De niño iba a misa con mi padre y soportaba la interminable resonancia inentendible de la voz del sacerdote. El ambiente dentro de la iglesia causaba en los presentes una actitud de reverencia y sumisión que me infundía cierto temor.
Pero esa solemnidad se derrumbaba al salir. En el atrio de la iglesia todos recuperaban sus tonos altos de voz, se ponían sus sombreros, las malas palabras volvían a su habitual función, y la mayoría de los hombres se disponían a emborracharse por la tarde.
Esta dualidad siempre daba vueltas en mi mente. Aparentemente, Dios estaba dentro de la iglesia y ahí se debía actuar con reverencia; sin embargo, una vez fuera, todos podían respirar tranquilos. Los minutos que le pertenecían a Dios habían terminado y las personas podían ser las de siempre.
El legado de la Reforma
César Vidal
Me costaba creer que Dios soportara semejante insensatez. ¿Por qué estas personas pensaban así? El legado de la Reforma, de César Vidal, me ayudó a comprender mejor esta visión: nuestra cultura (lo que hacemos) es moldeada por nuestra cosmovisión teológica (lo que creemos), aunque no seamos conscientes de ello.
Una herencia para el futuro
La espiritualidad de una sociedad moldea su cultura. Es relativamente sencillo darse cuenta de esto al ver las diferencias entre el Lejano Oriente, Medio Oriente, África, y Europa. Pero incluso es más interesante notarlo al ver la Europa del sur y la Europa del norte. O mejor digámoslo así: entre la Europa que vivió la Reforma y la Europa que vivió la Contrarreforma. Eso es lo que Vidal trata de explicar en este libro.
El reconocido periodista y escritor español dividió este ensayo histórico en cuatro partes. La tercera parte trata sobre el legado espiritual de la Reforma, mientras que la cuarta expone el legado cultural de la Reforma. Para llegar hasta allí, Vidal tiene que explicar los hechos que dieron origen a este movimiento. En la primera parte del libro, el autor habla sobre la Iglesia en la Edad Media y la necesidad de una reforma. La segunda parte, el nudo de la historia, toca el tema del origen del protestantismo.
Leer a César Vidal es interesante, pues escribe con disciplina, claridad, y elocuencia sobre asuntos históricos. Por estas razones, leer El legado de la Reforma me hizo entender, de una manera particularmente sencilla, que todo tiene un porqué, y que nada es tan espontáneo como parece a simple vista.
Los que han estudiado un poco la historia de la Iglesia saben que la Reforma fue producto de una serie de sucesos que erosionaron la credibilidad de la Iglesia católica a una velocidad voraz. Vidal menciona tres aspectos que catapultaron la mala fama de la Iglesia de Roma: (1) La falsificación de documentos y reliquias; (2) el Cisma de Occidente, que trasladó el papado durante un buen tiempo a Francia por razones políticas; (3) y la crisis espiritual (y por lo tanto moral) del clero. La Iglesia de la Edad Media ya distaba mucho de la Iglesia de los primeros tres siglos.
Algo que el libro no menciona, pero es importante recordar, es que antes de que se produjera un cisma al interior de la Iglesia católica, algunos ya había alzado su voz de protesta. Personajes como Pedro Valdo, Juan Wycliffe, Juan Huss y Girolamo Savonarola fueron solo algunos de los que tomaron acción en contra de los abusos. Un gran cambio, total y definitivo, se veía venir… ¿pero cuándo?
El monje desconocido
El eje central del libro está en la segunda parte, donde el autor se enfoca en la vida de Martín Lutero. La pregunta que Vidal intenta responder es: ¿Cómo un desconocido y —para muchos en su tiempo— insignificante monje llegó a provocar una revolución espiritual y cultural que cambiaría la historia?
A través de la lectura me sorprendió mucho notar cuatro momentos clave en la vida de Lutero que lo llevaron a romper definitivamente con la Iglesia católica: (1) Su visita a Roma en 1510, que terminó en desilusión al ver una ciudad supersticiosa, ambiciosa, y en decadencia moral. (2) Su trabajo como profesor, que fue clave en su entendimiento de la justificación por la fe. (3) Cuando Juan Eck, su antiguo compañero, atacó las 95 tesis. El estudio para responder llevó a Lutero a cuestionar como nunca antes la legitimidad de la institución que tanto amaba. (4) El último momento clave sucedió en 1520, cuando Lutero quemó en una hoguera la bula papal contra él. Muchos están de acuerdo que fue ese día cuando la Reforma nació oficialmente.
¿Cómo un desconocido y —para muchos en su tiempo— insignificante monje llegó a provocar una revolución espiritual y cultural que cambiaría la historia?
Algo que me intriga mucho al estudiar la historia de la Reforma es tratar de comprender las razones por las que Martín Lutero se salva de la muerte. Los tres años de tensión entre la publicación de las tesis y la Dieta de Worms son dignos de una novela de drama. Lutero se enfrenta contra el emperador más poderoso de su tiempo, contra el papa, contra la historia y la tradición de la Iglesia… ¡y sale vivo! David contra Goliat una vez más. ¿Cómo lo logró? La única (y la mejor) conclusión a la que he llegado, es que Dios intervino de manera clara.
En las décadas después de la Dieta de Worms en 1521, el protestantismo se extendió por el resto de Europa. Vidal resalta la labor de Ulrico Zuinglio, Juan Calvino, la evolución de la Reforma en Inglaterra, y la reforma radical de los anabaptistas.
El legado espiritual
Para César Vidal existen tres aspectos clave para entender el legado espiritual de la Reforma.
El primero fue el regreso a las Sagradas Escrituras. Durante siglos, la Iglesia católica había restringido cada vez más el acceso de los creyentes a la Palabra de Dios. Esto provocó no solo un desconocimiento bíblico sino un analfabetismo generalizado. La Reforma hizo que la gente leyera la Biblia, lo cual tuvo consecuencias muy profundas a largo plazo.
El segundo fue el regreso al evangelio. La absorción del mundo pagano por parte de la Iglesia de Roma, hizo que la salvación se convirtiera en algo que se ganaba con las obras; obras que, por supuesto, beneficiaban al clero. La Reforma trajo de regreso el entendimiento de que la salvación es solo por la fe en Cristo.
El tercer legado fue el regreso a Cristo. Para la Iglesia católica, Cristo ya no era el único mediador entre Dios y los hombres: estaban el papa, cada uno de los personajes del santoral, y la Iglesia misma. La Reforma hizo que la predicación y la vida de la Iglesia estuvieran solamente centradas en Cristo.
El legado cultural
Es más que lógico que al cambiar la espiritualidad de una sociedad, su cultura se vea afectada. César Vidal sustenta ampliamente con cifras y evidencias históricas cómo la Reforma creó una nueva visión del trabajo, las finanzas, los bienes materiales, el servicio público, la educación, la ciencia, la política, la beneficencia, el papel de la mujer, e incluso de las artes.
Al cambiar la espiritualidad de una sociedad, su cultura se vea afectada.
Conclusión
César Vidal hace algo que me encanta, y es conectar la historia con el mundo en el que vivimos hoy. El legado de la Reforma teje los hilos desde los inicios de la Reforma hasta la actualidad, y así termina. Nos da una lección muy interesante sobre la importancia de la historia. A través de ella podemos entender por qué pensamos como pensamos y cómo llegamos a este punto.
Sin embargo, quizá lo que más me emociona al leer libros como este es ver cómo Dios obra a través de la historia. Cristo partió la historia en dos bloques, y sigue interviniendo en ella; Él intervino en la vida de Lutero, y sigue interviniendo en la tuya y en la mía.
