×

Escatología práctica: Conoce el mapa bíblico de los últimos tiempos

Una reseña del libro «Escatología Práctica: Cómo vivir los últimos tiempos hoy» (Poiema, 2023).

El libro de Apocalipsis abre con una afirmación que debemos considerar seriamente. Juan escribe: «Bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de la profecía y guardan las cosas que están escritas en ella, porque el tiempo está cerca» (Ap 1:3). ¿Qué quiere decir esto? Una respuesta corta es que Dios ofrece bendición a quienes leen y comprenden el mapa bíblico de los eventos futuros.

El tema de la escatología se ha relegado a los libros de teología sistemática o debates entre estudiosos del tema. Pero esto no tiene que ser así. Por eso estoy agradecido por el libro Escatología práctica: Cómo vivir los últimos tiempos hoy (Poiema Publicaciones, 2023), escrito por Nathan Díaz, quien sirve como pastor en México y es graduado del Instituto Bíblico Moody en Chicago.

Su conocimiento de los contextos pastoral y ministerial se deja ver en las páginas de su libro, ya que está escrito de forma sencilla y que expone con fidelidad a la Escritura un tema tan profundo como lo es la escatología. La variedad de diagramas y cuadros facilitará al lector a ver de manera gráfica los temas plasmados en palabras.

Escatología práctica

Escatología práctica

Poiema Publicaciones. 352 páginas.

El tema de la escatología se ha relegado a los libros de teología sistemática o debates entre estudiosos del tema. Pero esto no tiene que ser así. Por eso estoy agradecido por el libro Escatología práctica: Cómo vivir los últimos tiempos hoy (Poiema Publicaciones, 2023), escrito por Nathan Díaz, quien sirve como pastor en México y es graduado del Instituto Bíblico Moody en Chicago.

Poiema Publicaciones. 352 páginas.

Este recurso ayudará a los creyentes a adquirir el conocimiento que por mucho tiempo se ha visto como algo opcional. Es crucial que estudiemos y disfrutemos de las verdades reveladas en la Biblia. El autor escribe:

Si vemos la profecía bíblica como algo futuro solamente, para alguna generación futura, y como algo que solo algunos cristianos tienen la capacidad de estudiar e interpretar, le hemos quitado a la Biblia parte del mensaje que tiene para la santificación de todo cristiano (p. xxii).

El libro contiene diez capítulos que clasificaré en tres temas: la primera venida, la era de la iglesia y la segunda venida.

La primera venida

La Biblia cuenta una gran historia. Para entenderla de manera adecuada, debemos acercarnos a su contenido como un todo. Necesitamos estar familiarizados con la narrativa central y conectar cada pasaje clave con el resto de la historia de redención. En esta primera sección, que abarca los capítulos uno al tres, el autor reconoce esta realidad.

Para entender el propósito de la llegada de Jesús en esa primera ocasión, necesitamos comprender los hechos que le antecedieron. Díaz explica que uno de los principios que ha transformado su manera de estudiar las Escrituras es lo que se conoce como teología bíblica: «La teología bíblica es la manera en la que toda la Biblia, desde Génesis hasta Apocalipsis, nos cuenta una sola historia: la de Jesús» (p. 29).

Con ese principio hermenéutico, esta primera sección desarrolla un fundamento sobre el cual el resto del libro es construido. Díaz expone sobre el propósito y la función de Israel en el Antiguo Testamento, y luego explica la conexión teológica de Israel con la llegada de Jesús a la tierra.

Desde el Antiguo Testamento leemos cómo Dios quería usar a Israel para que todas las naciones le conocieran (Sal 46:10; 67:2; Ez 36:23). Si vemos la historia y las promesas para el pueblo de Israel como algo desconectado del Nuevo Testamento, y en particular de la iglesia, hemos perdido la armonía del mensaje unificado que encontramos en la teología bíblica (p. 29).

La venida de Jesús resultó en el cumplimiento de muchas promesas mesiánicas dadas en el Antiguo Testamento. Su llegada lo cambió todo y es crucial que como creyentes entendamos esta realidad. Servimos al Rey victorioso, soberano y poderoso. En esa primera venida, Jesús venció la muerte, el pecado y a Satanás. Díaz explica que todas estas victorias reales fueron obtenidas por Cristo en Su primera venida y afirma lo siguiente:

Cualquiera que sea tu interpretación de Apocalipsis 20:1-3, tienes que reconocer que hay un sentido real en el cual Satanás está atado, ha sido ya derrotado y no puede detener el plan de Dios de avanzar Su reino por medio de la predicación del evangelio que es la misión de la iglesia (p. 57).

La era de la iglesia

Después de haber explicado el propósito del Antiguo Testamento, y de todo lo que significó la llegada de Jesús a la tierra, ahora el autor nos trae al presente, a lo que llamo «la era de la iglesia». Díaz argumenta que «la iglesia es el único pueblo redimido por Dios en la historia. En el Nuevo Testamento, judíos y gentiles ahora son uno en Cristo» (p. 61).

