Lo creas o no, los niños en edad de primaria que estás criando, enseñando y cuidando están listos para el libro de Romanos. Es cierto que la carta de Pablo a los Romanos es notoriamente intimidante. Aborda temas como el pecado, la elección y la justificación que pueden ser difíciles de entender y aceptar, sea cual sea su edad. Incluso Pedro dijo que algunas cosas de las cartas de Pablo eran difíciles de entender (2 P 3:16), y Romanos es la epístola más larga de Pablo y posiblemente la más densa desde el punto de vista teológico.
Aunque Romanos no parece apto para niños, cuenta una historia emocionante de peligro y rescate. El libro de Romanos trata de un héroe. Pero no un héroe cualquiera, sino el más grande de todos los tiempos. Es el héroe que libera a las personas de la esclavitud, vence al diablo e incluso trae a los muertos de vuelta a la vida. ¡Es un héroe que vino a salvar villanos!
Espera un momento. ¿Salvar a villanos? ¿No se supone que el héroe debe luchar contra los malos? ¿Qué clase de historia es esta? Es la historia que tus hijos necesitan. Es la historia que todos necesitamos.
El libro de Romanos trata de un héroe. Pero no un héroe cualquiera, sino el más grande de todos los tiempos. Es el héroe que libera a las personas de la esclavitud
¿Todavía te sientes intimidado? Aquí hay tres verdades que puedes señalar a los niños mientras leen juntos el libro de Romanos.
1. Puede que no creas que eres un villano, pero lo eres.
¿Qué pasa si te digo que eres un villano? Así es. Tú eres el malo y yo también. Todas las personas del mundo entero tienen el mismo gran problema: el pecado. De hecho, este problema es tan grande que Pablo dedica los capítulos del 1 al 3 a hablarnos de él. Mientras lees, explica a los niños que pecamos cuando desobedecemos a Dios. Esto nos convierte en enemigos de Dios, ¡los malos! Pecamos con nuestras acciones, nuestros pensamientos y nuestros corazones. Vemos nuestro pecado cuando queremos hacer las cosas a nuestra manera en vez de a la manera de Dios. Vemos nuestro pecado cuando queremos herir a alguien o tomar algo que no nos pertenece. Vemos nuestro pecado cuando somos poco amables con los demás y siempre queremos ser los primeros.
¿Por qué el pecado es un problema tan grande? Porque en nuestro pecado, amamos y adoramos a las cosas más que a Dios. El pecado tiene grandes consecuencias. La paga por nuestro pecado es la muerte (Ro 6:23). Para vivir para siempre con Dios, debemos convertirnos en uno de los buenos. Debemos ser justos —perfectamente santos y estar bien con Dios— pero nadie es justo. Ni una sola persona (Ro 3:10). Esto significa que cada uno de nosotros merece morir. Sí, ese es un gran problema.
2. Las buenas noticias son que Jesús nos ama aunque seamos villanos.
En lugar de luchar contra nosotros, el héroe más grande lucha por nosotros. Nos transforma de malos a buenos, de enemigos a miembros de la familia. Jesús ofrece una solución perfecta a nuestro gran problema. Se ofrece a Sí mismo. Aunque seamos malos, nos ama y nos rescata. Apunta a tus hijos todos los lugares de Romanos que hablan de la salvación que tenemos en Jesucristo (hay muchos). Recuérdales que Jesús fue el único justo que nunca pecó. Diles que Jesús no merecía morir como nosotros, pero que murió en nuestro lugar para que nosotros no tengamos que hacerlo. Jesús nos da Su justicia para que podamos vivir con Dios para siempre (Ro 6:23).
¿Cómo obtenemos la justicia de Jesús? Confiando en Él (Ro 1:16-17; 4:5). Explica a los niños que tener fe en Jesús significa creer que es el Hijo de Dios que murió por nosotros y confiar en Él para que nos salve de nuestros pecados. Si tenemos fe en Jesús, Él toma todo nuestro pecado y nos da Su historial perfecto. ¡Esa es una muy buena noticia!
3. Jesús cambia nuestros corazones de villanos y nos ayuda a servir a los demás.
Jesús nos ama cuando somos malos y nos convierte en buenos. El evangelio es la buena noticia de que los que confían en Jesús vivirán con Dios para siempre, pero también es la buena noticia de que Jesús cambia los corazones ahora mismo. Romanos 12-16 cuenta cómo nuestras vidas deben ser diferentes gracias a Jesús. Dile a los niños que cuando confiamos en Cristo, Él nos hace nuevos (Ro 6:4).
Jesús nos ama cuando somos malos y nos convierte en buenos. El evangelio es la buena noticia de que los que confían en Jesús vivirán con Dios para siempre
Jesús nos salvó, así que ahora podemos amarlo y obedecerlo (Ro 12:1-2). Cuando los niños confían en Jesús, debería cambiar su forma de obedecer a sus padres y profesores, de tratar a sus amigos y hermanos, de afrontar las decepciones. Podemos amar a los demás aunque se porten mal con nosotros (Ro 12). Obedecemos a Dios obedeciendo a las personas que él puso a cargo (Ro 13). No siempre tenemos que obtener lo que queremos; podemos renunciar a las cosas que queremos para mostrar amor a los demás (Ro 14). Jesús es la razón por la que queremos obedecer, y Él es la razón por la que podemos hacerlo.
Así que toma tu Biblia y lee el libro de Romanos con los niños que están bajo tu cuidado. Muéstrales al Salvador que salva incluso a Sus enemigos. Deja que la gracia de Dios cautive su imaginación y su corazón. Ayúdales a ver su necesidad de Jesús, las buenas noticias sobre la salvación y la forma en que Él transforma nuestras vidas.
