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Nota del editor: 

Este es un fragmento adaptado de El Catecismo de la Nueva Ciudad: La verdad de Dios para nuestras mentes y nuestros corazones (Poiema Publicaciones, 2018), editado por Collin Hansen. Puedes descargar una muestra gratuita visitando este enlace.

¿Deberían aquellos que están en Cristo buscar la salvación mediante sus obras o de alguna otra forma?

No, no deberían, ya que todo lo necesario para la salvación se encuentra en Cristo. Buscar la salvación mediante las buenas obras es negar que Cristo es el único Redentor y Salvador.

Gálatas 2:6: “Sin embargo, al reconocer que nadie es justificado por las obras que demanda la ley, sino por la fe en Jesucristo, también nosotros hemos puesto nuestra fe en Cristo Jesús, para ser justificados por la fe en Él y no por las obras de la ley; porque por estas nadie será justificado” (NVI).

Si mezclas la fe con las obras, y dices: “Sí, debo tener fe en lo que Jesús ha hecho por mí, pero también debo agregar esto o aquello para ser salvo”, estás diciendo que realmente lo que te salva no es lo que Jesús ha hecho, sino lo que tú agregas. Esa forma de pensar te hace creer que eres tu propio salvador.

Esta ilustración pudiera ser de ayuda. El Sr. A le pidió al Sr. B que le hiciera un mueble de madera porque el Sr. B era un gran carpintero. El Sr. B y el Sr. A eran amigos, por lo que el Sr. B dijo: “Bueno, este mueble me tiene que quedar muy bien… perfecto”. Así que trabajó y trabajó en el mueble hasta que lo talló y pulió a la perfección. Trajo al Sr. A al taller para que viera el mueble, y el Sr. A tomó un pedazo de lija y dijo: “Permíteme solo darle un retoque más”. El Sr. B le dijo: “¡No! El mueble está terminado. Es perfecto. Y no hay forma de agregarle algo sin restarle algo”.

Es lo mismo con la obra de Jesucristo. Cuando Jesús murió, dijo: “Consumado es”. No hay nada más que agregar. Es perfecta. Y si le agregas algo, le restas algo. Si dices: “Él hizo esto pero yo debo hacer esto”, cualquier cosa que agregues se convierte en la verdadera base de tu salvación y te convierte en tu propio salvador.

Los reformadores protestantes presentaron fuertes argumentos bíblicos en contra de mezclar la fe y las obras, y a favor de que la justificación, la justicia y la salvación son únicamente por medio de la fe. No presentaré más argumentos aparte de estos; solo diré lo siguiente: Personalmente, no podría vivir si ese no fuera el caso. No tengo esperanza alguna a menos que pueda levantarme cada día sabiendo que estoy firme sobre este fundamento:

Segura mi esperanza está

En la justicia de Jesús,

Y mis pecados expiará

El sacrificio de Su cruz.

Esa es mi única esperanza.

Oración: Único Dios, guárdanos de confiar en las buenas obras o de vivir de tal manera que sugiramos que ellas son la base de nuestra salvación. Permítenos glorificar tu gracia, aprendiendo todo lo que esta implica, aferrándonos a la promesa de que Tú eres el principio y el final de nuestra salvación. Amén.


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