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La teología sistemática ha sido, es y será un tema importante para la iglesia. ¿Quién de los creyentes estudiosos de la Palabra no ha consultado libros de teología sistemática para leer sobre temas sencillos y hasta doctrinas controversiales, como la escatología?

Por eso quiero hablarte de un nuevo recurso llamado Doctrina cristiana esencial: Manual de verdades bíblicas (Editorial Portavoz, 2021), de John Macarthur, un teólogo y maestro reconocido a nivel internacional, quien sirve como pastor principal de la iglesia Grace Community Church (California, Estados Unidos).

Doctrina cristiana esencial

Doctrina cristiana esencial

Editorial Portavoz. 528 páginas.

El atractivo de Doctrina cristiana esencial es que se trata de «una versión condensada (del libro Teología sistemática), una obra que tiene la claridad doctrinal del original. El objetivo era hacerlo más accesible y que retuviera las definiciones más importantes, y que cualquier cristiano lo pudiera leer de forma más sencilla».

Doctrina cristiana esencial es un libro breve, sencillo de comprender y bien fundamentado que te permitirá madurar como cristiano y vivir de la manera en que Dios espera de sus hijos.

Editorial Portavoz. 528 páginas.

Un compendio de teología sistemática

Los creyentes que ya conocen esta clase de libros quizá se pregunten: ¿por qué un libro más de teología sistemática? ¿Qué aporta a diferencia de los demás?

El atractivo de Doctrina cristiana esencial es que se trata de «una versión condensada (del libro Teología sistemática), una obra que tiene la claridad doctrinal del original. El objetivo era hacerlo más accesible y que retuviera las definiciones más importantes, y que cualquier cristiano lo pudiera leer de forma más sencilla» (p. 11).

Este libro analiza los diez temas fundamentales de la teología sistemática:

  1. La Palabra de Dios: Bibliología.
  2. Dios Padre: Teología Propia.
  3. Dios Hijo: Cristología.
  4. Dios Espíritu Santo: Pneumatología.
  5. El hombre: Antropología.
  6. El pecado: Hamartiología.
  7. La salvación: Soteriología.
  8. Los ángeles: Angelología.
  9. La Iglesia: Eclesiología.
  10. El futuro: Escatología.

Esta obra recoge los temas fundamentales de la teología sistemática, explicados de forma sencilla, haciendo que este libro sea tanto de consulta como de lectura para cualquier persona.

¿Por qué necesitamos una teología sistemática bíblica?

La respuesta a esta pregunta nos hará comprender por qué hay una variedad de libros sobre teología sistemática y por qué John Macarthur decidió publicar esta nueva síntesis.

Los beneficios para la vida del creyente

«La teología sistemática responde a la pregunta: ¿Qué enseña el canon cerrado de las Escrituras sobre cualquier tema o asunto?» (p. 18). Por otro lado, cuando entendemos que la teología es «el esfuerzo sostenido de conocer el carácter, la voluntad y los actos del Dios trino» (p. 15), esto nos hace comprender su importancia para nuestra madurez.

La teología sistemática ofrece beneficios para el creyente que comprende la Palabra. En primer lugar, comprendemos los distintos temas vinculados con el plan redentor y que constituyen la revelación de Dios al hombre. En segundo lugar, provee un panorama general para confrontar la falsa enseñanza y corregirla cuando sea necesario. Finalmente, nos permite conocer el consejo de Dios para crecer en santidad.

Pese a que hay temas sobre los cuales la Biblia no habla, o sencillamente no los desarrolla, ese hecho no niega la importancia de la teología sistemática. Debemos comprender que Dios guarda silencio de manera soberana (Dt 29:29) y que no todo lo revelado puede ser comprendido por el ser humano (2 P 3:16). Sin embargo, somos llamados a entender que lo que Dios revela plenamente, como el mensaje del evangelio, es para que lo entendamos y vivamos.

La relación de la teología sistemática y la sana doctrina

Al mismo tiempo, si analizamos las definiciones de teología sistemática y sana doctrina dadas por el autor, llegamos a conclusiones que nos ayudan a valorar los libros de teología sistemática.

La teología sistemática se realiza a partir de una exégesis de la Palabra. Eso nos permite tener un buen fundamento de los temas bíblicos, porque tiene en cuenta el contexto y la hermenéutica al buscar la interpretación correcta. Asimismo, considera el desarrollo bíblico de la revelación. Esta forma de estudiar y presentar la Palabra está muy relacionada con la enseñanza de la sana doctrina.

La sana doctrina resulta de «calibrar» cualquier enseñanza con base en las Escrituras (p. 23). De esta manera, la teología sistemática nos permite tener un panorama bíblico relacionado con los temas claves para realizar la evaluación de toda enseñanza.

Esto es importante porque estamos en un mundo que logra introducir muchas de sus ideas en la iglesia. Quizá una de las razones para esto es que hemos simplificado y relajado los principios bíblicos para acomodar un cristianismo a «nuestra manera». La sana doctrina, por el contrario, nos induce a evaluarnos desde la perspectiva de Dios y no desde la nuestra. Nos hace conscientes de nuestro pecado y cómo este nos aleja de Dios. Así también, revela que el único que puede acercarnos de nuevo a Dios es Jesucristo, y cómo debemos vivir sometidos a su soberanía cuando Él se convierte en nuestro Señor. Todo esto nos lleva a una esperanza eterna. 

Teología para todo creyente

La teología sistemática es útil para todo creyente, sea una persona con formación teológica formal o un «cristiano de a pie». Tener un panorama de los distintos temas claves de la Biblia —como los ofrecidos por el pastor MacArthur en este libro— nos lleva a estar preparados para evangelizar, discipular o responder ante cualquiera que demande razón de nuestra esperanza (1 P 3:15).

Es vital que todo cristiano busque crecer en su entendimiento de la Biblia. Esperar que el pastor o líder haga todo en nuestro aprendizaje refleja el desconocimiento de la Escritura. Cuando entendemos la doctrina de la iglesia, o eclesiología, comprendemos que somos un cuerpo y que cada creyente tiene dones para la edificación de la iglesia. Lamentablemente, desconocer las doctrinas nos lleva a ser cristianos que solo pueden tomar leche, y no alimento sólido, porque no han madurado (1 Co 3:2).

Dios nos llama a conocer la Escritura y sus doctrinas porque ella hace al creyente «perfecto [calificado], equipado para toda buena obra» (2 Ti 3:17). Es decir, la Palabra de Dios nos capacita para edificar a la iglesia.

Conclusión

A través de las páginas de este libro, cada creyente podrá conocer qué es lo que la Biblia enseña sobre doctrinas claves y le va a preparar mejor para el servicio en la iglesia. Conocer de forma sistemática lo que la Palabra de Dios enseña va a permitir que tengas un conocimiento ordenado, claro y bien fundamentado de tus creencias.

Doctrina cristiana esencial es un libro breve, sencillo de comprender y bien fundamentado que te permitirá madurar como cristiano y vivir de la manera en que Dios espera de sus hijos.

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