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Nota del editor: 

Este es un fragmento adaptado de Lecciones prácticas de la vida (CLIE, 2019), por John MacArthur.

Para empezar a responder a la pregunta ¿Qué significa ser lleno del Espíritu?, tienes que saber esto: si eres un cristiano, el Espíritu Santo vive en ti. Romanos 8:9 dice: “si alguien no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de Él”. Y de la misma manera, si tienes a Cristo, tienes al Espíritu.

1 Corintios 6:19-20 dice: “¿O no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que está en ustedes, el cual tienen de Dios, y que ustedes no se pertenecen a sí mismos? Porque han sido comprados por un precio. Por tanto, glorifiquen a Dios en su cuerpo y en su espíritu, los cuales son de Dios”. Tu cuerpo es el templo.

1 Corintios 12: 12-13 dice que todos hemos sido bautizados en un Espíritu. Toda persona que es cristiana posee al Espíritu Santo. Pero eso no significa que somos llenos del Espíritu Santo.

¿Qué queremos decir con “llenos”? Bueno, queremos decir, en primer lugar, entendido de manera muy simple, controlado por. Controlado por. La palabra pleroo, usada en la Biblia, tiene la idea de influencia total.

En los relatos del Nuevo Testamento, con frecuencia lees acerca de alguien que fue lleno de enojo. Que estaba lleno de temor, lleno de asombro. Lleno de maravilla. Y lo que eso básicamente significa es que esa es una influencia dominante.

Eso es lo que significa ser lleno del Espíritu. Significa ser dominado por la fuerza del poder del Espíritu Santo en tu vida de tal manera de que no hay: “Bueno, sé cómo quiero vivir mi pequeña vida cristiana. Un poco para ti, Espíritu, y un poco para mí. Y hago lo que quiero un par de horas; y después, Tú haces lo que quieres el domingo. Y después, quizás unos cuantos días durante la semana. Y vamos a manejar esto juntos. Y en cierta manera, vamos a mantener esto equilibrado”.

Tristemente, eso es lo que la mayoría de los cristianos hacen. Ser lleno del Espíritu significa que la balanza se inclina de manera total en favor del Espíritu Santo. Él se convierte en la influencia controladora.

Otro uso de esta palabra en los Evangelios es muy interesante, es el uso de la palabra pleroo para expresar el viento que llena las velas que mueven al barco.

Cuando te vuelves totalmente influenciado por el Espíritu Santo, Él se convierte en la fuerza que te mueve

Lo mismo sucede en tu vida. Cuando te vuelves totalmente influenciado por el Espíritu Santo, Él se convierte en la fuerza que te mueve. Él comienza a impulsarte en la dirección correcta. Él se convierte en la fuerza que llena las velas que mueven al barco.

Entonces, debes entender esto: posees el Espíritu Santo. Pero no necesariamente estás bajo la influencia dominante del Espíritu Santo en todo momento. Por lo tanto, no estás siendo impulsado por el Espíritu Santo. Ser lleno del Espíritu es permitir que el Espíritu domine tu vida y te mueva en la dirección que Dios quiere que vayas.

Entonces, no tienes que pedir el Espíritu. Posees al Espíritu. No dejes que nadie venga y te diga que necesitas al Espíritu Santo. Que ores por el Espíritu Santo. No. Ya tienes al Espíritu Santo viviendo en ti. Necesitas estar totalmente controlado e influenciado por su poder.

Es algo así como un Alka Seltzer, en un sentido, para darte una analogía. Si tienes un Alka Seltzer, lo pones en un vaso con agua y mientras que está en la parte de abajo, no hace nada. Todo el poder está ahí. Toda la fuerza está ahí. Todo el valor está ahí. Todo está contenido en esa pequeña tableta, pero hasta que es disuelto en el resto del vaso y es colocado en partes iguales en toda el agua, no va a tener su impacto apropiado.

Lo mismo es con el Espíritu Santo. El poder está comprimido en el Espíritu Santo de Dios residiendo en la vida adentro del creyente. Pero para que sea eficaz, tiene que ser difundido en toda la vida del creyente.


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