×

Gracia y paz a vosotros de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. Saludo que aparece en las 13 cartas que escribió el apóstol Pablo.

Para entender estas palabras, tenemos que entender primero qué es lo que Pablo y los demás autores piensan acerca de estas realidades: Gracia y paz. Es decir, para comprender mejor lo que Pablo quiere decir con esta forma de saludo, vamos a buscar una vista panorámica para ver qué significan estas palabras y luego ver cómo encajan en este saludo. Evaluaremos primero las nociones de “gracia y paz” de una manera general y luego de manera particular.

¿Qué son la gracia y la paz?

GRACIA

Como anticipo, debo decir que la gracia es una realidad tan gloriosa en Pablo, en la Biblia, en la historia, en el mundo, y en la vida, que sería muy pretensioso pensar que podemos definirla completamente. Decir que vamos a hacerle justicia a esta realidad con un solo artículo, o pretender explicarla exhaustivamente es como pensar que podemos contener toda el océano en una taza de café.

Después de todos los sermones que prediquemos, después de todos los libros  (y artículos) que escribamos, y después de todas las canciones que cantemos, ni siquiera habremos rascado la superficie de lo que es la gracia. La gracia es una realidad que está tan inmersa en Pablo que se hace patente en sus argumentos, en su pensamiento, y en su lenguaje, que usa la palabra “gracia” más de 90 veces en sus cartas.

La experiencia de la gracia abarca de tal manera la vida que, según Pablo, todo creyente debe hablar con gracia, cantar con gracia, lo que somos es por la gracia, y hasta el servicio a Dios también es una gracia (Colosenses 4:6; 3:16; 1 Corintios 15;10; Efesios 3:8).

La realidad de la gracia es tan abrumadora en el apóstol que no solo comienza sus cartas con la idea de la gracia, sino que también todas las termina así: La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros. Para el apóstol, la gracia era como su marco de referencia. Era lo que le daba sentido, estructura, y contexto a su vida. No podía concebir su experiencia cristiana fuera de los límites de la gracia.

Estos textos nos dan una pauta:

  • Efesios 2:8: Por por gracia sois salvos;
  • Romanos 3:24: Siendo justificados gratuitamente por su gracia;
  • Romanos 5:2: por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes;
  • Tito 2:11: Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres,

Al tomar como referencia estos pasajes, concluimos que la palabra gracia para el apóstol Pablo describe la salvación que tenemos en Cristo. Es decir, la palabra gracia hace referencia a la redención. Gracia es lo que Dios ha hecho en Cristo. Gracia es una palabra que resume toda la salvación que tenemos los creyentes.

Ahora bien, la pregunta que surge es: ¿en qué sentido la gracia es una referencia a la salvación? A lo que podemos responder, que la gracia es la realidad que describe la salvación en por lo menos tres aspectos:

  1. Describe el acercamiento de Dios en la salvación
  2. Describe los beneficios de la salvación y
  3. Describe el carácter gratuito de la salvación 

La gracia describe un acercamiento. Es la acción o el movimiento de Dios hacia el hombre para salvarlo. Es una referencia a un acercamiento para tratar al pecador con compasión y misericordia. Este ha sido el modus operandi de Dios. Se acercó a Adán cuando este pecó para cubrirlo; se acercó a Su pueblo para redimirlo de la esclavitud, y finalmente se acercó a nosotros en la persona de Cristo.

Note cómo estamos los pecadores y qué es lo que nos corresponde: muertos espiritualmente, condenados por nuestro pecados, enemistados con Dios, esclavizados al pecado, y separados del Creador (Ef. 2). Pero Dios se acercó a nosotros en Cristo. Dios se hizo carne. Dios tomó la iniciativa. Él viene y cruza la gran distancia que hay entre Él y los pecadores. El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros (Juan 1:14). En Efesios 2:12-13, Pablo dice que los gentiles estábamos lejos de Cristo y de Dios, lejos de todo lo bueno que proviene de Él y ahora Cristo nos acercó a Dios (a la comunión con Él y a sus promesas).

