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La arquitectura minimalista ha ganado mucha aceptación en las últimas décadas. Sus espacios elegantes y de escasos elementos son estimados por nuestra cultura. Su tendencia reductiva le hace depender de la calidad de cada componente para causar una impresión favorable. El color de las paredes debe ser acertado y el material del mobiliario es crucial; incluso las lámparas y baldosas deben seleccionarse con precisión. Cada objeto es clave para el resultado final.

Estos aspectos del minimalismo lo hacen semejante a la interpretación bíblica sana. Así como el buen minimalismo depende de la selección correcta de sus elementos, la buena interpretación parte de la identificación correcta de los conceptos fundamentales en la Escritura para comprender cada pasaje.

Piénsalo de esta manera: ¿Qué sentido tendría la frase: «Ahí está el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo» (Jn 1:29), si ignoramos verdades básicas como la santidad de Dios, el pecado original, la sustitución del pecador y la justificación por fe? Estas doctrinas son fundamentales para una comprensión sana y correcta del texto. 

Los conceptos bíblicos fundamentales son el punto de partida de toda interpretación correcta. Si iniciamos nuestro estudio sosteniendo creencias erróneas, nuestra interpretación también resultará equivocada. Esto hace que el entendimiento de los conceptos fundamentales sea una tarea esencial.

¿Cómo podemos comprender estas doctrinas y conceptos bíblicos para interpretar la Biblia correctamente? En este artículo compartiré cuatro principios introductorios.

1) Esfuérzate

El salmista escribió:

«Tengo más discernimiento que todos mis maestros,
Porque Tus testimonios son mi meditación.
Entiendo más que los ancianos,
Porque Tus preceptos he guardado…
No me he desviado de tus ordenanzas,
Porque tú me has enseñado» (Sal 119:99-100,102).

Como podemos ver, el entendimiento bíblico correcto proviene de la gracia divina que bendice al estudiante obediente y diligente (Pr 2:1-8; Jn 16:13; Heb 5:14).

Entender los conceptos más importantes de la Biblia es algo para buscar dependiendo constantemente del Señor, pues el conocimiento estimado por Dios no procede de un mero ejercicio intelectual o de una dependencia pasiva. El verdadero entendimiento proviene del favor divino que recompensa al piadoso que escudriña los tesoros bíblicos (Col 1:9-12; 1 P 2:2; 1 Ti 4:13-16; 2 Ti 3:14-17).

2) Identifica

Partiendo de esta vida piadosa y dependiente del Señor, lo próximo es leer y releer la Biblia procurando identificar sus conceptos fundamentales.

El entendimiento bíblico correcto proviene de la gracia divina que bendice al estudiante obediente y diligente

Evidentemente, esto tomará años. ¡Por eso debes comenzar ahora! Te recomiendo realizar estudios preliminares de cada tema importante para afianzar tus ideas paulatinamente, mientras adquieres mayor comprensión de las doctrinas. Puedes utilizar concordancias bíblicas y detenerte en las porciones claves para ahondar en cada tema.

En particular, es importante identificar los conceptos bíblicos dentro del esquema de pensamiento de cada autor inspirado. Esto significa identificar los conceptos de Pablo dentro de los escritos paulinos antes de emplear otras fuentes bíblicas. Los autores de las Escrituras desarrollaban conceptos particulares mientras la providencia de Dios les iluminaba en sus circunstancias individuales. Posteriormente, la inspiración divina empleó este entendimiento para redactar de forma infalible e inerrante los escritos bíblicos.

Por ejemplo, mientras que conceptos como la ley, el pacto, la tierra y el tabernáculo son centrales en los escritos de Moisés, Pablo enfatiza doctrinas como la justificación por fe, la iglesia y la muerte de Cristo. Esto no implica que sus pensamientos discrepen, sino que cada autor fue inspirado para edificar a los elegidos con mayor énfasis en ciertos temas.

De hecho, es frecuente que dos autores bíblicos empleen las mismas palabras para referirse a distintas realidades (como cuando Pablo y Santiago usan la palabra justificación). Por esto es preciso identificar el sentido de cada concepto dentro del pensamiento de cada autor, antes de proceder al próximo paso.

3) Armoniza

Al estudiar la Biblia, debes prestar atención a cómo las formulaciones de cada autor sobre un mismo concepto se relacionan y encajan dentro de un pensamiento unificado. Armonizar es considerar de qué manera el pensamiento de David, de Mateo y de Juan (y los demás autores bíblicos) forman una unidad coherente.

Detrás de las mentes que redactaron las Escrituras operó un único pensamiento infalible e inerrante inspirado por Dios

Detrás de las mentes que redactaron las Escrituras operó un pensamiento único infalible e inerrante inspirado por Dios. Por esto esperamos unidad y coherencia entre las partes de la Biblia. Así que antes de emplear un concepto para interpretar un pasaje, debes evaluarlo a la luz de la enseñanza bíblica general. Esto te permitirá distinguir su sentido preciso y acertado dentro del texto particular.

Uno de los elementos más cruciales de la armonización es considerar de qué manera la obra redentora de Cristo, sus beneficios para la iglesia y la consumación de su reino al final de la historia, afectan la interpretación de cada pasaje. Pablo afirmó que en Cristo «están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento» (Col 2:2-3); por esto solo encontraremos la interpretación correcta de cada texto a la luz de la gloria de Cristo.

4) Consulta

Por último, nunca debes pensar que podemos realizar este proceso separados de la iglesia. El apóstol Pablo enseñó que Cristo dio «pastores y maestros, a fin de capacitar a los santos para la obra del ministerio… hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento pleno del Hijo de Dios» (Ef 4:11-13).

Solo encontraremos la interpretación correcta de cada texto en la Biblia a la luz de la gloria de Cristo

Dios ha preparado a multitudes de creyentes para ayudarnos a comprender los conceptos bíblicos. Debemos acudir a ellos, ya sea en persona, vía Internet o a través de sus escritos para adquirir instrucción. Cuando tu entendimiento discrepe de un buen grupo de maestros respetados por la iglesia bíblica, debes detenerte y preguntarte qué aspecto de tu pensamiento requiere mayor atención o podría estar equivocado.

Construye con los elementos correctos

Al completar este proceso, podemos decir que contamos con los bloques adecuados para comenzar a construir lo que llamo nuestra «vivienda bíblica». Recuerda: los conceptos fundamentales son cruciales para interpretar todos los pasajes de las Escrituras. Así que si tu información inicial es errónea, tu interpretación también lo será.

Dedícate a conocer las verdades clave de la Biblia, en particular aquellas doctrinas necesarias para interpretar los textos que estudias y enseñas. Pidamos sabiduría al Señor y procuremos ser obreros fieles, que no tienen de qué avergonzarse porque manejan «con precisión la palabra de verdad» (2 Ti 2:15).

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