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Cuando los cristianos hablan hoy acerca de la doctrina de la creación, gran parte de la discusión inmediatamente se enfoca en cuándo ocurrió la creación, cómo se relaciona con las afirmaciones evolucionistas, tierra vieja, tierra joven, y cosas similares. Ciertamente, esas preguntas son importantes, pero no son el lugar en el que la Biblia misma coloca el énfasis principal. Déjame explicar qué quiero decir con eso.

Hace aproximadamente 50 años, Francis Schaeffer escribió un libro llamado Genesis in Space and Time [Génesis en el espacio y tiempo]. En él, Schaeffer hizo una pregunta que me parece cada vez más fundamental: ¿Qué es lo mínimo, él pregunta, que debemos obtener de Génesis 1-11 para que el resto de la Biblia sea coherente y verdadera? Ahora, él no está preguntando qué es lo máximo que puedes obtener de Génesis 1-11 y Génesis 1-3 en particular, sino: ¿Qué es lo mínimo sobre lo que debemos estar seguros, claros, para que el resto de la Biblia sea coherente y verdadera? Esta es una pregunta muy astuta, porque es una manera de decir: Esas son las cosas que más debemos enfatizar y las menos negociables.

Permíteme delinear algunas de esas cosas. Este es solo un resumen. Cada uno de los puntos que trataré podrían fácilmente ser más desarrollados. En lugar de eso, abordaré un puñado de ellos rápidamente.

1) Dios está primero. Este es un punto muy elemental, pero necesita ser articulado. Antes de que hubiera cualquier otra cosa, antes de que hubiera un universo en el principio: Dios. Él está primero. Y esto se desarrolla en otros pasajes de las Escrituras para mostrar que Dios no era dependiente de nosotros en la eternidad pasada. No es que Dios necesitara el universo para no estar solo. Eventualmente, la Biblia desarrolla la noción de Dios de muchas maneras para mostrar que en el pasado el Padre amaba al Hijo y el Hijo amaba al Padre. Así que había una perfección de amor en el pasado.

Esto es muy diferente a, por ejemplo, la visión del Islam, donde el Islam es lento para hablar de Dios como un Dios de amor, porque eso asume la importancia de alguien más. Y en su insistencia de la singularidad, soberanía, y distancia de Dios, ellos pueden enfatizar que Dios es grande y grandioso. Es difícil para ellos enfatizar que Dios es amor. El Corán rara vez habla en esos términos. Pero la Biblia como un todo insiste que Dios es amor, porque en un solo Dios, milagrosa y extrañamente, Dios también es otro. En la unidad de Dios hay una complejidad tal que Dios ama al Hijo, el Hijo ama a Dios, incluso en la eternidad pasada, y Él no necesita el universo.

Dios es amor, porque en un solo Dios, milagrosa y extrañamente, Dios también es otro. En la unidad de Dios hay una complejidad tal que Dios ama al Hijo, el Hijo ama a Dios, incluso en la eternidad pasada, y Él no necesita el universo.

2) Dios habla. Él es un Dios que habla. Lo primero que hace es hablar, y por su poderosa palabra llama al universo a existencia. Ahora, eso se vuelve paradigmático de Dios revelándose en palabras. A través de toda la Biblia, Dios es un Dios que habla, y Él se atreve a hablar en palabras que los humanos pueden entender.

3) Dios lo hizo todo. Eso es contrario al panteísmo, en el que todo en el universo es Dios. Eso es contra el panenteísmo, en el que todo en el universo es Dios, pero Dios no es todo en el universo. Esto es, queda un poquito de Dios además de todo lo que ha sido hecho que existe en el universo. Pero aquí hay una distinción entre Dios, quien existe antes que todo en el universo, y el orden creado. Está en contra de cualquier dualismo ontológico, esto es una clase de dualismo en la que hay una fuerza buena y una fuerza mala, o una fuerza con un lado bueno y un lado malo. Esto no es La Guerra de las Galaxias.

