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Uno de los conceptos más distorsionados dentro de la iglesia es el concepto del amor. Entre muchos cristianos, la idea de amar se parece más a la visión secular del amor que sacrifica la verdad y lo tolera todo.

Me explico: algunos creyentes critican a otros y los acusan de no tener amor cuando se denuncia por nombre a los falsos maestros o una falsa enseñanza. Otros sugieren que hablar del infierno o la ira divina no refleja el amor de Dios. Otros acusan a los creyentes de falta de amor cuando ellos hablan contra el pecado. Y también están los que se molestan cuando otros cristianos denuncian a los líderes que caen en pecado.

Para muchos, el amor es un sentimiento barato que todo lo tolera y todo lo acepta. Esta visión del amor, que muchos cristianos tienen, es un amor permisivo y alcahueta que no está en armonía con el amor de la Biblia. El amor que se jacta de tolerancia no es el amor de la cruz.

El amor cristiano es santo. No se goza en la injusticia, mas se deleita en la verdad (1 Co. 13). El amor cristiano valora la verdad y por eso se sacrifica por ella, incluso muriendo en el Calvario. Es por esto que el amor denuncia la injusticia, expone el engaño, y habla contra la mentira.

Por no entender esto, algunos dicen “yo prefiero amar a las personas” o “yo prefiero ser como Jesús, quien escogió amar”. Pero esto parece una forma justicia propia. Eso es fariseísmo disfrazado de amor. Eso suena parecido a “soy mejor que tú, porque yo amo y tú no”.

Veamos:

  • Si denunciar a los falsos maestros por nombre (o a las falsas enseñanzas) es una falta de amor, entonces debemos acusar de eso al apóstol Juan (3 Jn. 1:9).
  • Si hablar de la ira de Dios es una falta de amor, entonces a Pablo le faltó amor porque él hablo mucho de la ira divina (Ro. 1:18; 2:5; 5:9; Col. 3:6; 1 Ts. 1:10).
  • Si denunciar la inmoralidad sexual de un líder que no se arrepiente es falta de amor, entonces Pablo es un insensible, ya que él denunció a un hombre de la iglesia que se acostaba con su madrastra (1 Co. 5:1-13).
  • Y finalmente, si advertir del infierno es una señal de falta de amor, entonces nuestro Señor Jesucristo pecó de lo mismo pues Él es la persona que más habló del infierno en toda la Biblia (Mt. 5:22, 29, 30; 10:28; 18:9; 23:15; 23:33).

¿Te das cuenta del gran error de decir que confrontar o advertir sobre el pecado nunca es algo amoroso?

El amor busca el bien del prójimo, incluso si eso requiere confrontar su pecado, denunciar el engaño (de los falsos maestros y las falsas enseñanzas), y advertir de la ira de Dios y del peligro del infierno. En realidad, hablar de estas cosas pueden ser genuinas expresiones de amor. De hecho, lo más cruel sería no denunciar la maldad, ceder ante el error, y callar antes los peligros.

El verdadero amor te advierte del peligro, sobre todo si el peligro se llama “infierno”. El verdadero amor denuncia el engaño, porque el engaño desvía. Y el verdadero amor condena al pecado, porque el pecado es devastador. Así habló nuestro Señor Jesucristo, la personificación del amor.

¡Demos gracias a Dios por su amor!


Imagen: Unsplash.
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