La gracia es la disposición de Dios a acercarse y tratar con compasión a sus enemigos y darles beneficios que ellos no pueden obtener y que tampoco merecen. Gracia es el movimiento compasivo y paciente de un Dios misericordioso hacia personas que lo desprecian y lo ofenden, quienes se encuentran en un estado de miseria y desgracia, movimiento que procura restaurarlos a su favor. Gracia es la acción de un Dios que se acerca a pecadores despreciables, culpables, y enemigos para no tratarlos como se merecen y al contrario darles perdón, nueva vida, adoptarlos como hijos, y darles una esperanza. Nuestro Señor Jesucristo dijo: “yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan 10:10). El apóstol Juan decía: “el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero” (1 Juan 5:20).

Por lo tanto, la gracia describe el acercamiento de Dios en Cristo para salvarnos.

La gracia describe los beneficios de la salvación. Habíamos dicho que la gracia de Dios nos encuentra en un estado deplorable. Estábamos muertos espiritualmente; condenados por nuestro pecados (somos culpables delante de Dios), enemistados con Dios (hay guerra y hostilidad). Además estamos esclavizados al pecado (es decir, no somos libres) y separados de Dios (somos extraños y alienados).

Por eso, para restaurar nuestra condición de muerte espiritual, Dios nos da vida. Para solucionar el problema de la condena por nuestros pecados, Dios nos justifica (es decir nos perdona y nos da la justicia de Cristo). Para reparar nuestra enemistad con Dios, Cristo no reconcilia con el Padre (paz con él). Para el problema de nuestra esclavitud al pecado, Dios nos redime y nos da su Espíritu. Y para nuestra alienación y separación con el Creador, el mismo Dios nos adopta como sus hijos. Luego, para que nuestra vida sea para Su gloria, nos da promesas para animarnos a la obediencia, y nos da Su Espíritu para capacitarnos a la obediencia.

Pablo llama a todos estos beneficios de la salvación “riquezas de Su gracia”. En particular, en la carta a los Efesios, Pablo describe y celebra la gracia de Dios en la salvación. Al perdón de pecados, la esperanza, la adopción como hijos, el poder de Su Espíritu, y a la nueva vida, Pablo las llama las abundantes e inescrutables “riquezas de Su gracia” (Efesios 2:7; 3:8).

Para Pablo, la palabra gracia describe estos y muchos otros beneficios. El poder que viene por su Espíritu, el entendimiento, la fe con que creemos, el arrepentimiento, y los frutos del Espíritu son todos dones de su gracia. Pertenecer a Su iglesia, la comunión con Su iglesia, servir a Su iglesia, los talentos que tenemos, crecer en el carácter de Cristo, y perseverar en Él son también dones de la gracia de Dios (1 Corintios 15:10; Romanos 12: 3, 6). Además,  los beneficios terrenales los recibimos por gracia: Las habilidades naturales para el trabajo, el trabajo mismo, el éxito en los negocios, la salud, la familia, el matrimonio, los hijos, los amigos, el descanso, el entretenimiento, y las oraciones respondidas, todas estas cosas provienen de la gracia de Dios.

Por lo tanto, la gracia describe todos los beneficios de la salvación en Cristo.

La gracia describe el carácter gratuito de la salvación. Pablo dijo en Romanos 3:24: “Siendo justificados gratuitamente por su gracia”. Es decir, la gracia implica que Dios nos da la salvación gratuitamente. Es gracia porque es gratis. Él nos da libremente la salvación y todos los beneficios de la misma. Por eso también se habla de la dádiva o el don de Dios. Esto implica que nosotros no merecemos ni ganamos esto.