4) Hay un Dios que es bueno y que hizo todo bueno. Así que el origen de la maldad no es intrínsecamente una ley buena y una ley mala que están en competencia. Incluso cuando se presenta la serpiente, se presenta como la más sutil de las criaturas que Dios creó. Por tanto, nunca hay ni siquiera un atisbo de dualismo o algo parecido. Hay un solo Dios soberano sobre todo.

Sé que esto hace que surjan toda clase de preguntas. ¿Cómo se relaciona Dios con el bien y el mal? Bueno, la Biblia hace mucho énfasis en Dios relacionándose con el bien y el mal de manera asimétrica. Esto es, Él se relaciona con el bien y el mal de maneras diferentes. Él se relaciona con el bien de manera que el bien siempre se acredita a Él y el mal siempre se acredita a causalidades secundarias, como la serpiente, aunque esta no puede eliminar la soberanía de Dios.

Cuando Pablo se encuentra evangelizando a los paganos en Hechos 17, en la gran ciudad de Atenas, una de las cosas que él enfatiza es que Dios es soberano y que el Creador de todas las cosas no necesita nada. Los dioses paganos son finitos. Tienen necesidades, miedos, lujurias, gozos, tristezas, triunfos, y más. Así que mucho de la religión es: dame y yo te doy. Ofrece los sacrificios correctos a los dioses y terminarás con un bebé gordito y saludable. Así luce la religión y el mundo pagano. Funciona con intercambios. Pero si Dios hizo todo y no necesita nada, ¿cómo haces negocios con Él?

5) El inicio de la necesidad de la doctrina de la gracia se estableció en la narrativa de la doctrina de la creación. Dios hizo todo bueno. Y eso quiere decir, en quinto lugar, que los seres humanos son responsables delante de Dios. El fundamento de nuestra responsabilidad delante de Dios es la doctrina de la creación. Se convierte en la fuente de la alabanza del creyente (Salmos 33; Apocalipsis 4). Está incluída en la narrativa repetidamente.

Alaba a Dios porque fuimos hechos por Él y para Él, y somos responsables delante de Él. Es lo correcto, bueno, y razonable. Y en este contexto, entonces, cuando las personas dicen hoy, “Escucha, no me molesta si tienes tu religión, tu Jesús, y tu Biblia. Pero yo soy una persona espiritual también. Tengo mi propia religión. Tengo mi propia perspectiva sobre lo divino y lo espiritual. Deja de forzarme a ese Jesús tuyo”, tarde o temprano, aunque podría ser sabio y amoroso alejarse un poco e intentarlo otro día, sin embargo, tarde o temprano, el cristiano amoroso tendrá que decir —muy gentilmente cuando estén tomando un café y en el contexto de una relación de confianza— el cristiano tendrá que decir: lo que no puedo hacer es alejarme, porque Dios te hizo y por lo tanto te debes a Él y tendrás que rendir cuentas a Él.

Así que el fundamento de nuestra responsabilidad delante de Dios, nuestra responsabilidad a Él y el hecho de que porque Él es Dios, y que Él será el juez definitivo de nuestras reacciones a Él, se presentan, en principio, en los capítulos iniciales del libro de Génesis.

6) Luego, en sexto lugar, hay pistas —y no más que eso— de la complejidad de Dios en expresiones como: “Hagamos al hombre a Nuestra imagen” (Gn. 1:26). Algunas personas han intentado entenderlo como un plural de majestad, pero no hay indicios reales de esto en el contexto, o de que sea Dios y la corte celestial o algo por el estilo; no hay indicios reales de esto en el contexto. Creo que en Génesis 1-3 hay muchos, muchos temas que se introducen sin quedar claros. Esto es, son expresiones que están llenas de significado. Sería un error leer: “Hagamos una doctrina completa de la Trinidad”. No está ahí. Los componentes no están ahí.

