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3 doctrinas que te ayudarán a compartir el evangelio con los mormones

Compartir a Cristo con un miembro de otra fe puede ser aterrador. Y algunas religiones parecen causar más angustia que otras. En mi experiencia, una que causa una gran sensación de temor es el mormonismo.

Esto no tiene que ser así.

Consideremos algunas maneras de llegar a nuestros prójimos mormones de la manera más efectiva posible, para que se alejen de la religión falsa y sigan al Jesús de las Escrituras.

El verdadero Dios

Primero, debemos establecer que los mormones están involucrados en una religión falsa. Dos preguntas resumen bien las diferencias entre el mormonismo y el cristianismo bíblico:

  1. ¿Quien es Dios?
  2. ¿Quién es Dios en Cristo?

Responder a cualquiera de ellas incorrectamente conduce al juicio y la ira de Dios. Los miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (mormones) creen en una deidad (Elohim) que fue creada y criada en otro planeta. Allí, Elohim se casó, tuvo hijos y, finalmente, se ganó una “esfera de existencia” en la que él y su madre celestial pudieron colocar hijos espirituales encarnados, es decir, niños creados a través de sus relaciones celestiales, íntimas, y físicas.

El primer hijo espiritual nacido de Elohim y su madre celestial fue un niño llamado Jehová. Finalmente, Jehová fue adoptado como el Mesías, y vino a la tierra encarnado como Jesús. Como seres humanos, si seguimos el plan establecido por Elohim, esforzándonos (Libro del Mormón, 1 Nefi 25:23, 30), podemos llegar a ser como Elohim algún día, después de la muerte. Como lo expresó el expresidente de la Iglesia mormona, Lorenzo Snow: “Como es el hombre ahora, Dios fue una vez. Como Dios es ahora, el hombre puede llegar a ser”.

No hace falta decir que esto no tiene nada qué ver con el cristianismo histórico y ortodoxo.

El evangelio y lo que enseña

¿Cómo, entonces, pueden los cristianos abordar con efectividad a sus vecinos y amigos mormones? Primero, el cristiano debe conocer el mensaje de Jesús y conocerlo bien. El método preferido de presentación no importa; conocer el evangelio es lo que importa. Practica con un amigo y pídele crítica constructiva. Asegúrate de eliminar cualquier jerga religiosa de la presentación.

Segundo, es importante entender que los mormones creen que la salvación se obtiene a través de una combinación de gracia y obras. De la misma manera que Pablo declaró el evangelio de una manera que era apropiada a su contexto, especialmente en Hechos 17, también debemos hacer lo mismo.

Será útil destacar tres enseñanzas cristianas en particular cuando se busca alcanzar a los mormones.

1. La salvación es un regalo gratuito del Padre.

Las obras son de suma importancia para el mormón, por lo que es fundamental hacer hincapié en la imposibilidad de obtener la salvación por nuestras obras.

Los pasajes como Efesios 2:8–9, Romanos 5:8, y Romanos 6:23 son vitales. Esos pasajes enseñan claramente que la salvación es un regalo gratuito, dado a pesar de nuestras obras. Uno podría incluso decir que esos versículos enfatizan que la salvación se nos da libremente en contradicción directa con nuestras obras. Las obras son de suma importancia para el mormón, por lo que es fundamental hacer hincapié en la imposibilidad de obtener la salvación por nuestras obras.

2. Jesús es el último profeta, sacerdote, y rey.

Los mormones creen en la necesidad de un profeta vivo que escuche a Dios diariamente y luego transmita esa información a la humanidad. Sin un profeta vivo, la mayoría de los Santos de los Últimos Días se sentirían sin dirección y perdidos. Un exlíder mormón comparó la necesidad de un profeta vivo con la necesidad de un periódico diario; sin uno, la humanidad no entendería la vida cotidiana. Puede ser útil compartir pasajes como Hebreos 1:1–4 y 2 Timoteo 3:16–17.

3. No hay necesidad de un mediador que no sea el Cristo resucitado.

Los mormones, en efecto, creen que los líderes de la Iglesia mormona son los mediadores actuales entre la humanidad y Elohim, como parte del sacerdocio que se transmite a través de la jerarquía mormona. Sin el sacerdocio, los mormones creen que no se puede hacer ninguna obra aceptable para Elohim. Los mormones creen que la voluntad de Elohim no se puede conocer sin que el liderazgo de los Santos de los Últimos Días se la transmita a la humanidad. Pasajes como 1 Timoteo 2:5-6 y Gálatas 3:20 dar la luz necesaria a la doctrina de que hay un solo mediador.

Gentileza y respeto

Debemos recordar, como representantes de Cristo, que su Palabra suficiente es nuestra autoridad.

Sobre todo, debemos tratar a los mormones con amabilidad y respeto de acuerdo con 1 Pedro 3:15–16. En este sentido, debemos ser dignos del título de “seguidores de Cristo”. Debemos recordar, como representantes de Cristo, que su Palabra suficiente es nuestra autoridad. El mismo poder que hubo en las palabras “que sea la luz” se encuentra en las palabras “la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”. En la Palabra de Dios hay un poder inherente, creador, que transforma el alma. Dejemos que nuestra confianza resida en su verdad, no en nuestra capacidad de debatir.

La idea de hablarle a un adherente de otra religión probablemente sea intimidante para la mayoría de los cristianos. El miedo a lo desconocido, el miedo a ser rechazado, y el miedo a no poder responder preguntas difíciles nos acechan en cada encuentro. También podemos temer romper una relación si la persona a la que intentamos llegar es un amigo, pariente, o compañero de trabajo. Estos sentimientos no necesitan paralizarnos. El Señor Jesús prometió que estaría con nosotros hasta el final, y rescatará a todos los que lo invocan con fe (Mt. 28:20; Ro. 10:13).


Publicado originalmente en The Gospel Coalition. Traducido por Equipo Coalición.
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