Yo estoy entre los hombres más bendecidos del mundo. Dios me ha salvado y me sostiene gentilmente. Tengo una familia increíble. El lugar y el ministerio donde sirvo es un regalo de Dios.
Y además, como una mayor bendición para mí, Dios me ha permitido servir y escuchar a otros líderes de la iglesia alrededor del mundo. En este artículo, comparto algunas ideas que escuché de miembros de la iglesia a través de las redes sociales, correos electrónicos, comentarios de blogs, y conversaciones personales.
Las nueve frases siguientes salen del corazón de muchos miembros de la iglesia. En su mayor parte, estos miembros no son de esos criticones. Se trata de hombres y mujeres que realmente aman a sus pastores. Pero muchos de ellos tienen algunas cosas en lo profundo de sus corazones que les gustaría compartir con sus pastores. Y muchos se resisten a hacerlo, porque saben que sus pastores a menudo reciben críticas y demandas excesivas.
Por lo tanto, escuche estas sensibles palabras de miembros de la iglesia que aman a sus pastores, de hombres y mujeres que realmente desean lo mejor para ellos.
1. Déjeme saber que usted realmente se preocupa por mí. Esto no significa que me llame con regularidad o que me visite cada vez que lo demande. Es más bien mostrar más disposición, o tal vez más palabras desde el púlpito que demuestren su amor por los miembros. Podremos entonces decir que realmente se preocupa por nosotros y nos ama.
2. Enséñeme la Biblia. Sé que está inundado de peticiones, y las expectativas son a menudo poco razonables. Pero, por favor, no deje que lo distraigan de su tiempo en la Palabra. Tengo hambre de la enseñanza bíblica y la predicación. Por favor, pase tiempo estudiando la Palabra para que nos pueda enseñar bien.
3. Ayúdeme a lidiar con el cambio. Este mundo y esta cultura está cambiando tan rápido que me enfrento al miedo y la incertidumbre. Ayúdeme a entender la fortaleza de Dios en un mundo turbulento. Y entienda que mi miedo al cambio en la iglesia a menudo se relaciona con mi miedo al cambio en el mundo. Así que lléveme suavemente mientras lidera los cambios en la iglesia.
4. No vaya demasiado lejos. Yo quiero que nos lidere. Pero no se nos adelante tanto que podamos confundirle con el enemigo y terminemos disparándole por la espalda. Sé que el cambio es necesario, pero aprenda cuál ritmo es mejor para nuestra iglesia.
5. Ayúdeme a lidiar con las cuestiones de familia. Algunos de nosotros estamos luchando en nuestros matrimonios. Otros nos sentimos solos, ya sea que estemos solteros o casados. Algunos de nosotros tenemos problemas con nuestros hijos. Algunos de nosotros estamos tratando con padres muy ancianos. Herimos profundamente cuando tenemos heridas familiares. Muéstrenos verdades bíblicas acerca de estos temas. Y muéstrenos su corazón y preocupación pastoral por estos temas.
6. Sea transparente. Sabemos que es imperfecto, pero los críticos a veces causan que usted trate de ocultar sus defectos. Por supuesto, no queremos cada detalle de su vida personal o familiar. Pero sí queremos saber que usted tiene algunos de los mismos problemas que nosotros. Nos ayuda a identificarnos. Nos ayuda a orar más.
7. No se ponga a la defensiva cuando le ofrezco una crítica constructiva. Sé que es duro. Usted recibe tantas críticas ya; muchas de ellas mezquinas y egoístas. Pero hay muchos de nosotros que le aman y que, en raras ocasiones, ofrecemos algunas palabras que creemos que son lo mejor para usted. Escúchenos sin estar a la defensiva. Oremos para que el Espíritu de Dios le ayude a discernir cuándo debe escuchar y cuándo debe ignorar.
8. Ore por mí. Por favor, hágame saber que usted ama tanto a los miembros de su iglesia que ora por nosotros frecuentemente. Háganos saber que usted considera la oración por los miembros una de sus más altas prioridades.
9. Deme esperanza. Este mundo me confunde. Esta cultura degenerada me asusta. Muéstreme cómo Dios ha tratado con esos momentos sin esperanza en el pasado de tal manera que puedan ser de esperanza para mí hoy. Muéstreme las posibilidades en Cristo, su esperanza y aliento en días difíciles.
Pastores, su tarea no es fácil. De hecho, es imposible sin la fuerza de Cristo. Usted tiene muchos miembros en la iglesia que le quieren. A menudo son miembros silenciosos y, por lo tanto, miembros ignorados. Escuche estas palabras de miembros saludables de la iglesia para que pueda ser incluso un mejor pastor para ellos.
¿Qué añadirías, miembro de la iglesia? ¿Qué añadirías, pastor o líder? ¿Cómo resuenan estas nueve cuestiones para ustedes?
