¿Por qué estudiar Romanos?
Una vez leí que la predicación de Romanos ha antecedido la mayoría de los grandes momentos de avivamiento en la historia de la iglesia. No sé si eso es exactamente cierto, pero puedo ver cómo podría serlo. La verdad del evangelio no es exclusiva de Romanos, pero su profundidad sistemática, histórica y teológica se destaca entre todas las cartas del Nuevo Testamento. Aquí, entonces, hay tres grandes razones por las que debes estudiar de manera cuidadosa esta gran carta.
Verdad devastadora y emocionante
Hay una razón por la cual el «camino de Romanos» se ha convertido en una presentación evangelística tan ubicua y efectiva. Las verdades claves necesarias para exponer la pecaminosidad del hombre y proclamar el alivio de la gracia de las buenas nuevas encuentran una expresión clara, sistemática e ingeniosa en el libro de Romanos.
Tengo un amigo llamado David que se convirtió a Cristo y dejó una vida de drogas y promiscuidad sexual, mientras vivía en Florida. Se encontró una Biblia que un amigo incrédulo trajo a su casa y que la había recibido de un cristiano. Nadie planeó leerla. Pero recientemente un huracán había acabado con todo lo que David poseía y él se sintió impulsado a considerar lo que estaba haciendo con su vida. De alguna manera se encontró en Romanos y comenzó a leer. Dijo que la revelación de Pablo de la depravación del hombre separado de Cristo lo aplastó. Sabía que él era exactamente de quien Pablo estaba hablando. David dice: «Estaba hablando de mí. Sabía que lo era. Y yo estaba muerto de miedo. Pensé: “Ya veo a dónde va esto y quiero salir”». Afortunadamente, Romanos también le mostró el camino de salida.
Capítulo por capítulo, versículo por versículo, vemos en esta maravillosa carta la verdad completa de la rebelión pecaminosa de la humanidad caída. Es decir, nuestra traición espiritual contra nuestro Creador, cuya existencia y amor están a la vista en todas partes. Sin embargo, también encontramos la verdad completa sobre la expiación de Cristo. Él mismo es la propiciación ante Dios por los pecadores que se arrepienten y creen.
Romanos nos muestra cuán malos somos realmente, lo cual es una verdad necesaria. Y nos muestra cuán amados somos realmente
Romanos nos muestra cuán malos somos realmente, lo cual es una verdad necesaria. Y nos muestra cuán amados somos realmente, lo cual es una verdad universalmente esperada. Los apóstoles exploran estos temas en todos los textos del Nuevo Testamento, por supuesto, pero en Romanos los encontramos con abundancia y profundidad. Quizás en ninguna parte de la carta esto es más evidente que en la obra maestra que se encuentra en su punto medio.
Romanos 8
Martín Lutero llamó a Romanos, «La parte principal del Nuevo Testamento, y el evangelio más puro». Diría que Romanos 8 es la «parte principal» de esta carta, el centro de este evangelio puro.
El giro de Romanos 7 a Romanos 8 es uno de los giros más exquisitos, maravillosos y extáticos de la historia literaria. Como Escritura inspirada, la bisagra entre Romanos 7:24-25 y Romanos 8:1 es nada menos que un cambio de vida. Romanos 8 es ampliamente considerado el capítulo más grande de toda la Biblia y aunque parece extraño establecer una porción de la palabra infalible de Dios como «mejor» que otras, aquellos que están familiarizados con el capítulo conocen el espíritu detrás de la afirmación. Yo recalco eso.
Romanos 8 es un pozo de agua sanadora profunda y cristalina para el alma reseca. Con el respaldo de las maravillosas verdades de que no hay condenación para los que están unidos a Cristo y que nada, ¡absolutamente nada!, puede separarnos del amor de Dios (8:1; 38-39), vale la pena estudiar todo este material, así tome toda una vida. Te reto a que medites regularmente en Romanos 8 y no te sientas «más que vencedor» (8:37).
Las profundidades del evangelio
Juan Crisóstomo dijo: «Romanos es, sin duda, el compendio más completo y profundo de todas las verdades fundamentales sagradas». Encontrarás la verdad del evangelio en cada libro de la Biblia, incluido el Antiguo Testamento, y ciertamente encontrarás el evangelio explícito de Jesucristo en cada libro del Nuevo Testamento. Pero el libro de Romanos, superado quizás solo por Hebreos, trae completamente la historia del antiguo pacto a la revelación del nuevo pacto. Romanos tiene un recorrido épico y un alcance panorámico. No solo obtienes el evangelio en Romanos, obtienes las profundidades del evangelio.
Así que Pablo no dice simplemente que somos pecadores. Él quita las capas de nuestro comportamiento hasta la raíz que suprime la verdad, oscurece el corazón y adora a los ídolos. Y no dice simplemente que estamos perdonados. Se remonta al pacto de Dios con Abraham, a la tensión entre Jacob y Esaú, al sistema de sacrificios, y retrocede aún más, a la fundación del mundo, y antes de eso a la eternidad pasada en la gloriosa sabiduría infinita y autosuficiente del Dios trino que «conoció de antemano» a Sus hijos, aun antes de que la primera estrella existiera. Como dije, Romanos es profundo. Romanos habla del perdón y la propiciación, de la justificación y la santificación, de la elección y la glorificación, de la unión con Cristo y la vida llena del Espíritu.
Pablo no solo dice: «Actúa bien». Él explica cómo los que están unidos a Cristo viven en su vida cotidiana en todo tipo de ambientes. Responde preguntas candentes (como «¿Qué pasa con aquellos que nunca han escuchado el evangelio?») y habla de temas perennes como «¿Cómo deben relacionarse los ciudadanos cristianos con sus gobiernos?». Romanos habla de todo, desde la homosexualidad hasta la predestinación, lo expresa todo en la historia del pacto y la teología bíblica, y conduce desde todo esto a la misión de Dios de alcanzar a las naciones con el evangelio.
Debes estudiar Romanos, por supuesto, porque Romanos es parte de la palabra santa e infalible de Dios. Pero también debes estudiarlo porque las profundidades del conocimiento, las profundidades del amor y las profundidades de la vida están todas contenidas en sus dieciséis capítulos.