Pero hay una pista de ello. Hay una sombra de que Dios no es simplemente uno y ya. Él es un Dios. Y sin embargo también hay tal complejidad en Dios que existe otro. Encuentras esas pistas de manera incipiente en el Antiguo Testamento y muy claramente en el Nuevo Testamento, cuando encuentras un pasaje como Juan 5. Dios está determinado a que todos honren al Hijo incluso mientras honran al Padre, y antes, “En el principio”, dice el Evangelio de Juan, “ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios”, el compañero de Dios, “y el Verbo era Dios”, Dios mismo (Jn. 1:1).

Así que tienes más y más y más sombras hasta que obtienes la clase de fórmula que obtienes en el siglo cuarto DC. Pero aunque el Nuevo Testamento es mucho más claro respecto a esas cosas, tienes semillas ya plantadas en la doctrina de la creación. Y yo diría que tienes otras semillas. Yo solo mencionaré tres o cuatro. Aparecerán más adelante en la lista.

Por ejemplo, los cristianos han discutido por muchos años si existe un pacto de obras, como frecuentemente se le llama, con Adán en Génesis 2-3. Algunos han dicho muy firmemente “sí”, otros han dicho muy firmemente “no”. Los que dicen “no” señalan el hecho de que la palabra “pacto” no se usa. Y es cierto que la palabra “pacto” no se usa. Sin embargo, sí hay una especie de acuerdo establecido e impuesto por un Dios soberano que demanda obediencia con la amenaza de juicio a menos que haya obediencia. Muchos de los elementos que existen en el pensamiento de pacto ya existen en Génesis 1-3.

O, por ejemplo, el tabernáculo no se menciona hasta el tiempo de Moisés, y el templo no se menciona hasta el tiempo de David y Salomón. Y sin embargo, muchos han señalado que el tabernáculo y el templo son lugares de reunión entre Dios y sus portadores de su imagen. Y en ese momento el Edén es el lugar donde se reúnen Dios y sus portadores de imagen. Así que se empiezan a señalar muchas, muchas sombras de la teología del templo que ya tienen lugar en el jardín. Y, si lo deseas, puedes decir que la palabra “templo” no se utiliza. Sin embargo, las sombras, los primeros pasos hacia ese tipo de cosas, ya están ahí en el registro de Génesis 1-3.

Y, si tuviera el espacio, podría mostrarte que hay alrededor de una docena de estos temas que ya están incluídos en la estructura. Mencionaré solo uno más de pasada. La palabra “rey” no se utiliza; Dios presentándose como Rey. Sin embargo, no hay duda de que Él reina. Y Él reina sobre lo que Él ha hecho. Así que la noción de Dios como Rey está incluída en la narrativa.

7) Luego, en séptimo lugar, los humanos se presentan como creados a la imagen de Dios. Eso se convierte en un tema principal que se encuentra a través de todas las Escrituras. Dios hace a los seres humanos a Su imagen y semejanza para que de algunas maneras sean como el resto de la creación: hechos por Dios a partir del polvo. Y de otras maneras son únicos y valdría mucho la pena desarrollar algunas de las cosas que están ligadas a esta noción de la imagen de Dios.

Unas de las razones por las que los cristianos encuentran tan difícil estar de acuerdo en lo que implica exactamente esta noción es que, una vez más, creo que es una expresión llena de significado. Es un contorno que será llenado con mucho más detalle en los capítulos y libros siguientes, y que recorre todas las Escrituras, que los seres humanos son criaturas únicas. Por un lado, se supone que reflejemos a Dios. Somos su imagen. Por otro lado, pertenecemos al polvo. Fuimos hechos del polvo. Somos parte del orden creado y no debemos ser confundidos con Dios. Así que este orden creado es extraordinariamente importante.

8) Luego, en octavo lugar, tenemos la mayordomía sobre la creación.

