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Quizá una de las mayores luchas ministeriales para los cristianos sea nuestro deber de ¡evangelizar! ¿Por qué la mayoría de los creyentes tenemos dificultades para realizar esta honrosa tarea? Esta es una de las preguntas a las que muchos líderes en la iglesia no encuentran una respuesta concreta. Sin embargo, existen recursos que nos orientan para identificar las razones que obstaculizan el evangelismo en una iglesia particular.

El libro Movilizar para evangelizar, de Matt Queen —quien es investigador, escritor y profesor de evangelismo en el Seminario Bautista del Sudoeste en los Estados Unidos—, analiza la responsabilidad de la iglesia local con el evangelismo en dos direcciones: en la primera, el autor guía al lector en un autoanálisis del liderazgo, el equipo de trabajo y la iglesia local misma; y en la segunda dirección, analiza las diferentes áreas del evangelismo y realiza propuestas para evaluar y mejorar nuestros métodos.

El análisis propuesto por Queen se basa en fundamentos bíblicos que explican por qué cada aspecto sobre el que se reflexiona es crucial para impulsar el evangelismo y las misiones en la iglesia local. Con las propuestas de este libro, algunos podrían pensar que estamos dejando de lado la labor del Espíritu Santo en este análisis. Sin embargo, la realidad es que este análisis es una forma objetiva —con ciertos principios gerenciales— que nos ayuda a organizar mejor la labor en la que nos impulsa el Espíritu Santo a realizar en el evangelismo como iglesia local.

Movilizar para evangelizar

Movilizar para evangelizar

Seminary Hill Press. 96 páginas.

El libro Movilizar para evangelizar, de Matt Queen —quien es investigador, escritor y profesor de evangelismo en el Seminario Bautista del Sudoeste en los Estados Unidos—, analiza la responsabilidad de la iglesia local con el evangelismo en dos direcciones: en la primera, el autor guía al lector en un autoanálisis del liderazgo, el equipo de trabajo y la iglesia local misma; y en la segunda dirección, analiza las diferentes áreas del evangelismo y realiza propuestas para evaluar y mejorar nuestros métodos.

Seminary Hill Press. 96 páginas.

Un análisis interno a la organización de la iglesia

Profundizando un poco más en el contenido de Movilizar para evangelizar, la primera parte contiene cuatro cuestionarios cuyas respuestas nos pueden ayudar a entender si estamos organizados como iglesia para desarrollar de manera efectiva la labor del evangelismo. Estos cuestionarios constituyen una propuesta administrativa, donde hacemos una especie de FODA (análisis con base en las Fortalezas, Oportunidades, Debilidades, Amenazas) a nuestro quehacer evangelístico como iglesia.

El Cuestionario anual del perfil de la iglesia —el cual debe ser respondido por el pastor, administrador o secretario— ayuda a analizar el crecimiento de la congregación en cuanto a la membresía y el uso de los recursos económicos. También explica cómo estos se relacionan con nuestra labor evangelística. Estas son algunas de las preguntas que encontrarás en este cuestionario:

  • ¿Cuál es el total de miembros de la iglesia reportado por tu iglesia en los últimos cinco años?
  • ¿Cuántos bautismos en total reportó tu iglesia en los últimos cinco años?
  • ¿Cuánto dinero se dedicó al evangelismo intencional o cuántos gastos misionales reportó anualmente la iglesia durante los últimos cinco años?

Debo agregar que encontrarás unas tablas que te servirán de modelo para anotar la información necesaria al responder estas preguntas que te ayudarán a ubicar el evangelismo como un tema primordial en la congregación, si es lo que estás buscando.

El segundo es el Cuestionario de evaluación para el pastor, el cual lleva al pastor a reflexionar sobre su propia comprensión sobre los no creyentes, la importancia de presentar el evangelio en cada sermón y su dedicación al evangelismo en sus labores semanales. De la misma manera, estas preguntas no solo aplican a nivel personal sino desde la perspectiva de los demás, tanto de los líderes como de la congregación.

El tercero es el Cuestionario de evaluación para el personal ministerial/líderes laicos. Se trata de un cuestionario muy similar al del pastor aunque más breve, donde se va a conocer cuál es la perspectiva de cada líder sobre el evangelismo, la forma en que lo practica y cómo puede animar a otros a hacerlo.

Finalmente, el Cuestionario de evaluación para miembros de la iglesia trata sobre cómo los miembros de la iglesia comprenden qué es el evangelismo, si son motivados a hacerlo y si realmente lo practican.

Estos cuestionarios ayudan a tomar la temperatura de la iglesia sobre su comprensión y motivación para el evangelismo. Estas preguntas por sí solas serían suficientes, pero Queen, en la segunda parte de su libro, sugiere la toma de decisiones para mejorar el rumbo de la congregación sobre su papel ante el evangelismo.

Tomando una nueva dirección

En la segunda parte, junto al análisis y la reflexión sobre los cuestionarios anteriores, se sugieren pasos prácticos para impulsar la evangelización (p. 43). Cada pregunta de los cuestionarios anteriores se puede clasificar dentro de uno de nueve componentes estructurales del evangelismo congregacional que el autor propone. Comparto contigo tres de ellos:

1) El financiamiento evangelístico plantea la necesidad de invertir para el desarrollo del evangelismo. Queen advierte sobre la necesidad de diferenciar entre la inversión en la imagen de la iglesia (identidad, marketing) y los recursos para alcanzar a los no creyentes.

2) Teología evangelística. Queen aborda la importancia de revisar de forma permanente las convicciones teológicas. Debemos compartir el evangelio con todas las personas sin importar sus circunstancias.

3) Filosofía del evangelismo y la labor del evangelista. Si como iglesia no estamos alineados, la labor evangelística va a recaer sobre unos pocos y se hará de manera individual y no colectiva, teniendo un impacto menor.

Estos componentes, junto a los que no menciono aquí, nos llevan a tres verdades ministeriales: en primer lugar, debemos tener un control más prolijo sobre lo que sucede en nuestras congregaciones, en áreas tales como: membresías, bautismos, inversiones y más; en segundo lugar, necesitamos obedecer a la guía del Espíritu Santo, usando los dones que nos dio; finalmente, debemos evaluar cómo está respondiendo la congregación a la misión de evangelizar.

Prolijos en el evangelismo

La Palabra de Dios sigue siendo central en todo este proceso. Queen afirma que el secreto para llevar a las personas «a evangelizar de manera intencional y constante, radica en el poder y la Palabra de Dios» (p. 4).

A final de cuentas, este libro no trata sobre métodos de evangelismo. Es, más bien, una reflexión desde nuestro quehacer individual y eclesial sobre si realmente estamos sembrando la semilla sin olvidar el elemento estratégico que nos permite una buena planificación.

Movilizar para evangelizar es un manual que, con análisis y ejemplos prácticos, nos invita a ser responsables y objetivos con nuestro trabajo evangelístico. Es recomendable para aquellos que quieren avanzar el evangelio de una manera intencional y estratégica para honra y gloria de Dios.

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