¿Alguna vez te has enojado con tu hijo y le has alzado la voz? ¿Te has sentido cansada, como si la maternidad fuera un ciclo interminable de quehaceres? No es ningún secreto que la maternidad es difícil y que muchas madres sienten culpabilidad constante al lidiar con sentimientos encontrados producto de las luchas que la maternidad conlleva.
Un libro que aborda este tema, y que muchas amigas me recomendaron, se llama Maternidad Redimida, escrito por Emily Jensen y Laura Wifler. Cuando se presentó la oportunidad para leerlo y escribir una reseña, ¡me emocioné! Te puedo decir que el libro no defraudó mis expectativas.
Maternidad redimida
Emily Jensen & Laura Wifler
Una de las mayores fortalezas de Maternidad Redimida es que reconoce las debilidades que todas las madres sentimos. A diferencia de lo que oímos en la sociedad, las autoras del libro, Emily y Laura no pintan una falsa idea de una maternidad sin frustraciones. El Señor usa a estas autoras para ayudarnos a reconocer nuestras debilidades y guiarnos a entender mejor por qué como madres nos frustramos, enojamos y desesperamos. También proveen consejos sobre cómo podemos encontrar una nueva esperanza para la maternidad en Jesús y su Palabra.
Una de las mayores fortalezas de este libro es que reconoce las debilidades que todas las madres sentimos. A diferencia de lo que oímos en la sociedad, Emily y Laura no pintan una falsa idea de una maternidad sin frustraciones. El Señor usa a estas autoras para ayudarnos a reconocer nuestras debilidades y guiarnos a entender mejor por qué como madres nos frustramos, enojamos y desesperamos. También proveen consejos sobre cómo podemos encontrar una nueva esperanza para la maternidad en Jesús y su Palabra.
Es posible que eso suene demasiado abstracto para algunas mamás, pero no te preocupes. Libros como este son bastante prácticos y proveen respuestas a preguntas como esta: ¿Cómo luce la maternidad cristiana a la luz de la Palabra? En Maternidad redimida, las autoras analizan cómo vivir una maternidad centrada en el evangelio al enmarcar nuestras luchas y cuestionamientos en el contexto de la realidad de nuestra cosmovisión cristiana y de las siguientes preguntas.
- ¿Cuál es el diseño de Dios para la maternidad? (La Creación).
- ¿Cómo es afectada la maternidad por el pecado? (La Caída).
- ¿Cómo transforma el evangelio mi forma de identificar y responder a esta lucha? (Redención).
- ¿Cómo el futuro que tenemos en Cristo cambia la perspectiva sobre nuestra esperanza segura en un futuro sin lágrimas en presencia de nuestro Creador? (La consumación).
Al cambiar la forma en que vemos nuestro rol como madres y sus luchas, podremos ver que vamos a lidiar con hijos que no quieren comer sus vegetales. Pero también veremos que nuestra frustración con nuestros hijos no es simplemente parte de esa situación en particular, sino que forma parte de una batalla cósmica por el pecado iniciado en el Edén. Esto nos lleva a analizar nuestros pensamientos y motivaciones en el ejercicio de ser madres. Reconocemos que hay un diseño espiritual para la maternidad que se desenvuelve en medio de una realidad humana que descrita por el Señor en su Palabra.
Las autoras nos recuerdan que el diseño de Dios, tanto a nivel físico como espiritual, refleja a los ojos del mundo el corazón del Dador de vida por excelencia. Al reflexionar en esto, nos damos cuenta de que la maternidad en sí no debería ser nuestro mayor anhelo, sino honrar a Dios, quien es nuestro Creador y Redentor. Reconocer esta verdad impide que nos conformemos con algo inferior y nos privemos del diseño completo de Dios.
Este libro ajusta nuestra mirada y nos satura con verdades cristocéntricas. Por ejemplo: “Por medio de su muerte y resurrección, Cristo ha cumplido a la perfección con todo lo que se espera de nosotras como madres. Él ha sido, por así decirlo, como ‘una madre verdadera y mejor’, y Él envía al Espíritu Santo para que nos haga más semejantes a Él” (p. 38). Una afirmación así nos recuerda que “al poner nuestro gozo, nuestra confianza y nuestra esperanza en Cristo y no en nuestra situación, nuestros corazones tendrán un fundamento sólido e inamovible en el cual descansar sin importar cual sea nuestro ambiente que está en cambio constante” (p. 49).
Este es un libro que recomendaría a toda madre, sea nueva o experimentada. La maternidad, entendida como la forma en que nos relacionamos con nuestros hijos sin importar su edad, debe estar informada por el evangelio y cómo Dios nos muestra su amor, poder y esperanza cada día. Maternidad redimida está lleno de ejemplos y consejos prácticos.
Los ejemplos hacen un contraste entre las ideas populares del mundo, las mentiras que creemos sobre la maternidad y cómo estas deben ser analizadas por el lente del evangelio. Los consejos son específicos y claros para ayudarnos en nuestro caminar y en nuestra interacción con otras madres. Cada capítulo incluye al final preguntas de reflexión para aprovechar mejor la lectura y aplicarla a nuestra propia experiencia.
Este libro es una buena guía para que las mujeres comprendan mejor su rol como madres a la luz del evangelio. Por eso describo este libro como el primer paso para recordar principios bíblicos y permanecer firmes en nuestra búsqueda de una maternidad conforme a la voluntad de Dios.
Si eres una madre cansada, agotada físicamente por doblar la ropa o cocinar alimentos que tu niño de dos años no come, este libro te ayudará a recordar que es “en virtud de nuestra unión con Cristo que nuestra identidad es extraordinaria y nuestro llamado es magnífico” (p. 84).
