Robert Bruce, un misionero escocés a los musulmanes iraníes a fines del siglo XIX les escribió a quienes lo apoyaban: “No estoy cosechando. Apenas y pretendo estar sembrando la semilla. Apenas y estoy arando el suelo. Pero estoy recogiendo las piedras. Eso también es obra misionera, algo que merece ser apoyado con compasión amorosa y oración ferviente”.
Durante muchos años Irán ha sido una de las regiones más difíciles en el mundo para alcanzar con el evangelio. Sin embargo, en 1979 se produjo un avance significativo con la Revolución Islámica en Irán. El monarca gobernante, Shah Mohammed Reza Pahlavi, fue derrocado, y en su lugar nació la República Islámica liderada por el ayatolá Jomeini. La ley sharia se convirtió en la ley de la tierra, y los clérigos musulmanes se convirtieron en los jefes de estado.
Muchos en aquellos días creían que la Revolución traería un florecimiento en la sociedad iraní. El nuevo régimen hizo grandes promesas sobre los derechos y el progreso económico, ya que Irán finalmente se liberaría de la influencia de Occidente. Las leyes del hombre serían reemplazadas por las leyes de Dios, afirmaban. Bajo la República, la conversión a cualquier otra religión era considerada apostasía y podía ser castigada con la muerte.
La puerta se abre
Sin embargo, a medida que nos acercamos al cuadragésimo aniversario de la Revolución Islámica, vemos que se han respondido las oraciones de muchos cristianos a lo largo de los años, y que el clima en Irán es muy diferente. El evangelio se ha extendido por toda la tierra de una manera sin precedentes a pesar de la mayor persecución hacia los cristianos. Para usar las palabras del apóstol Pablo: “Porque se me ha abierto una puerta grande para el servicio eficaz, aunque también hay muchos adversarios” (1 Co. 16:9).
Hoy en día, las estimaciones promedio de los cristianos dentro de Irán varían de 300,000 a más de un millón, según algunos expertos en misiones.
En 1979 había unos quinientos cristianos conocidos de origen musulmán en Irán. En 2005, se estimó que había 40,000 cristianos étnicos iraníes (sin incluir a los cristianos de minorías étnicas que viven en Irán). Ese número creció a unos 175,000 cristianos en 2010, según el Proyecto Joshua. Hoy en día, las estimaciones promedio de los cristianos dentro de Irán varían de 300,000 a más de un millón, según algunos expertos en misiones. La Operación Mundo, una organización de investigación misionera, continúa enumerando a Irán como la iglesia evangélica de más rápido crecimiento en el mundo. De hecho, más iraníes se han convertido en cristianos en los últimos veinte años que en los 1,300 años anteriores, desde que el Islam llegó a Irán.
Cuatro razones para el crecimiento
Varios factores han contribuido al rápido crecimiento de la iglesia en Irán. Aquí están cuatro de los más importantes.
1. Desilusión con el Islam
Desde la época de la Revolución, el régimen islámico, que prometía mucho sobre el desarrollo económico y la libertad, no ha cumplido. En lugar de prosperidad y crecimiento, la economía se estancó. La gente también ha sido oprimida: las mujeres son castigadas por no cubrirse el cabello y otras son castigadas por hablar libremente al protestar. Como resultado, el país se ha aislado más del resto del mundo.
Irónicamente, debido a que la República Islámica en Irán ha vinculado la religión y el estado de manera tan estrecha, la decepción de la gente con el gobierno ha generado un gran escepticismo sobre el Islam. En consecuencia, los iraníes se han vuelto cada vez más abiertos a escuchar el mensaje cristiano.
2. Persecución
El aumento de la persecución contra los cristianos en Irán ha servido tanto como una señal del rápido crecimiento del cristianismo en el país y también como combustible para un mayor crecimiento. En la década de 1990, varios líderes clave de la iglesia en Irán fueron asesinados. Uno de los mártires más famosos, Mehdi Dibaj, se defendió ante los tribunales islámicos antes de su muerte, y su defensa se ha convertido en un grito de guerra para muchos cristianos en Irán. Dibaj declaró:
“Preferiría tener todo el mundo en mi contra, pero saber que el Dios Todopoderoso está conmigo. Preferiría ser llamado apóstata, pero saber que tengo la aprobación del Dios de gloria. […]
Para mí, la vida es una oportunidad para servirle, y la muerte es una mejor oportunidad para estar con Cristo. Por lo tanto, no solo estoy satisfecho de estar en prisión por el honor de su Santo Nombre, sino que estoy listo para dar mi vida por Jesús, mi Señor, y entrar a su Reino más pronto, al lugar donde los elegidos de Dios entran a la vida eterna”.
