Constantemente me asombra que esta pregunta todavía se haga, y aún más asombrado de que algunos cristianos respondan diciendo: sí.
¿Pudiera recordarles algunas cosas importantes que los musulmanes creen o, por el contrario, no creen?
Los musulmanes niegan la verdad de la Trinidad, que el Dios eterno existe en tres Personas iguales: Padre, Hijo, y Espíritu Santo. Los musulmanes también niegan la encarnación. En Juan 1:14 se nos dice que la Palabra eterna, o la Segunda Persona de la Trinidad, “se hizo carne”, una noción que es aborrecible para todos los musulmanes. Sin embargo, los musulmanes también hacen todo lo posible para hablar bien de Jesús. Se le da un lugar destacado en el Corán. Se le llama el Mesías, el hijo de la virgen María, el mensajero, profeta, y siervo. Los musulmanes lo veneran de la misma manera que veneran a Abraham, Moisés, y Mahoma. Pero Jesús, dicen todos los musulmanes fieles, no es Dios.
Como todos ustedes saben, la muerte de Jesús en la cruz como un sustituto de seres humanos pecaminosos, seguida de su resurrección corporal de la tumba, es el corazón y el alma del cristianismo. No hay evangelio, no hay buenas noticias, de hecho no hay cristianismo, aparte de la vida sin pecado, la muerte expiatoria, y la resurrección corporal de Jesús. Pero los musulmanes niegan que Jesús murió en la cruz. Y como nunca murió físicamente, nunca resucitó de entre los muertos. Alguien disfrazado de Jesús sufrió la crucifixión, mientras que Jesús fue llevado al cielo por Dios.
Durante bastante tiempo había una valla publicitaria interesante cerca de donde vivo. En el lado derecho del letrero, en letras grandes, estaba la palabra ISLAM. Del lado izquierdo, bajo el título “Una familia”, estaban los nombres de Abraham, Moisés, Jesús, y Mahoma.
Sugerir que Jesús es simplemente uno de los muchos profetas venerados, incluyendo a Abraham, Moisés, y Mahoma, es una blasfemia.
¡No! No somos familia con quienes niegan que Jesús es Dios. Abraham y Moisés son dos de los grandes santos del antiguo pacto, pero vivieron anticipando la venida de Jesús. Sus palabras, hechos, y declaraciones proféticas apuntaban hacia el Hijo de Dios venidero, el único y verdadero Mesías, Jesús. Sugerir que Jesús es simplemente uno de los muchos profetas venerados, incluyendo a Abraham, Moisés, y Mahoma, es una blasfemia. Peor aún, es digno de condenación. Creer esa mentira es entregarle tu alma a la muerte eterna.
En Juan 5 Jesús hace una afirmación clara e inconfundible no solo de ser igual a Dios el Padre, sino también de ser Dios mismo. De hecho, dice en Juan 5:23 que “el que no honra al Hijo no honra al Padre que lo envió”.
Considera cómo esto habla directamente a la pregunta de si las personas de otras religiones adoran al mismo Dios que los cristianos. Esa pregunta es fácil de responder: ¿honran a Jesucristo? ¿Reconocen quién es él? ¿Creen y afirman que Él es la Palabra que se hizo carne e hizo un sacrificio por los pecados de hombres y mujeres? ¿Conocen y celebran a Jesús como el verdadero Mesías? ¿Lo honran y lo alaban por ser igual a Dios el Padre en deidad, gloria, y majestad? Si no lo hacen, entonces tampoco honran al Padre. Claramente, si no honras al Padre, no lo adoras, no lo conoces, no tienes relación con Él.
Entonces, déjenme hablar sobre la pregunta que constituye el título de este artículo: ¿adoran los cristianos y los musulmanes al mismo Dios? ¡No! Definitivamente y decisivamente, ¡no! Los musulmanes no honran al Hijo. Niegan de Jesús todo lo que Él mismo afirmó ser. Rechazan que sea el Hijo de Dios. Rechazan su muerte expiatoria sacrificial en la cruz. Rechazan cualquier noción de su resurrección corporal. Y cualquier sugerencia de que solo a través de la fe en la persona y la obra de Jesucristo puede salvarse una persona es aborrecible para ellos. Dice John Piper:
“En otras palabras, si quieres saber si alguien en otra religión, o sin religión, honra a Dios (es decir, tiene una verdadera relación de adoración con Dios), la prueba que usas para saber esto es: ¿honran a Jesús por quién Él es en realidad? ¿Es, como el divino Hijo de Dios, el Mesías, el Salvador crucificado y resucitado del mundo, el Señor del universo, y el Juez de todos los seres humanos? Si no lo hacen, entonces no honran a Dios”.
El mentiroso por excelencia es la persona que niega que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios que ha venido en carne humana.
Juan el apóstol escribió lo mismo en su primera epístola: “¿Quién es el mentiroso sino el que niega que Jesús es el Cristo? Este es el anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Nadie que niega al Hijo tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre” (1 Jn. 2:22-23). El “mentiroso” por excelencia, el que encarna y expresa el espíritu del anticristo mismo, es la persona, ya sea hombre o mujer, que niega que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios que ha venido en carne humana (ver 1 Jn. 4:1-6).
La razón por la que expresé mi conmoción continua de que algunos cristianos que deberían saber la respuesta persistan en preguntarse si los cristianos y los musulmanes adoran al mismo Dios se debe a la declaración simple pero profunda aquí en 1 Juan 2. “Todo aquél que niega al Hijo tampoco tiene al Padre”. Si no “tiene” al Padre, no lo conoce, no puede honrarlo ni adorarlo. Fin de la discusión. Caso cerrado.
Mi oración es que cualquiera que esté leyendo este artículo, ya sea musulmán o ateo, que niegue al Hijo, por la gracia de Dios pueda abrir sus ojos a la verdadera identidad de Jesús de Nazaret. Él es la Palabra que se hizo carne (Jn. 1:14). Él es a quien debemos honrar y adorar con la misma pasión y convicción con la que honramos y adoramos a su Padre.
