Los cristianos nigerianos anhelan el regreso de Cristo en medio de un mundo caótico. La población del país, de 200 millones de habitantes, experimenta una corrupción desenfrenada, brutalidad policial, secuestros regulares y poca confianza entre los ciudadanos. Pudiera parecer que este país ha sido abandonado por Dios.
La nación está dividida de muchas maneras, pero la más marcada es entre el norte y el sur. En el norte de mayoría musulmana, los cristianos se enfrentan a una fuerte persecución y presión. En el sur, los cristianos están sumergidos en un evangelio de prosperidad aberrante que no salva; no puede y no lo hará.
Sin embargo, Nigeria no está fuera del alcance de Dios ni está fuera de su vista. Él está obrando en esta nación. Especialmente en las últimas décadas, está ocurriendo un pequeño florecimiento de iglesias saludables en lugares como Abuja (la capital) y Lagos (la ciudad más poblada). Las iglesias están reportando un número creciente de creyentes y bautismos, así como cristianos que salen de las congregaciones del evangelio de la prosperidad hacia la verdadera luz del evangelio de la gracia.
Maneras de orar:
- Alaba al Señor por el crecimiento de iglesias, particularmente en Abuja y Lagos.
- Por los cristianos perseguidos en el norte, para que el Señor fortalezca a la iglesia e impida los avances de los agresores musulmanes.
- Por la reforma en la iglesia, particularmente en el sur: que los verdaderos creyentes abandonen las iglesias que están predicando doctrinas falsas, que los lobos dejen de difundir mentiras y que los creyentes puedan contar con más recursos y ministerios.
“Simón Pedro respondió: ‘Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente’. Entonces Jesús le dijo: ‘Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo reveló carne ni sangre, sino Mi Padre que está en los cielos. Yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré Mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella’” (Mateo 16:16-18).
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