Ejemplos como este han envalentonado a la iglesia mientras los fieles recuerdan las palabras de Jesús: “Como no son del mundo, sino que Yo los escogí de entre el mundo, por eso el mundo los odia” (Jn. 15:19). En 2010, muchos plantadores de iglesias y líderes fueron arrestados. Tuve el privilegio de visitar a uno de estos hermanos fieles después de que cumplió cinco años en prisión. Me contó sobre el momento en que recibió noticias de que muchos de sus colegas estaban siendo arrestados.
Brevemente consideró huir. Pero luego recordó las palabras de Jesús en Juan 10, que el asalariado ve venir a los lobos y huye, pero el buen pastor da su vida por sus ovejas (Jn. 10:11-12). Me dijo que se fue a su casa sabiendo que sería arrestado, pero vio la prisión como una tarea de parte Dios para que él fuera un ministro para llegar con el mensaje a muchos dentro de la prisión.
Esta persecución ha dado un mayor entusiasmo evangelístico a los cristianos iraníes. Estos siervos fieles son ejemplos modernos de Pablo, quien una vez escribió: “La mayoría de los hermanos, confiando en el Señor por causa de mis prisiones, tienen mucho más valor para hablar la palabra de Dios sin temor” (Fil. 1:14).
3. La diáspora y el uso de los medios
El avance de la tecnología con el Internet y la televisión satelital ha hecho que el mensaje cristiano sea más accesible para los iraníes que tal vez nunca han conocido a un cristiano.
Un número incontable de cristianos iraníes se han dispersado por todo el mundo. Muchos de estos santos perciben un llamado único para continuar apoyando la labor de avance del evangelio dentro de Irán desde el exterior.
El avance de la tecnología con el Internet y la televisión satelital ha hecho que el mensaje cristiano sea más accesible para los iraníes que tal vez nunca han conocido a un cristiano. Los cristianos de la diáspora han participado activamente en la difusión del evangelio y la enseñanza de la Biblia en Irán. En la última década, las redes sociales también han sido una herramienta poderosa para llegar a los iraníes y enseñarles las verdades de las Escrituras.
4. Distribución de la Biblia
Aunque la persecución no ha producido los resultados que querían las autoridades iraníes, han seguido trabajando arduamente para erradicar el mensaje del cristianismo. La Biblia (especialmente el Nuevo Testamento) es literatura prohibida en Irán.
Pero la gente está hambrienta por la Palabra de Dios. Se han impreso más de dos millones de Nuevos Testamentos en los últimos años para ser difundidos en Irán, y se han distribuido aproximadamente 180,000 Biblias completas en el país. Como Pablo le dijo a Timoteo: “Pero la palabra de Dios no está presa” (2 Ti. 2:9).
Tres maneras de orar
Estos son algunos factores que han contribuido al rápido crecimiento de la iglesia en Irán. Pero en última instancia, el Reino de Cristo se está extendiendo dentro de Irán porque el Espíritu de Dios se está moviendo poderosamente. Aunque ha habido un gran progreso, la necesidad de oración y apoyo continúa siendo grande. ¿Te unirías a mí para orar por Irán, su gente, y sus líderes? Aquí hay tres maneras en que puedes orar por la iglesia.
1. Valor
Aunque la cantidad de creyentes e iglesias en casas crece cada día, la oposición continúa. Los cristianos iraníes siguen siendo arrestados y acusados de actuar en contra de la seguridad nacional. Las iglesias en las casas continúan reuniéndose en secreto mientras cambian sus horarios y lugares de reunión para no ser detectadas. Los cristianos continúan evangelizando, sabiendo que están arriesgando sus vidas.
2. Unidad
Dado que la mayor parte de la actividad de la iglesia se realiza en secreto, los cristianos están aislados unos de otros. Los líderes iraníes se ven obligados a trabajar encubiertos y, por lo tanto, separados unos de otros. La preocupación por la seguridad dificulta los esfuerzos de colaboración, incluso entre los ministerios cristianos que están fuera de Irán pero trabajan dentro del país. Todo esto crea obstáculos para la unidad.
3. Líderes entrenados
La naturaleza de la iglesia clandestina es tal que, muchas veces, los líderes de las iglesias en las casas no están calificados ni capacitados, y en ocasiones no hay un pastor en el grupo, y los creyentes que se reúnen se alimentan únicamente a través de la televisión por satélite. Parte de la enseñanza que la iglesia absorbe no es teología sólida. Los iraníes no tienen el mismo acceso a la literatura cristiana y la capacitación que muchos creyentes tienen en el resto del mundo. Hay ministerios que ya están trabajando arduamente para satisfacer esta necesidad al ofrecer capacitación de calidad para los líderes, y debemos orar por este trabajo.
Estas palabras de Jesús pueden resumir mejor la situación en Irán: “La cosecha es mucha, pero los obreros pocos. Por tanto, pidan al Señor de la cosecha que envíe obreros a Su cosecha” (Mt. 9:37–38). Oremos para que el Señor de la cosecha continúe enviando a sus trabajadores a todo Irán, para que millones de iraníes más encuentren el perdón, la paz, y la esperanza de gloria a través del evangelio de Jesucristo.