Es gracia porque Dios la da libre y gratuitamente sin tomar en cuenta nuestros méritos. Nada obliga a Dios (porque lo hace y lo da libremente) y no tenemos que pagarlo (porque es un regalo). Es por gracia porque no tenemos como pagarle. Es por gracia porque nadie le puede cobrar a Dios ni acusarlo como deudor. Dios no es un moroso. Es importante entender que la gracia hace referencia a la libre acción de Dios y al carácter gratuito de la salvación y sus beneficios. Cristo con su muerte compró, pagó, y aseguró eternamente nuestra salvación y todos los beneficios. Este fue el énfasis de Pablo en Romanos 5:15-17.

Por lo tanto, la gracia describe el carácter gratuito de las cosas que nos da.

Para resumir, la gracia es la realidad que describe la salvación, en estos tres aspectos: Describe el acercamiento de Dios en la salvación por medio de Cristo, describe los beneficios que recibimos, y describe el carácter gratuito de la salvación.

PAZ

Para Pablo, la paz es el efecto de la gracia. Paz es el resultado de la obra de Cristo en la cruz. Recordemos que no solo había separación de Dios. Había también enemistad contra Dios. Hostilidad y pleito entre Dios y nosotros. Dios estaba airado contra nosotros. Nuestro pecados no solo han hecho separación entre Dios y nosotros, sino que también hemos provocado Su justa ira contra nosotros.

Por medio de su muerte, Cristo llevó esa ira y nos ha reconciliado con el Padre. A eso Pablo llamó la propiciación. Es decir, un sacrificio que remueve la ira. Cristo fue la propiciación por nuestros pecados, dijo Pablo en Romanos 3:25, queriendo decir que Cristo fue el sacrificio que removió la ira de Dios sobre nosotros. A causa de eso, Dios ya no está contra nosotros sino que ahora está por nosotros. El conflicto ha sido cambiado por reconciliación. La guerra por paz. La enemistad por amistad. Jesús es nuestra paz.

Por eso, en el pensamiento de Pablo, la palabra paz tiene que ver primera y principalmente a la paz que se ha logrado en la cruz. Ya no hay guerra, ahora tenemos paz con Dios. Eso por eso que en el Antiguo Testamento, al Mesías también se lo describía como el “príncipe de paz” (Isaias 7). Incluso en la noche cuando nació Jesús, los ángeles comenzaron a cantar: “¡Gloria a Dios en las alturas,…..Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!” (Lucas 2:14). Esta es la realidad de todos los cristianos: Hemos sido reconciliados con Dios. Estamos en paz con nuestro Creador. Cristo nos reconcilia con el Padre, por medio de su sacrificio en el calvario. Hoy podemos acercarnos confiadamente a Dios, adorarlo, tener comunión con Él, y recibir de sus beneficios.

En resumen, podemos decir que la gracia es una referencia a la fuente de nuestra redención y la paz es el resultado de esa gracia. Todos los que estamos en Cristo hemos recibido esa gracia y ahora tenemos paz con Dios. La gracia es el fundamento de la salvación y la paz es el efecto de la salvación. La gracia de Dios nos ha otorgado paz con Dios.

¿Qué significa “gracia y paz a vosotros”?

Ahora bien, si todos los cristianos hemos recibidos la gracia Dios, si Dios nos ha tratado con gracia, hemos sido Salvados por gracia, si Dios nos ha dado los beneficios de su gracia, y si ahora ya tenemos la paz con Dios, si estamos reconciliados con Dios, ¿por qué Pablo dice “gracia y paz a vosotros”? Si ser cristiano significa haber sido Salvado por gracia y tener paz con Dios, ¿por qué Pablo escribe “gracia y paz a vosotros”?

Porque él quiere que la gracia y la paz sean las realidades que no solo estén presentes en sus mentes y corazones, sino que también gobiernen, dirijan, y motiven sus vidas. Él quiere que la gracia y la paz sean realidades dominantes en los creyentes. Por eso no creo que esto sea una simple costumbre o un mero saludo de Pablo. Esto es mucho más que un saludo. Mejor diría que es un anuncio de la salvación, una celebración, un deseo, y una exhortación a depender más de esa gracia, un llamado a confiar más, a refugiarse en esa gracia y paz.

