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Nota del editor: 

Este es un fragmento adaptado del libro Escatología práctica: Cómo vivir los últimos tiempos hoy (Poiema Publicaciones, 2023).

El grupo de personas más misterioso y controversial de todo Apocalipsis sin duda son los 144 mil mencionados por el apóstol Juan. Por lo tanto, dedicaré espacio y tiempo a analizar este grupo descrito en Apocalipsis 7 y 14. Leamos primero los pasajes:

Después de esto, vi a cuatro ángeles de pie en los cuatro extremos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplara viento alguno, ni sobre la tierra ni sobre el mar ni sobre ningún árbol. También vi a otro ángel que subía de donde sale el sol y que tenía el sello del Dios vivo. Y gritó a gran voz a los cuatro ángeles a quienes se les había concedido hacer daño a la tierra y al mar: «No hagan daño, ni a la tierra ni al mar ni a los árboles, hasta que hayamos puesto un sello en la frente a los siervos de nuestro Dios». Oí el número de los que fueron sellados: 144000 sellados de todas las tribus de los Israelitas. De la tribu de Judá fueron sellados 12000; de la tribu de Rubén, 12000; de la tribu de Gad, 12000; de la tribu de Aser, 12000; de la tribu de Neftalí, 12000; de la tribu de Manasés, 12000; de la tribu de Simeón, 12000; de la tribu de Leví, 12000; de la tribu de Isacar, 12000; de la tribu de Zabulón, 12000; de la tribu de José, 12000 y de la tribu de Benjamín fueron sellados 12000 (7:1-8).

Miré que el Cordero estaba de pie sobre el Monte Sion, y con Él 144000 que tenían el nombre del Cordero y el nombre de Su Padre escrito en la frente. Oí una voz del cielo, como el estruendo de muchas aguas y como el sonido de un gran trueno. La voz que oí era como el sonido de arpistas tocando sus arpas. Y cantaban un cántico nuevo delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de los ancianos. Nadie podía aprender el cántico, sino los 144000 que habían sido rescatados de la tierra. Estos son los que no se han contaminado con mujeres, pues son castos. Estos son los que siguen al Cordero adondequiera que va. Estos han sido rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero. En su boca no fue hallado engaño; están sin mancha (14:1-5).

¿Por qué 144 mil? ¿Por qué es omitida la tribu de Dan en la lista? ¿Son solo hombres solteros? ¿Tienen el nombre del Cordero y del Padre escrito en la frente? ¿Son personas que nunca han pecado? Sería imposible contestar todas estas preguntas con una explicación racional si quisiéramos forzar una interpretación literal del texto. Las respuestas realmente son bastante fáciles si profundizamos más sobre el origen de estos símbolos. Tratemos con cada una de las preguntas que surgen de aquí a continuación.

El significado del enigmático número de 144 mil

A lo largo de la Biblia encontramos que el número doce es usado para representar la elección de un pueblo especial y apartado para Dios. En el Antiguo Testamento, vemos a las doce tribus de Israel; en el Nuevo Testamento, a los doce apóstoles (incluso Judas tuvo que ser reemplazado para completar este número, como narra Hechos 1:24-26). Por tanto, no debe sorprendernos que cuando llegamos a un libro simbólico como Apocalipsis, el pueblo escogido de Dios se describa varias veces con múltiplos del número doce. Los veinticuatro ancianos representan a la iglesia triunfante. La nueva Jerusalén representa a la iglesia en perfecta comunión con Dios, tiene a los doce apóstoles y a las doce tribus de Israel junto con medidas que también resultan en doce mil estadios y 144 codos (ver Ap 21:9-27, la única vez que se repiten estos números en el libro). Es decir, en el libro de Apocalipsis encontramos que los múltiplos de doce se usan para representar al pueblo escogido de Dios de todos los tiempos. Por otro lado, el número 1000 tiene la idea de un número grande y completo (cp. Ap 6:11, el número completo de escogidos establecido por Dios). Sobre este número, José Grau comenta:

Para expresar el concepto de aquello que está completo en grado sumo y último, el hombre primitivo —que no podía expresar dicho concepto en su limitado idioma— elevaba el número 10 al cubo, es decir, 10 por 10 por 10, y así tenía el número 1000.1

Por lo tanto, el simbolismo de 12 por 12 por 1000 es muy importante en cuanto al número completo del pueblo de Dios. Así pues, 144 mil representa el grupo de santos que pueden sostenerse en pie en el día de la ira del Cordero (Ap 6:17).

