¡Únete a nosotros en la misión de servir a la Iglesia hispana! Haz una donación hoy.

×

Sentirse #bendecido está de moda.

Un vistazo rápido a Facebook y Twitter muestra cuántas personas hoy se sienten #bendecidas. En nuestro mundo de redes sociales, decir que eres bendecido puede ser una manera de jactancia, mientras se trata de lucir humilde.

¿Beca universitaria? #Bendecido ¿Aumento de salario inesperado? #Bendecido. ¿Familia maravillosa? #Bendecido

Los cristianos también usamos el término. Oramos para que Dios bendiga nuestra familia. Atribuimos nuestros talentos inmerecidos a “las bendiciones de Dios”. Hablamos de nuestros ministerios siendo bendecidos. Pero, ¿qué significa realmente? ¿Cómo debemos entender la bendición de Dios?

La buena vida

Para los creyentes, ¿es una vida bendecida sinónimo de éxito en la vida? ¿Es #bendecido la versión cristiana de la buena vida? Un matrimonio amoroso, hijos obedientes, un ministerio vibrante, un cuerpo sano, una carrera exitosa, amigos de confianza, abundancia financiera. Si estas son las características de una vida bendecida, entonces tenerlos todos debe traducirse como una vida extraordinariamente bendecida.

Ahora, ¿es esti así? Si alguien tuviera todas esas cosas, ¿sería extraordinariamente bendecido?

En lugar de recurrir a Dios, ellos pudieran sentirse autosuficientes y orgullosos. Tal vez un poco presumidos y justos. Después de todo, su trabajo duro estaría dando buen fruto.

Por otra parte, no necesitarían clamar a Dios por liberación. Al llegar allí, todo es perfecto. Si ser #bendecido es tenerlo todo, entonces los que están bendecidos así no necesitarían confiar en Dios; sería suficiente confiar en sí mismos. No necesitarían a Dios para llenarlos, pues ya estarían satisfechos.

Las bendiciones más grandes de Dios

Mi deseo por Dios está impulsado en gran medida por mi necesidad; y es en las áreas de pérdida donde siento necesidad más intensamente. Mis deseos no satisfechos me mantienen de rodillas, profundizan mi vida de oración, me hacen escudriñar la Biblia en búsqueda de las promesas de Dios.

Las bendiciones terrenales son temporales; ellas pueden ser quitadas. Las bendiciones de Job desaparecieron en un fatídico día. Yo también tuve una vida cómoda de la cual fui despojada en un lapso de semanas: Mi matrimonio se disolvió, mis hijos se rebelaron, mi salud decayó, mi familia se vino abajo, mis sueños fueron destruidos.

Sin embargo, en medio de esos acontecimientos dolorosos, experimenté las más grandes bendiciones de Dios: Una fe más fuerte de lo que había experimentado antes, un amor más profundo de lo que había conocido, un caminar más íntimo de lo que podría explicar. Mis pruebas afianzaron mi fe de una manera que la prosperidad y la abundancia no podían.

Mientras mis pruebas no eran bendiciones en sí mismas, eran canales para ellas. Como Laura Story pregunta en su canción Blessings (Bendiciones), “¿Qué tal si tus bendiciones vienen a través de las gotas de lluvia? ¿Qué tal si las pruebas de esta vida —la lluvia, las tormentas, las noches más difíciles— son Sus bendiciones disfrazadas?”

Esta idea revolucionaria de la bendición también está firmemente establecida en la Escritura.

El hilo común

Una traducción del Nuevo Testamento tiene 112 referencias con las palabras bendecir, bendición, o bendecido, ninguna de las cuales conectan bendición con la prosperidad material. Considera estos pasajes:

“Bienaventurados (Bendecidos) los pobres en espíritu… Bienaventurados los que lloran… Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia… Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan” (Mateo 5: 3-11).

“Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan” (Lucas 11:28).

“Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas” (Romanos 4:7; citando del Salmo 32:1).

“Bienaventurado el hombre que se mantiene firme bajo la prueba” (Santiago 1:12).

“Bienaventurados los muertos que mueren en el Señor de ahora en adelante… Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero” (Apocalipsis 14:13, 19:9).

No hay ningún indicio de prosperidad material o circunstancias perfectas en cualquier referencia del Nuevo Testamento. Por el contrario, la bendición suele estar conectada, ya sea con la pobreza y las pruebas, o los beneficios espirituales del ser unidos por la fe de Jesús.

De acuerdo con la biblia de estudios Key Word, “La palabra griega que se traduce bienaventurado (bendecido) en estos pasajes es makarioi, lo que significa ser “plenamente satisfecho”. Se refiere a los que reciben el favor de Dios, independientemente de las circunstancias” (énfasis añadido).

¿Qué es bendición, entonces? La Escritura muestra que bendición es cualquier cosa que Dios dé y que nos hace plenamente satisfechos en Él; cualquier cosa que nos acerque más a Jesús. Cualquier cosa que nos ayude a renunciar a lo temporal y a aferrarnos con más fuerza a lo eterno. Y a menudo son las luchas y pruebas, las decepciones dolorosas y los anhelos insatisfechos, lo que mejor nos permite hacer eso.

Verdaderamente bendecido

El dolor y la pérdida nos transforman. Mientras que a veces nos trastornan desde el interior, también nos pueden empujar a una vida más profunda con Dios de lo que creíamos posible. Nos hacen descansar solamente en Dios, no en lo que podemos hacer o lograr para Él, y no en lo que Él puede hacer o lograr por nosotros.

En el dolor y la pérdida, anhelamos Su presencia, anhelamos saber que Dios es por nosotros, con nosotros y en nosotros. Grandes familias, riqueza financiera y buena salud son regalos maravillosos que podemos agradecerle a Dios, pero no son sus mayores bendiciones. Pueden hacer que nos deleitemos, no en Dios, sino en sus regalos.

La mayor bendición de Dios siempre descansa en Dios mismo. Cuando tenemos eso, estamos verdaderamente #bendecidos.


Imagen tomada de Lightstock

Publicado originalmente en Desiring God. Traducida por Alicia Ferreira.
Recibe cada día los artículos, podcasts, y vídeos más recientes.
CARGAR MÁS
Cargando