Todavía necesitamos de la gracia y la paz hoy, porque en este mundo hay dos cosas que son reales: nuestro pecado y el sufrimiento. En otras palabras, la maldad de nuestro corazón y la maldad que experimentamos en este mundo caído.

Estamos salvados, pero todavía pecamos y batallamos con nuestras pasiones y todavía estamos expuestos a la aflicción. Por eso necesitamos de esa misma gracia y de esa misma paz. En el mundo vamos a lidiar y experimentar la realidad de la maldad. Vamos a experimentar la maldad de nuestro corazón, la maldad de los hombres, y la maldad de vivir en un mundo caído. Aún somos pecadores necesitados de experimentar más de esa misma gracia. Todavía sufrimos y necesitamos experimentar en mayores medidas la realidad de esa paz.

  • ¿Qué quiere decir Pablo con “gracia a vosotros”? Que más de esa gracia sea derramada sobre los creyentes. Hoy seguimos necesitando de la gracia en dos sentidos importantes: La gracia como perdón y la gracia como poder. La gracia es perdón cuando hemos pecado y la gracia también es poder para no pecar (Colosenses 1:11, Efesios 3:16, 2 Corintios 12:9). La gracia me da esperanza y ánimo cuando he pecado, y la gracia es el poder que necesito para morir a mis pasiones; el poder que necesito para ser sostenido y para obedecer. Por eso necesito la gracia de Cristo. “Gracia a vosotros” es confiar que la gracia sigue siendo una realidad gloriosa, puedo encontrar perdón, restauración de mi pecado, y puedo encontrar el poder, la fortaleza para morir al pecado, para no dejarme dominar por el pecado y para vivir para la gloria de Dios. La gracia es perdón cuando le fallo a Dios y la gracia es poder para no vivir fallándole.
  • ¿Qué quiere decir Pablo con “paz a vosotros”? Que más de esa paz sea experimentada por los creyentes. Por eso Pablo dice, “que la paz de Cristo reine en vuestros corazones” (Colosenses 3:15). Es decir, que el factor determinante de sus emociones y el principio gobernante de sus corazones sea la paz que Cristo aseguró en la cruz. Que nos aferremos a esa paz en la tribulación, en la prueba, en la tentación, cuando el pecado asedia, en la desesperación, y en la frustración. Que la paz de Cristo sea lo que nuestros ojos de la fe miren, la roca donde nuestros pies se sostengan, y que la paz de Cristo sea lo que nuestras manos de la fe tomen. Por eso es que Jesús dice: “Mi paz os dejo, mi paz os doy” (Juan 14:27).

Conclusión

Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo. De Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo es la explicación de la fuente de esa gracia y paz. Dios Padre y el Señor Jesucristo son el manantial de donde fluyen esa gracia y esa paz. Dios es la fuente de donde procede la salvación y todos los beneficios de ella.

Pablo dice “gracia y paz”, no porque sus lectoras no tengas esas cosas, sino porque las tienen y él quiere que ellos sean conscientes de eso, que ellos experimenten la realidad de esa gracia y paz de una manera mas profunda, más íntima. Él quiere que ellos experimenten y dependan de esa gracia y esa paz de una manera más decisiva y determinante en sus vidas. La gracia es una realidad grande y siempre presente en la mente y el corazón del apóstol. La gracia es un principio abrumador y controlador en la vida de Pablo. Es una verdad dominante en su pensamiento, en sus sentimientos, y en sus acciones. Es una realidad objetiva, tangible, y palpable. La realidad la puede sentir, la puede ver y tocar, porque al fin y al cabo la gracia es una persona: Jesucristo (Tito 2:11; Juan 1:16-17).

Cristo es la materialización de la gracia. Él es la personificación de la gracia. De su plenitud tomamos gracia sobre gracia. Por eso, la gracia es una realidad objetiva, tangible, y palpable: Es decir la podemos ver y tocar con los ojos y las manos de la fe.

Gracia y paz.

CARGAR MÁS
Cargando