Ailee Pagán: Primero debemos reconocer que todos tenemos ídolos porque fuimos creados por Dios para adorarlo a Él en todo tiempo, sin embargo como seres caídos en un mundo pecaminoso nuestra adoración se desvía a sustituir el lugar que le corresponde a Dios y terminamos creando ídolos a parte de Dios.
Tal vez estos ídolos no son como los que hizo el pueblo judío en medio del desierto, pero un becerro y nuestros ídolos tienen la misma connotación. Todo aquello que le roba a Dios nuestra total adoración, nuestra total devoción, y nuestro primer amor es un ídolo. Incluso cosas que parecen piadosas pueden llegar a desplazar a Dios, y todo lo que desplaza a Dios es un ídolo.
Catherine Scheraldi: Juan Calvino dijo que nosotros somos factorías perpetuas de ídolos y como creyentes debemos preguntarnos por qué hacemos tantos ídolos. En Génesis 3:5 la serpiente le dijo a Eva que Dios estaba mintiendo, que Dios sabía que si ella comía de ese fruto ella iba a conocer la diferencia entre el bien y el mal, e iba a ser como Dios, y esta es la misma astucia que Satanás usa contra nosotros.
Cada uno de nosotros tenemos un ídolo muy grande, nuestro yo. Tim Keller explica que cada uno de nosotros tenemos ídolos profundos e ídolos superficiales que sirven a ese ídolo profundo que soy yo. Y esto pasa de una manera inconsciente y es la razón por la que siempre estamos fabricando ídolos, porque buscamos algo que llene lo que solo Dios puede llenar.
IP: El primer objeto que desplaza a Dios no es externo sino interno, por eso Dios enfatiza tanto en su Palabra desde el Antiguo Testamento hasta el los Evangelios que el primer amor es nuestro Dios, que el primer mandamiento es amar a Dios sobre todas las cosas porque Él sabe la lucha que tenemos en nuestro corazón. Él sabe que sí fuera por nosotros mismos, en nuestras fuerzas, nos amaríamos más a nosotros mismos, y por ese amor y ese deseo de satisfacción a nuestro yo, a nuestra carne, es de donde salen todos aquellos ídolos que desplazan a Dios, que incluso pueden parecer buenos, por ejemplo, el deseo de prepararme, de tener una carrera puede volverse un ídolo que en su inicio parece bueno, y es realmente bueno que como mujeres nos preparemos, pero si ese deseo desplaza a Dios entonces eso es un ídolo.
Incluso como mamá, la devoción y el cuidado de mis hijos puede volver en un ídolo si el tiempo que yo invierto en esta devoción a ellos desplaza mi tiempo de devoción a Dios. Es un principio, todo lo que roba el protagonismo de Dios en mi vida puedo identificarlo como un ídolo.
CS: El problema de los ídolos es que nos separan de Dios, causando iniquidad. Blaise Pascal dijo que todos nosotros fuimos creados con un vacío que solamente Dios puede llenar. Nosotros tratamos de llenar este vacío con ídolos, pidiéndole a ese ídolo hacer algo que solamente Dios puede hacer.
IP: Como dice Dios, amarás al Señor con toda tu mente, con todo tu corazón, y con todo tu ser. Si yo no estoy amando a Dios de esa manera estoy desplazando este amor, esta devoción a algo más y voy a continuar por ese camino de perdición alejándome sutilmente de Dios. Aunque no voy a perder mi salvación, si es que realmente he conocido a Jesucristo como Señor y Salvador, no voy a poder experimentar en vida el gozo y la plenitud de vida que Dios tiene para mí porque me estaré desgastando mi ser en ídolos que yo misma he creado. De hecho, tenemos que tener mucho cuidado porque todos esos ídolos creados se alojan en mi mente y corazón, que es justamente donde el primer mandamiento me manda a amar a Dios.
CS: Nosotros fuimos creados a imagen de Dios. Creados para adorar a Dios y reflejarlo a Él. Si no lo adoramos a Él sino a nosotros mismos, no estaremos cumpliendo el propósito por el cuál fuimos creados.
IP: Por último debemos tener claro que esta lucha contra los ídolos la tiene todo ser humano, y una oración que le hago a Dios todos los días, es que Él me llene de pasión por Él, por su Palabra, que me de sed y hambre por Él y por su palabra, porque en nuestra naturaleza humana son más los días en que no queremos buscar de Dios que los que queremos buscar de Él. Así que nuestra oración sea centrarme en Dios como mi único y mayor ídolo, conocerlo y estar íntimamente relacionada con él, para amarlo y adorarlo con todo mi ser, con toda mi alma, con toda mi fuerza y así que todos los demás ídolos sean automáticamente desplazados.