¡Únete a nosotros en la misión de servir a la Iglesia hispana! Haz una donación hoy.

×

Jonathan Edwards (1703 – 1758) es catalogado por muchos como el pensador más grande de la historia de Estados Unidos. Fue una figura del avivamiento conocido como el Gran Despertar, en las colonias de Nueva Inglaterra (EE. UU.), en la década de 1740.

Edwards fue pastor desde los 18 años y sirvió por más de 35 años como ministro y erudito en diversos contextos. Fue amigo del gran evangelista George Whitefield, y también alguien cercano al misionero David Brainerd, de quien publicó un diario-biografía que sirvió como motivación para las misiones mundiales a varios de los misioneros más renombrados desde entonces (William Carey, Hudson Taylor, etc.).

Estas son tres cosas que deberíamos conocer sobre Jonathan Edwards y su legado:

1. Las obras más importantes de Edwards

Entre sus obras más relevantes, destacan:

– Sus 70 resoluciones personales, centradas en su deber de buscar la gloria de Dios en todo. Increíblemente, él las escribió entre los 18 y 19 años, mientras pastoreaba una pequeña congregación presbiteriana en New York City. Se cree que su resolución más sobresaliente es la número 63:

“En el supuesto de que no hubiera sino un individuo en el mundo, al mismo tiempo, que fuera apropiada y completamente un cristiano, en todo aspecto, ya sea de un temple correcto, teniendo al cristianismo siempre brillando con su verdadera brillantez y siendo excelente y amable, desde cualquier punto de vista y carácter: Resuelvo actuar así como lo haría si luchara con toda mi fuerza para ser ese uno, quien viviera en mi tiempo” (14 de enero y el 13 de julio de 1723). 

Tal resolución da en el centro del propósito de la vida de Edwards.

– Su sermón Pecadores en las manos de un Dios airado, basado en Deuteronomio 32:35b. La primera vez que Edwards predicó este sermón en su congregación, no causó ninguna conmoción fuera de lo normal. Pero al predicarlo un mes más tarde en Enfield, Connecticut (EE.UU), el 8 de julio de 1741, detonó un poderoso avivamiento. Aunque Edwards solo leyó tímidamente sus notas debido a su estado de salud ese día, “la gente se tiraba de sus bancas al suelo temblando de temor de caer en el infierno”.

El avivamiento en días de Edwards no fue recibido por todos. Para aclarar ciertas controversias, Edwards fue invitado a la Universidad de Yale a disertar sobre este asunto. Allí expuso Las cinco señales de un avivamiento, basado en 1 Juan 4:1-6. Esta conferencia fue impresa en 1741 y sirvió como punta de lanza para el trabajo más famoso de Edwards.

Tratado sobre los afectos religiosos, el libro más célebre de Edwards, es la mejor obra jamás escrita sobre los afectos hacia Dios y la verdadera religión. En dicho escrito, Edwards demuestra lo bíblico de los afectos (el gozo, el amor, etc.), los sistematiza y los define. Demuestra que los afectos intensos y santos son demandados por Dios a sus hijos, resultando imposible agradar a Dios sin la justa expresión de ellos.

– Entre las obras de Edwards también destacan su primer trabajo publicado, un sermón predicado al alumnado de Harvard en julio de 1731, titulado Dios es glorificado en la dependencia humana, basado en 1 Corintios 1:29-31. La fuerza de los argumentos de Edwards impresionaron a los oyentes, quienes llevaron aquel trabajo a la imprenta, a pesar de la marcada tendencia arminiana entre ellos.

2. La esencia de la teología de Jonathan Edwards

La característica que define a Edwards, según el historiador Roger Oslon, es que “ningún teólogo en la historia de la cristiandad ha sostenido una visión tan fuerte y elevada de la majestad, soberanía, gloria y poder de Dios como Edwards”. John Piper ha dicho que Edwards fue “un genio resuelto y decidido a vivir totalmente para la gloria de Dios”.

Según el historiador Mark Knoll, en los años después de Edwards, “los evangélicos norteamericanos no han pensado desde un inicio acerca de la vida como cristianos porque la cultura se lo ha impedido… La desaparición de la perspectiva de Edwards en la historia de la cristiandad norteamericana ha sido una tragedia”.

En la Enciclopedia Británica se resume bien la esencia de su teología centrada en la gloria del Dios soberano:

“Edwards no aceptó su herencia teológica pasivamente. En su Narrativa personal, confiesa que, desde su infancia, su mente ‘había estado llena de objeciones’ contra la doctrina de la predestinación… escribió: ‘Solía aparecer como una horrible doctrina para mí’. Aunque gradualmente trabajó a través de sus objeciones intelectuales, fue solo con su conversión (a principios de 1721) que llegó a una ‘deliciosa convicción’ de la soberanía divina, tanto como a un ‘nuevo sentido’ de la gloria de Dios revelada en las Escrituras y en la naturaleza. Esto se convirtió en el centro de la piedad de Edwards: una aprehensión directa e intuitiva de Dios en toda su gloria, una vista y un sabor de la majestad y belleza de Cristo mucho más allá de toda comprensión ‘nocional’, impartida inmediatamente al alma… por una ‘luz divina y sobrenatural’”.

3. El ejemplo de entrega de Jonathan Edwards

Para tener un sorbo del grado de entrega de Edwards a Dios, aparte de sus resoluciones, considera lo que escribió en uno de sus diarios:

“En la mañana… He estado delante de Dios, y me he dado con todo cuanto tengo y soy, a Él; de tal manera que yo no soy, en ningún aspecto, mío mismo. Yo no puedo pretender ningún derecho en esta comprensión, esta voluntad, este afecto, que están en mí…” (Sábado 12 de enero de 1723).

Casi tres siglos después, damos gloria a Dios por la consagrada, eficiente, e intensa vida piadosa de Edwards que ha servido de ejemplo para miles. Esperamos ser motivados a seguir fieles a Dios y tener una visión altísima de Él.

Que la tragedia que representa el abandono contemporáneo del poderoso concepto que Edwards tenía de Dios no tenga nada que ver contigo ni conmigo. Ojalá y que, al analizar que es posible vivir piadosamente consagrados al Señor, seamos movidos a la máxima piedad, en el más elevado gozo cristiano, para la gloria de Dios.


Una versión de este artículo apareció primero en Theo Magazine.
Recibe cada día los artículos, podcasts, y vídeos más recientes.
CARGAR MÁS
Cargando