Razones por las que se enlistan 12 mil de cada tribu

Cuando entendemos los paralelos que existen en el Antiguo Testamento, vemos que cuando las tribus eran enlistadas con números, era porque estaban siendo consideradas como un ejército para la batalla y para la conquista (Nm 1:23). La iglesia de Cristo representa esta realidad: somos el ejército de Dios. La única razón por la que se necesita un ejército es porque hay un enemigo, y ese es justamente el contraste de Apocalipsis: el pueblo de Dios contra los enemigos de Dios.

Sobre la identidad étnica que se resalta en Apocalipsis 7, aunque se mencionan específicamente a las doce tribus de Israel, tenemos que poner atención a las diferencias y similitudes que existen con las otras listas de tribus en la Biblia. Primero, veamos cómo las diferencias son importantes e intencionales. Este es el único lugar donde aparece en primer lugar la tribu de Judá. Tal pista nos apunta a la diferencia principal que existe con otros lugares donde aparecen las doce tribus, pues su principal identidad radica en el representante máximo, en el León de la tribu de Judá: Jesucristo (ver Ap 5:5).

La exclusión de Dan por ser una tribu idólatra (Jue 18; 1 R 12:29-30) representa la pureza y la fidelidad de la iglesia (en la tradición judía, se consideraba que el anticristo vendría de Dan). Esto nos apunta a las siguentes características: se dice por eso que son vírgenes (Ap 14:4); se incluye a Leví, que no heredaría tierra, pero que representaría el rol sacerdotal (Ap 1:6; 5:10; 7:15); y se expone la preeminencia que reciben las tribus provenientes de las concubinas Bilha y Zilpa (Manasés, Neftalí, Gad y Aser), las cuales normalmente se enlistaban al final, que representan la inclusión de los gentiles. Al considerar lo que Apocalipsis enseña respecto a la iglesia como la esposa de Cristo, un ejercicio útil es recordar los significados de los nombres de las tribus de Israel y las razones por las que se les dieron esos nombres (Gn 29:31 – 30:23; 35:16-18). Si usamos el significado del nombre en lugar del nombre, estas serían las doce tribus:

Ahora alabaré al Señor; el Señor ha mirado mi aflicción; ¡qué afortunado!; feliz soy, con luchas de Dios he contendido y he vencido; Dios me hizo olvidar todo mi trabajo; porque el Señor oyó que era menospreciado, me ha dado este hijo; ahora esta vez se unirá mi marido conmigo; el Señor me ha dado mi recompensa; Dios me ha dado un buen regalo; ahora morará conmigo mi marido; añádame el Señor el hijo de Su diestra.

¿No es maravillosa y relevante esta realidad y a la vez una esperanza para la iglesia de todos los tiempos? No estoy apelando a ningún código oculto dentro del libro, sino más bien a un entendimiento más profundo de las alusiones al Antiguo Testamento que existen en Apocalipsis.

Ahora bien, ¿qué pistas encontramos en Apocalipsis sobre la identidad de los que Dios considera como verdaderos judíos? En las cartas a las siete iglesias de Apocalipsis 2 – 3, encontramos dos iglesias sin reprensión: Esmirma y Filadelfia. A ambas se les aclara que hay personas judías étnicamente hablando, pero no a los ojos de Dios:

Yo conozco tu tribulación y tu pobreza (pero tú eres rico), y la blasfemia de los que se dicen ser judíos y no lo son, sino que son sinagoga de Satanás (Ap 2:9).

Por tanto, yo entregaré a aquellos de la sinagoga de Satanás que se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; yo haré que vengan y se postren a tus pies, y sepan que yo te he amado (Ap 3:9).

Por tanto, vemos que Apocalipsis está retomando los términos «judíos» e «Israel» para ampliar su significado, así como sucede en muchos lugares del Nuevo Testamento (Gá 2:6-9; 3:29; 4:28; 6:15-16; Ro 4:11-17; 9:6-8; Ef 2:11-22). Si los reyes, los sacerdotes, el cordero, el templo y Jerusalén toman un significado mucho más amplio y glorioso en Apocalipsis que en el Antiguo Testamento, ¿por qué pensaríamos que los «judíos» no? También los enemigos del pueblo de Dios son representados como naciones étnicas del Antiguo Testamento, pero en Apocalipsis tienen un sentido más amplio (p. ej., Sodoma, Egipto o Babilonia). Este cumplimiento más amplio se afirma cuando vemos todos los paralelos que existen entre la iglesia redimida y los 144 mil.

Adquiere el libro.


1 José Grau, Las profecías de Daniel (Barcelona, España: Ediciones Evangélicas Europeas, 1977) p. 190.
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