En el capítulo cuatro, el autor desarrolla la idea de la iglesia como la expresión del reino de Dios en la tierra. Él explica:

En el Nuevo Testamento, judíos y gentiles ahora son uno en Cristo. Solo existe una esposa, un pueblo y una iglesia por la cual Dios proclamará Su reino, hará todas las cosas y vindicará Su nombre. Lo que Dios hizo con Israel a lo largo del Antiguo Testamento era una sombra del plan que tenía para la iglesia (p. 62).

El autor afirma que el «verdadero pueblo de Dios» tiene que vivir como tal: santo y pulcro ante su Redentor. La época que estamos viviendo en la iglesia actual es la continuación de lo que hemos visto en el Antiguo Testamento, donde Dios llamó a un pueblo propio, un pueblo para Él. El llamado del autor en estos capítulos es el de animarnos a evaluar nuestras vidas a la luz de lo que Dios ya ha hecho y de lo que aún está por hacer.

Nuestro interés por los eventos futuros no nace de una simple curiosidad, sino de un deseo de vivir dignos de nuestra vocación (Ef 4:1). En este capítulo, el autor explica varios símbolos escatológicos y cómo representan el papel de la iglesia en el tiempo futuro. Nos habla de la iglesia como «los siete candeleros», «los veinticuatro ancianos», «los 144 mil» y «los dos testigos», entre varios más. A partir de estos, Díaz nos llama a reflexionar: 

Todos los símbolos que hemos recorrido en este capítulo nos describen a ti y a mí como pueblo escogido, amado, redimido, purificado, santificado, perseguido pero protegido y testigo fiel a su Amo y Salvador. Si somos honestos, ¿son estas certeras descripciones de nosotros? ¿Con qué áreas nos confrontan todos estos símbolos que a veces no reflejamos correctamente? (p. 104).

El estado intermedio y los enemigos de Dios

En el capítulo cinco, el autor nos lleva a reflexionar en lo que se denomina como «estado intermedio» y nos demuestra quiénes son los enemigos de Dios. Desde el inicio, Díaz asegura que «una de las verdades más importantes para la iglesia es la esperanza presente del estado intermedio» (p. 105). En esta sección explica lo que pasa con los santos que han muerto en Cristo. Identifica el significado del estado intermedio y describe los pormenores de los que ya están reinando junto con Cristo.

En el capítulo seis, somos expuestos a los enemigos de Dios. El autor nos ayuda a entender el significado bíblico del anticristo, el dragón y las dos bestias, Babilonia y otros personajes importantes en la escatología bíblica.

La segunda venida

La última porción del libro, capítulos siete al diez, están dedicados a todos los eventos futuros que rodean la segunda venida de Cristo. Aquí encontramos el rapto de la iglesia, las dos resurrecciones y la caída de Babilonia, entre otros temas.

La llegada de Jesús, nuestra futura resurrección y el reino eterno es nuestra esperanza anhelada. Como creyentes, frecuentemente olvidamos esta realidad escatológica. Es aquí donde Díaz hace un gran trabajo literario, porque alienta al creyente a fijar nuestra vista hacia estas promesas futuras y culminantes.

Si no tenemos cuidado, podemos pensar que «el fin» del creyente es la muerte, que después de eso ya no hay nada más. Podemos «resignarnos» a morir para ir al cielo. Pero es fundamental que recordemos que hay todo un programa que aún espera su cumplimiento y que nosotros, los creyentes, somos los beneficiarios de ese programa (1 Jn 3:1). 

Que Dios haya hecho todo lo que hizo para que formemos parte de Su reino solo se puede entender con palabras como amor, gracia, misericordia, perdón. Las promesas que tenemos en la Biblia nos permiten seguir adelante. Me encanta la manera en la que Nathan Díaz habla de este tema: «Solo esta clase de esperanza nos permite sobrellevar las aflicciones de esta vida» (p. 159).

Nuestro Rey gobierna

El ministerio de Nathan Díaz ha sido de gran impacto en la comunidad evangélica latinoamericana. Este libro es una adición más a su trayectoria de reflexión y propuestas teológicas. Este libro es de gran bendición para mí, a pesar de que como premilenial tengo una postura diferente al amilenialismo que él sostiene.

En otra publicación explico de manera breve cómo es que llego a una conclusión distinta a la de mi amigo, Nathan. No obstante, es una alegría saber que somos hermanos en Cristo, colaboradores por el evangelio y amigos con un fin común para gloria de Dios.

Los debates en torno a nuestras posturas de los tiempos finales, lejos de separarnos, nos unen en nuestro estudio serio de la Palabra y afirman categóricamente que nuestro Rey gobierna, que regresa pronto y que nosotros, sus rescatados, reinaremos con Él por siempre.

Este libro será de bendición a tu vida.

CARGAR MÁS
Cargando