9) En noveno lugar, en Génesis 2 se encuentra una especie de orden y estructura. En el 1:26-27 leemos: “Hagamos al hombre a Nuestra imagen”. Así que el hombre y la mujer son igualmente hechos a la imagen de Dios, pero de cierta forma binaria. Hay un hombre y una mujer, y ambos son hechos a la imagen de Dios. Después, en el capítulo 2, el registro de la creación se describe con más detalle y vemos que uno fue hecho primero y el otro fue hecho a partir del primero. Esto es, Adán fue hecho primero y ella fue hecha a partir de él; por tanto, parte de la humanidad y para él de manera especial. Hasta ese punto no es una relación recíproca.

Entonces, la relación entre el hombre y la mujer se desarrolla de varias maneras. Y eso es parte de la preparación para el relato de la caída. Y esa clase de cosas también se desarrollan en términos de la relación entre el hombre y la mujer más adelante en la Escritura (1 Co. 11; 1 Ti. 2; y en otros lugares).

10) Luego tenemos escatología anticipada por todo esto. No es por nada que el profeta Isaías en el siglo 8 a. C. anticipa que lo que Dios hará por su pueblo al final es proveer un cielo nuevo y una tierra nueva. Y ese lenguaje está lleno de anticipación y gloria por lo que todavía falta por revelarse. Y finalmente aparece en Apocalipsis 21.

Pero se remonta a la primera creación, y aunque la expresión “cielo nuevo y tierra nueva” no aparece, como lo hace en Apocalipsis 21 o 2 Pedro, el tema está ligado con los detalles de Romanos 8, por ejemplo. El orden creado entero está sujeto a muerte y deterioro debido al pecado y la rebelión. Y gime esperando por nuestra adopción como hijos, esto es, la culminación de la glorificación de los creyentes. Así que eso anticipa enormemente la narrativa bíblica.

11) El inicio del día de reposo está ligado con el descanso del Señor. El texto no dice que el día de reposo fue impuesto hasta este punto. Dice que Dios descansó en el séptimo día. Pero cuando el día de reposo se instituye legalmente en el Decálogo, el texto mismo deliberadamente regresa a la creación. Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Porque en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, etcétera (mira Éx. 20:8-11). Esto también se retoma incluso en Apocalipsis 4 para construir una teología del descanso que no podemos desarrollar en este momento. Pero inicia en los primeros capítulos de Génesis.

12) Y, finalmente, esta no es una lista exhaustiva pero un número apostólico nos servirá: En el resto de la Biblia existe un gran énfasis en la grandeza de Dios testificada por su creación. Vale la pena leer en este momento pasajes como Salmos 8 o 19 y meditar calladamente en ellos, o en algunos textos espectaculares en Isaías 40-45. Leer a través de esos capítulos nos recuerda que Dios es soberano sobre la creación, conoce el principio y el final, y todo rendirá cuentas delante de Él. Él es el alfarero soberano. El orden creado es simplemente lo que Él hace.

Dios es soberano sobre la creación, conoce el principio y el final, y todo rendirá cuentas delante de Él.

Pasajes como Isaías 40:2, Isaías 43:15, partes de Isaías 44:2-24, Isaías 45:11-12, y otros más, son pasajes que nos llaman a adorar a Dios por su grandeza y por el despliegue de su gloria en la creación, lo que también se encuentra en Romanos 1. Dios no tiene falta de testigos, porque su existencia y gloria ya se muestran en el mismo orden creado.

Génesis 1-2 y el enfoque en la creación es el semillero de un gran número de temas bíblicos y teológicos que nos dicen mucho acerca de Dios, los seres humanos, la estructura de la narrativa que finalmente resulta en la venida de Cristo y en el desenlace de todas las cosas resultando en la gloria que ha de venir en el cielo nuevo y la tierra nueva.


Publicado originalmente en Desiring God.
Nota del editor: 

Este artículo fue publicado gracias al apoyo de una beca de la Fundación John Templeton. Las opiniones expresadas en esta publicación son de los autores y no necesariamente reflejan los puntos de vista de la Fundación John Templeton.

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