¡Únete a nosotros en la misión de servir a la Iglesia hispana! Haz una donación hoy.

×

“Pero mientras pensaba en esto, se le apareció en sueños un ángel del Señor, diciéndole: “José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque el Niño que se ha engendrado en ella es del Espíritu Santo”, Mateo‬ ‭1:20‬.

Este pasaje normalmente es considerado solo durante la temporada navideña. Sin embargo, la forma en que el joven José se ve envuelto en esta situación, habla sobre algo que podemos estar enfrentando cotidianamente.

Y es que José se ve en una posición muy difícil que tal vez nunca hubiera imaginado. De un momento a otro, su prometida le ha dicho que se encuentra esperando un bebé, pero no concebido por él sino por la gracia de Dios.  Él ahora tiene una lucha en su corazón tratando de asimilar las palabras y acciones de María, mientras lidia con sus propios sentimientos hacia ella.

“Y dará a luz un Hijo, y Le pondrás por nombre Jesús, porque El salvará a Su pueblo de sus pecados”, Mateo‬ ‭1:21‬.

La solución de Dios para la humanidad se encontraba en el nacimiento de su Hijo, el cual nacería de esta manera para ser el Salvador y Mesías prometido a Su pueblo. Sin embargo, este bebé no solo era la salvación para el pueblo de Dios, sino también para José mismo, ya que el problema mayor, tanto del Pueblo de Dios, como de José, y de nosotros, es el pecado.

Muchas veces también nos encontramos en situaciones que nunca hubiéramos imaginado. Como José, pasamos tiempo pensando, buscando, y pesando cada opción en nuestra mente, tratando de encontrar la mejor solución a nuestras circunstancias.

Es importante considerar esto, aprender de las experiencias difíciles, y de los errores del pasado. Hagamos eso reconociendo que Jesús es la única solución para nuestro mayor problema. Entendiendo que el pecado en nuestro corazón y los ídolos con los que luchamos, siguen jugando un papel central en nuestra cotidianidad, siempre que no permanezcamos en Él.

Más que la ayuda de un consejero o una nueva manera de ver los problemas, necesitamos reconocer nuestra continua necesidad de un Salvador.

La buena noticia para ti y para mí es que nuestro futuro y nuestra salvación están seguros en Él. Nuestra necesidad de arrepentimiento y respuesta en fe a su obra por nosotros, nos ayuda a seguir creciendo en la fe.

Piensa en esto hasta que tu corazón responda gozosamente en adoración.


Imagen: Lightstock.
Recibe cada día los artículos, podcasts, y vídeos más recientes.
CARGAR MÁS
Cargando