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Vas a cometer un error.

La mayoría de ustedes hará algo estúpido.

Lo sé. He estado allí. He hecho eso.

Realmente no me gusta compartir mi experiencia con las disculpas, porque es evidencia de mi mal liderazgo. Sin embargo, los líderes tienen que aprender a pedir perdón. Disculpas reales. Disculpas sinceras.

La credibilidad del liderazgo solo se restablece si los líderes están dispuestos a disculparse. Pero demasiados líderes ofrecen disculpas sin pedir perdón. Aquí están cinco formas de disculparse que son realmente malas:

  1. “Si he ofendido a alguien…” Esta también se conoce como “la disculpa hipotética”. En realidad no hay mención de la mala conducta. Trata de poner la responsabilidad de la disculpa en la persona o personas que han sido ofendidas.
  2. “Cualquiera que sea el daño que causé…” Mira, si no estás dispuesto a reconocer que tus acciones o palabras lastimaron a las personas, no pierdas tu aliento con una no-disculpa como esta. Debes indicar específicamente tu mala conducta y reconocer que estás consciente de ella.
  3. “Pero…” En cualquier momento que ofrezcas esta conjunción, estás tratando de justificar tus acciones. Si tú dices: “Lo siento, pero…” No te estás disculpando en lo más mínimo. Esa pequeña conjunción puede hacer mucho daño. Es como decirle a tu cónyuge, “Te amo, pero…”.
  4. “Bla, bla, bla, bla…” Algunas disculpas tienen tantas palabras y frases adicionales que puedes perder la disculpa en la palabrería. Las disculpas verdaderas no solamente se sienten, también son sucintas y van al punto.
  5. “Esto es lo que él o ella hizo…” En pocas palabras, estás tratando de pasar la pelota con un lenguaje que implica que la culpa la tiene otro. O puedes estar dando a entender que el daño que has causado realmente se inició por otra persona.

Los líderes cometen errores. Los líderes hacen cosas tontas. Espero que podamos mantener eso al mínimo, pero no vamos a alcanzar la perfección sin pecado en esta vida.

Por cierto, en el liderazgo, puede que seas llamado a disculparte en nombre de la organización o iglesia que diriges. Puede que no hayas tenido un papel específico en la injusticia, pero tú eres el líder y portavoz de la organización. Esas disculpas deben ser tan sinceras y sentidas como las de la mala conducta personal.

Cuando haces algo mal, discúlpate. Cuando te disculpes, hazlo con sinceridad y contrición.

Los verdaderos líderes se disculpan con disculpas verdaderas.


Publicado originalmente en Thom Rainer. Traducido por Hugo Ochoa
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