Este artículo es la adaptación de un episodio de podcast publicado originalmente en Teología en tu vida.
Los mormones o el mormonismo es una secta falsa que se hace llamar cristiana, y promueve ciertas enseñanzas bíblicas de una manera que resultan contrarias a las doctrinas esenciales del cristianismo. Ellos se denominan como «La Iglesia de Jesucristo de los santos de los últimos días». Esta secta comenzó con Joseph Smith, quien nació y vivió en los Estados Unidos (1805-1844).
Una de las principales razones por las que el mormonismo comenzó es porque Joseph Smith observó las diferentes denominaciones cristianas que existían en su tiempo y concluyó que no estaban en lo correcto. Motivado por esto, Smith quiso descubrir lo que denominó «la religión correcta». En 1820, Joseph Smith fue al bosque a orar para pedirle sabiduría a Dios y, según el mormonismo, Dios se apareció a Smith y le dijo que no se uniera a ninguna de las denominaciones cristianas porque todas eran corruptas.
Tres años después, el 21 de septiembre de 1823, cuando tenía 17 años, Smith menciona que se le apareció un supuesto ángel llamado Moroni y le dijo que había sido elegido para traducir el libro de Mormón. Esta narración es considerada como el punto de partida del mormonismo.
Antes de continuar, me gustaría señalar que los mormones y los evangélicos tienen algunas cosas en común. Por ejemplo, los cristianos compartimos el valor que tiene la familia y tenemos altos estándares en lo que respecta a la moral. Con frecuencia los cristianos, al igual que ellos, luchamos contra problemas sociales como el aborto. Personalmente, tengo amigos que son mormones que me resultan agradables.
Pero desafortunadamente, hay ciertas creencias que los mormones sostienen y que son consideradas como heréticas en la iglesia evangélica. Tienen ciertas creencias que son tan diferentes a las de los evangélicos que nos impiden unirnos teológicamente con ellos. Es por eso que podemos llamar al mormonismo una secta.
Podríamos decir más cosas sobre el mormonismo. Sin embargo, hoy quiero hablar sobre lo que los mormones creen en tres áreas principales: Quién es Dios, quién es Jesús y qué creen sobre la salvación. Permíteme ser claro, las diferencias que estoy a punto de mencionar impiden que los mormones sean considerados cristianos.
¿Quién es Dios según los mormones?
Los mormones no creen en el mismo Dios que los cristianos evangélicos descubren en la Biblia. Los mormones no creen en un solo Dios. Tener una comprensión adecuada de la persona y obra de Dios, según la Biblia, es una doctrina fundamental del cristianismo.
Joseph Smith escribió que…
«muchos hombres dicen que hay un Dios: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son un solo Dios. Digo que esa es la descripción de un Dios extraño. Todos están apiñados en un solo Dios según el sectarismo [la fe cristiana]. Sería el Dios más grande del mundo. Sería un Dios maravillosamente grande, sería un gigante o un monstruo» (Enseñanzas del profeta Joseph Smith, p. 345).
Los mormones también creen que nuestro Dios actual solía ser un hombre de otro planeta:
«¡Dios mismo fue una vez como nosotros! ¡Ahora es un hombre exaltado y está sentado en su trono en los cielos! Hemos imaginado que Dios era Dios desde toda la eternidad. Refutaré esa idea y quitaré el velo, para que vean» (Enseñanzas del profeta Joseph Smith, p. 345).
Estas conclusiones doctrinales son completamente diferentes a lo que la Biblia afirma. Los cristianos creemos el testimonio bíblico de que Dios lo ha sido desde la eternidad, por ejemplo: «Antes que los montes fueran engendrados, y nacieran la tierra y el mundo, desde la eternidad y hasta la eternidad, tú eres Dios» (Sal 90:2; cp. 48:14).
Por lo tanto, debemos entender que la comprensión de los mormones sobre Dios es completamente diferente a la nuestra y, por supuesto, al consejo de las Escrituras.
¿Quién es Jesús en el mormonismo?
El cristianismo cree y confiesa la enseñanza bíblica de que Jesús es Dios eterno y que no fue creado, sino que Él creó todas las cosas (Col 1:16; Jn 1:1). Los mormones, por el contrario, creen que Jesús fue creado y que fue el primer espíritu en nacer del Padre. Ellos afirman erróneamente, contra toda afirmación bíblica, que Jesús es solo un hijo de Dios entre muchos, entre los cuales está incluido Lucifer.
Sin embargo, Pablo afirma sobre Jesús: «Porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo ha sido creado por medio de Él y para Él» (Col 1:16).
Entonces, la enseñanza de que Jesús fue creado es inconsistente con el cristianismo bíblico.
¿Qué creen los mormones sobre la salvación?
Una de las enseñanzas más peligrosas del mormonismo es su afirmación de que la salvación, la forma en que el hombre se reconcilia con Dios, no es solo por gracia sino también por obras. Un libro mormón afirma:
«Una de las doctrinas más falaces originada por Satanás y propuesta por el hombre es que el hombre es salvo solo por la gracia de Dios; que creer en Jesucristo solo es todo lo que se necesita para la salvación» (Miracle of Forgiveness, por Spencer W. Kimball, p. 206).
Estas palabras provienen directamente de los propios líderes mormones. Frente a esta grave desviación doctrinal, veamos un ejemplo de lo que afirma la Escritura:
«Porque por gracia ustedes han sido salvados por medio de la fe, y esto no procede de ustedes, sino que es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura Suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviamos en ellas» (Efesios 2:8-10).
La Biblia enseña claramente que nuestra salvación es solo por la gracia de Dios en Cristo. La Biblia también enseña que el sacrificio de Jesucristo fue suficiente para completar nuestra salvación.
Estas tres creencias principales son las que hacen que los mormones sean tan diferentes a los cristianos. Es su desacuerdo sobre quién es Dios, quién es Jesús y cómo opera el proceso de la la salvación, lo que hace que ellos no sean cristianos ni den gloria al Padre y al Hijo.
