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La adoración define nuestra iglesia, nuestra vida personal y también debería marcar nuestros hogares. De hecho, la adoración familiar tiene una larga trayectoria en la iglesia protestante. Junto con la adoración corporativa y privada, se considera una de las rutinas regulares de la vida cristiana. Los beneficios son eternos.

La Palabra y la oración son los medios que Cristo emplea para bendecir y ministrar a Su pueblo. Como padres, queremos mantener a nuestros hijos (y a nosotros mismos) en el camino de Cristo participando en Sus medios de gracia. Sin algo de regularidad, estructura y propósito, a menudo asumimos que estamos animando a nuestros hijos en Cristo más de lo que realmente lo hacemos. La adoración familiar estructurada busca el encuentro diario con Cristo a través de estos medios de gracia y la hacemos juntos.

La adoración familiar estructurada busca el encuentro diario con Cristo a través de estos medios de gracia, y la hacemos juntos

La forma de la adoración familiar

Hay muchas razones por las que la adoración familiar es importante. Además, por fortuna, ¡no es difícil! Termina la cena, recoges la mesa, pasas a la sala de estar, abres la Biblia, lees una sección corta y oras. Es breve. No tiene que ser intimidante, no tiene que ser difícil. De hecho, no debería serlo.

Estas son algunas sugerencias de cómo podría ser tu tiempo de adoración familiar según el tiempo que tengas disponible.

5 minutos: Oración

Si ha sido una noche difícil y el tiempo es limitado, simplemente reúne a tu familia y ora durante cinco minutos. Pide a cada uno que comparta algo por lo que esté agradecido en el día o una petición por la que le gustaría que otra persona orara a su favor. Luego, oren. Incluso cinco minutos ante el trono de Dios son importantes. El tiempo en oración nunca es tiempo perdido.

Ahora, esto no es ideal para una rutina regular. Pero algo es mejor que nada. Hay algunas noches en las que cinco minutos es todo lo que tenemos de energía, paciencia o tiempo. Eso está bien. Recuerda que esto es un medio de gracia, no una carga. Aprovecha el momento, disfrútalo y saca el máximo provecho de esos cinco minutos.

10-15 minutos: Oración, Palabra, canción

En mi experiencia como padre, esposo y pastor, este marco de tiempo es ideal. El culto familiar no necesita ser largo para ser efectivo. La mayoría de las familias encontrarán que entre 10 y 15 minutos es el punto ideal.

Si tus hijos son pequeños, considera la posibilidad de leer un breve relato de una porción narrativa de las Escrituras durante cinco minutos, orar durante unos minutos y atreverte a cantar durante dos minutos. Las narraciones conectan con los niños: les encantan las historias. Utiliza eso en beneficio de tu familia. Pide a cada persona que haga una petición de oración y haz que la persona de su derecha o de su izquierda ore. Incluso un niño de dos años puede orar para que mamá «ame más y más a Jesús».

Termina cantando. Puede ser intimidante, pero una vez que las familias comienzan a cantar juntos, siempre lo harán. Cuando los niños son pequeños, «Cristo me ama» y «La B-I-B-L-I-A» serán los favoritos. Añade «La Doxología» o «Sublime Gracia». A medida que tu familia crece en edad y experiencia, puedes ampliar tu repertorio.

15-20 minutos: Oración, Palabra, discusión, canción

Si tu familia es un poco más experimentada, tanto en edad como en la experiencia de la adoración familiar, puedes intentar quince o veinte minutos de adoración familiar. Este tiempo extendido permite más elementos e interacción. Estudien durante semanas y meses un libro de la Biblia. Lee pasajes consecutivos, pero siempre con el objetivo de comprender el mensaje general y deleitarse juntos en Cristo.

Parte del tiempo adicional puede aprovecharse para hacer preguntas sobre el pasaje que se leyó esa noche. Haz preguntas apropiadas para cada edad y permite que se produzca una conversación. También dale la oportunidad a tus hijos de hacer preguntas. Ten por seguro que no necesitas tener todas las respuestas. De hecho, es reconfortante para los niños que su padre o madre les diga: «No estoy seguro de cómo responder eso, pero me tomaré un tiempo para estudiar el tema y te lo diré». Tus hijos se beneficiarán de saber que te tomas en serio sus preguntas.

Ninguna práctica en tu hogar será más provechosa para tu familia que la adoración familiar diaria

Considera la posibilidad de añadir diferentes tipos de oraciones para que tu tiempo de adoración en familia sea más robusto. Podrías orar una oración de adoración, confesión de pecado, confesión de fe, acción de gracias y varias oraciones de intercesión. En nuestra familia, a menudo seleccionamos diferentes países por los que orar: cada persona ora por oportunidades para la iglesia y el evangelio en ese país.

20-30 minutos: Oración, Palabra, discusión, canción, memorización

Muy pocas familias deberían intentar dedicar de veinte a treinta minutos a la adoración familiar de forma regular. La consistencia a lo largo del tiempo pagará más dividendos que hacer la adoración familiar gravosa extendiendo a tu familia más allá de lo que pueden soportar.

Sin embargo, algunas familias pueden y deben aspirar a veinte o treinta minutos. Si eso es realista para tu familia, considera añadir la memorización de versículos bíblicos y un catecismo a tu tiempo de adoración familiar habitual. La memorización de la Palabra permite la meditación. La meditación de la Palabra nos lleva a ser formados por la Palabra. La memorización, la meditación y la imitación es un flujo natural en la vida cristiana.

Ninguna práctica en tu hogar será más provechosa para tu familia que la adoración familiar diaria. Los cristianos adoran; eso es lo que hacemos. Como familia cristiana, eso es lo que queremos hacer. Inténtalo.


Publicado originalmente en The Gospel Coalition. Traducido por Equipo Coalición.
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