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La siguiente es una visión general de las creencias del Mormonismo (La Iglesia de Jesucristo de los santos de los últimos días), junto con lo que la Biblia realmente enseña, impreso en los muchos artículos y recursos en la parte posterior de la ESV Study Bible (Biblia de estudio ESV) publicado con permiso.

1. Apostasía y restauración

Los mormones afirman que la apostasía “total” sobrevino a la Iglesia después de los tiempos apostólicos, y que la Iglesia mormona (fundada en 1830) es la “iglesia restaurada”.

Sin embargo, si la Iglesia mormona fuera verdaderamente la “iglesia restaurada”, uno esperaría encontrar evidencia histórica de la doctrina mormona en el primer siglo, como la pluralidad de dioses, y Dios el Padre siendo hombre en el pasado. Tales evidencias son completamente inexistentes.

2. Dios

Los mormones afirman que Dios el Padre fue una vez un ser humano y que luego progresó a la divinidad. Es decir, él es ahora un hombre inmortal exaltado, con un cuerpo de carne y hueso.

Sin embargo, basado en la Biblia, Dios no es y nunca ha sido un hombre (Nm. 23:19; Os. 11:9). Él es espíritu (Jn. 4:24), y un espíritu no tiene carne y huesos (Lc. 24:39).

3. Politeísmo

Los mormones no creen que la Trinidad consiste de tres Personas en un solo Dios, sino en tres dioses distintos. Según el mormonismo, potencialmente hay miles de dioses además de estos.

Sin embargo, confiar en o adorar a más de un dios es explícitamente condenado a lo largo de toda la Biblia (por ejemplo, Ex. 20:3).

4. Exaltación de los humanos

Los mormones creen que los seres humanos, como Dios el Padre, por un proceso de exaltación pueden llegar a la divinidad.

Pero la Biblia enseña que el anhelar ser divino llevó a la caída de la humanidad (Gn. 3:4). Dios no mira con agrado a los seres humanos que pretenden alcanzar a ser deidad (Hch. 12:21-23, contraste con Hch. 14:11-15). Dios desea que los seres humanos reconozcan humildemente que son sus criaturas (Gn. 2:7; 5:2; Sal. 95:6-7; 100:3). En la eternidad, el estado de los redimidos será uno de gloriosa inmortalidad, pero serán para siempre criaturas de Dios, adoptadas como sus hijos (Rm. 8:14-30; 1 Co. 15:42-57; Ap. 21:3-7). Los creyentes nunca se convertirán en dioses.

5. Jesucristo

Los mormones creen que Jesucristo fue el espíritu-hijo primogénito del Padre celestial y de una Madre celestial.

Después, Jesús progresó a deidad en el mundo espiritual.

Posteriormente, él fue concebido físicamente en el vientre de María, como literalmente el Hijo “unigénito” de Dios el Padre en la carne, (aunque en la actualidad muchos mormones mantienen una idea vaga sobre cómo ocurrió esto).

Bíblicamente, sin embargo, la descripción de Jesús como el “unigénito” se refiere a su posición sin igual como Hijo del Padre por toda la eternidad, quien posee su misma naturaleza divina (ver Jn. 1:14; Jn. 1:18; 3:16, 18; véase también Jn. 5:18; 10:30).

Además, Él es deidad eterna (Jn. 1:1; 8:58) y es inmutable (He. 1:10-12; 13:8), lo que significa que Él no progresó a la deidad, sino que siempre ha sido Dios.

Y la concepción de María de Jesús en su humanidad fue a través de un milagro del Espíritu Santo (Mt. 1:20).

6. Tres reinos

Los mormones creen que la mayoría de la gente terminará en uno de tres reinos de gloria, dependiendo del nivel de fidelidad. La creencia en Cristo, o incluso en Dios, no es necesaria para obtener la inmortalidad en uno de estos tres reinos, y por lo tanto, solo los más espiritualmente perversos irán al infierno.

Pero la Biblia enseña que la gente tiene solamente dos posibilidades en cuanto a su futuro eterno: los salvos disfrutarán de la vida eterna con Dios en el nuevo cielo y la nueva tierra (Fil. 3:20, Ap. 21:1-4; 22:1-5), mientras que los no salvos pasarán la eternidad en el infierno (Mt. 25:41, 46; Ap. 20:13-15).

7. Pecado y expiación

Los mormones creen que la transgresión de Adán fue un acto noble que hizo posible la mortalidad de los seres humanos, un paso necesario en el camino hacia la exaltación a la divinidad.

Ellos piensan que la expiación de Cristo asegura la inmortalidad para prácticamente todas las personas, ya sea que se arrepientan y crean, o no.

Bíblicamente, sin embargo, no hubo nada noble en el pecado de Adán, el cual no fue un escalón hacia la divinidad, sino que más bien trajo pecado, miseria, y muerte a la humanidad (Gn. 3:16-19; Rm. 5:12-14). Jesucristo expió por los pecados de todos los que confiarían en Él para salvación (Is. 53:6; Jn. 1:29; 2 Co. 5:21; 1 Pe. 2:24; 3:18; 1 Jn 2:2; 4:10).

8. La salvación

Los mormones creen que Dios le da prácticamente a todos una salvación general para tener una vida inmortal en uno de los reinos celestiales, que es como ellos entienden la salvación por gracia. La creencia en Cristo es necesaria solo para obtener el paso al reino celestial más elevado, para lo cual no solo es necesaria la fe, sino también la participación en los rituales del templo mormón y la obediencia a sus “leyes del evangelio” como prerequisitos.

Bíblicamente, sin embargo, la salvación por gracia se recibe por la fe en Jesucristo (Jn. 3:15-16; 11:25; 12:46; Hch. 16:31; Rm.. 3:22-24; Ef. 2:8-9), y todos los verdaderos creyentes reciban la promesa de vida eterna en la presencia de Dios (Mt. 5:3-8; Jn. 14:1-3; Ap. 21:3-7).


Publicado originalmente en The Gospel Coalition. Traducido por Andreina López.
Imagen: Lightstock.
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