Dios creó al hombre a Su imagen y semejanza. Esto incluye, indudablemente, el genio creativo. Las imágenes que están posteadas más abajo son una pequeña muestra de esa capacidad que Dios ha dado al hombre, sean creyentes o no, para crear belleza de cosas tan comunes como espigas de arroz.
Aquí vemos a un grupo de japoneses trabajando en una plantación de arroz, nada fuera de lo común. Nada que no podamos ver en San Juan de la Maguana o San Francisco de Macorís.
Pero, repentinamente, cuando el arroz comienza a crecer, algo sorprendente ocurre…
Para lograr estos impresionantes diseños los japoneses utilizan plantas de arroz de color diferentes, que han sido estratégicamente dispuestas y cultivadas en los campos de arroz.
La próxima foto nos muestra cómo se ve la plantación desde el suelo y los tipos de espigas que usan.
Este arte se inició en 1993 con diseños muy simples que luego se fueron complicando hasta llegar a formar verdaderas obras de arte. Y esto es sólo una pequeña muestra, ínfima en comparación, de la capacidad artística de nuestro Dios.