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Antes que nada debo decir que amo los libros impresos. Me gusta tomarlos en mis manos, ojearlos, subrayarlos. Por eso, cuando escucho que el libro electrónico terminará sepultando el libro como lo conocemos hasta ahora, espero de todo corazón que sean meras fanfarronadas.

También debo decir que no tengo ningún mérito personal en mi amor por los libros y la lectura. Se trata de algo que heredé de mi padre y que fue incentivado de manera natural por mis hermanos mayores, sin proponérselo siquiera. Dios usó las circunstancias de mi crianza para que el amor por los libros entrara en mi sistema casi por ósmosis.

Sin embargo, en Navidad del 2010 decidí regalarme un Kindle de Amazon (por cierto, no gano ninguna comisión por esta propaganda gratuita). Para aquellos que no han tenido la oportunidad de ver un Kindle de cerca, se trata de un lector de libros electrónicos diseñado por Amazon.com. A diferencia de leer un libro en la pantalla de una computadora (o de un ordenador, como dicen los españoles) la pantalla del Kindle es prácticamente idéntica al libro impreso, de manera que no cansa la vista.

Al principio me resultaba un poco extraño leer en una tableta electrónica; pero, aunque no creo que el Kindle vaya a destronar mi afición por los libros impresos, debo admitir que son muchos los beneficios que tiene y que ahora deseo compartir con los lectores del blog.

Por un lado, no tienes que esperar por días la llegada del libro que has comprado; en unos 60 segundos ya lo tienes disponible en tu Kindle. Por otro lado, los libros son mucho más baratos que los libros impresos, aparte de todos los libros gratuitos que puedes conseguir en Amazon y en otras páginas de la Web. Por ejemplo, los dos volúmenes de las obras de Jonathan Edwards se pueden conseguir en Kindle a US $ 1.99. Esta semana compré en Monergism The Doctrine of Justification by Faith de John Owen por 99 centavos de dólar.

Otra gran ventaja del Kindle es el tamaño y el peso. El Kindle más barato cuesta US $79.00 dólares, tiene una pantalla de 6 pulgadas y pesa menos de 6 onzas. De manera que ahora puedes viajar llevando contigo un montón de libros, sin que te cobren sobre peso. El modelo básico del Kindle tiene 2 GB, mientras que el resto tienen 4 GB (en este último caben unos 3,500 libros electrónicos).

Uno de los grandes beneficios del Kindle es que puedes enviar un documento a una dirección que ellos mismos te proveen, y en segundos lo tienes de vuelta en tu tableta electrónica listo para leer. Para mí, que muchas veces comienzo mi sermón en la oficina de la iglesia y lo termino en casa, esta es una gran ventaja pues puedo escanear las páginas de los comentarios que voy a usar sin tener que llevarme tantos libros conmigo los fines de semana.

Otra ventaja que te ofrece Amazon es que puedes inscribirte en Prime Membership pagando 74 dólares anuales y, aparte de poder adquirir un montón de libros gratuitamente, también lo puedes tomar prestado del Kindle Owners’ Lending Library.

También puedes descargar gratuitamente el Kindle en tu pc, mac, Ipod, Ipad, Iphone, BB, Android y disfrutar de beneficios muy similares a los que te ofrece la tableta electrónica (puedes descargarlo aquí).

En algunas entradas subsiguientes estaré recomendando algunos libros disponibles en Kindle, así como de algunas páginas de la Web que puede ser de interés para aquellos que deseen hacer uso de esta herramienta para su crecimiento espiritual. Espero que otros puedan compartir su experiencia con el Kindle con los lectores de este blog.

© Por Sugel Michelén. Todo Pensamiento Cautivo. Usted puede reproducir y distribuir este material, siempre que sea sin fines de lucro, sin alterar su contenido y reconociendo su autor y procedencia.

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