienes el privilegio de ser el vocero principal. Que las realidades sobre los retos de tu familia enriquezcan las verdades espirituales que Dios ha revelado en su Palabra; verdades que se harán más real en medio del sufrimiento que pasarás.
Un dolor colmado de esperanza
Padre por adopción, permite que otros te encuentren en tu necesidad. Pide ayuda, descansa en el yugo ligero de Cristo y sé vulnerable y sincero sobre tus pecados y dificultades. Adoptar a un hijo te quebrantará y dolerá, pero será un dolor colmado de esperanza y propósito que llevará fruto para la gloria de Dios.
A lo largo de este proceso, el Señor trabajará con tus áreas más difíciles y oscuras… las áreas que siempre preferimos ocultar. No dejes de pensar en lo práctico, de hacer números y medir los riesgos, pero también piensa en que Dios no te abandonará aunque los números no cuadren y la conducta no mejore.
No podrás llevar a tu familia a un lugar donde tú no has ido, así que comienza hoy a perseguir lo que quieres dejar como herencia: una vida que refleja la gracia de Dios en cada una de sus facetas, debilidades y todo.