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Los cristianos vivimos para compartir con el mundo la más grandiosa de las historias. Irónicamente, muchas veces fallamos en comprender la importancia que las historias tienen para nosotros. Tuve la oportunidad de hacer algunas preguntas respecto a esto a Karen Swallow Prior, autora y galardonada profesora de inglés en Liberty University. Espero que nuestra conversación te inspire a leer historias y gozarte en la más maravillosa de todas ellas.

1. Cuéntanos un poco acerca de tus primeros encuentros con los libros. ¿Siempre has amado leer?

Describo este proceso con mucho más detalle en mi libro Booked: Literature in the Soul of Me. Tuve la bendición de tener padres que leían a mí y a mis hermanos, regular y fielmente. Me enamoré de los libros desde una edad muy temprana y recuerdo vívidamente muchas de las imágenes y palabras en esos primeros libros, su forma, aroma, y textura, incluso todos estos años después. Por supuesto, no todo niño al que se le lee se enamora de la lectura, pero nuestras primeras experiencias formativas son muy poderosas.

Estoy muy agradecida por el regalo que mis padres me dieron al inculcarme el hábito de la lectura, el cual creció hasta ser un amor para toda la vida (¡y una profesión!).

2. ¿Por qué crees que la ficción importa? ¿Por qué deberíamos invertirnos en las historias?

Este es el tema de mi próximo libro, On Reading Well: Finding the Good Life Through Great Books. Como mencioné antes, leer en general es un hábito. Leer ficción en particular desarrolla hábitos de la mente que armonizan nuestra manera de pensar a patrones como causa y efecto, decisiones y consecuencias, y el carácter como tal. Leer ficción es estudiar el carácter. ¿Qué mejor manera de probar el carácter que en el mundo de ficción de un libro?

Pero no todo se trata de trabajo y estudio: invertirnos en las historias es una manera de ejercitar los placeres de la imaginación. Por imaginación no me refiero simplemente a cosas tontas y fantásticas como unicornios color lavanda, sino más bien a la clase de poder imaginativo que utilizamos cuando experimentamos la empatía, la compasión, y la comprensión hacia otros en la vida real. La imaginación es como un músculo: ya sea que lo usemos leyendo una historia de ficción o intentando comprender la gloria del evangelio, estamos ejercitando la misma capacidad que Dios nos ha dado. La habilidad humana de imaginar es una de las cosas que expresa lo que significa ser hechos a imagen de Dios.

3. ¿Cómo pueden las historias ayudarnos a gozarnos en la Gran Historia, el evangelio?

Una historia es simplemente una narrativa de eventos. Algunas son verdaderas, otras son ficticias, pero todas dependen de una serie de eventos que están centrados en un conflicto.

La palabra “evangelio” en realidad significa “buena historia”. El evangelio es la historia de Dios y su creación, el conflicto de su creación con Él, y los medios amorosos de Dios para resolver ese conflicto a través de la redención.

¡Es muy interesante y revelador que la narrativa bíblica empiece en “En el principio” (lo que se parece mucho a “Había una vez”) y termine con (como todas las buenas historias) una boda! Incluso el pasaje que más utilizamos para compartir el evangelio, Juan 3:16, es en sí mismo una pequeña historia, una historia verdadera pero una historia al final, una que nos habla de algo que sucedió, de por qué sucedió, y del final feliz.

4. ¿Cómo sería diferente el mundo si no tuviéramos novelas para leer?

Todas las historias se basan en la pregunta, “¿Y si?”. “¿Y si?” es la misma pregunta que se hace un científico en el laboratorio, la misma pregunta que un pretendiente le hace a su amada, y la misma pregunta que el evangelista le hace al alma perdida.

Las novelas son historias extendidas que se imaginan la clase de “¿Y si?-s» que corresponden a la larga trayectoria de la vida real. De hecho, las novelas no fueron inventadas hasta el siglo dieciocho. Son una forma literaria atada a la edad moderna y al auge de nuestro sentido moderno del individuo. Esto las hace aplicables y nos hace relacionarnos con ellas de maneras en que las fábulas, épicas, y poemas no tienden a hacerlo.

5. Si pudieras poner una novela en las manos de todo ser humano, ¿cuál sería? ¿Por qué?

Esa es una pregunta difícil de responder, ya que una de las cosas que hacen las novelas es atender a mundos de experiencia individuales. Pero creo que la novela que hace mejor lo que las novelas hacen —y lo hace de una manera específicamente cristiana— es Jane Eyre, de Charlotte Brontë. Muchos de los que solo han escuchado de ella o que quizá fueron obligados a leerla en el colegio antes de tener la madurez intelectual para apreciarla, podrían sorprenderse con esta respuesta. Muchos piensan en Jane Eyre como una simple novela de romance o una historia de amor. Y lo es. Pero es mucho, mucho más que eso. Más que todo, esta novela es la historia de cómo vivir bien y con fidelidad en las condiciones modernas y en un mundo caído y difícil. Creo que el trayecto de Jane de encontrar el amor sin comprometer lo que Dios la hizo para ser es una historia universal.

6. ¿Qué tres novelas recomendarías a un cristiano que solo lee libros de no-ficción?

Además de Jane Eyre, a los cristianos que están acostumbrados a leer libros de no-ficción les recomendaría 1984 de George Orwell; Matar a un ruiseñor, de Harper Lee; y Crimen y castigo, de Fyodor Dostoevsky.

Estas no solo son obras literarias atemporales y clásicas, sino que también tratan con ideas importantes (las ideas son lo que usualmente le importa a los lectores de no-ficción) y estas ideas se centran en temas que son importantes para los cristianos: culpa, perdón, rendición, y control.

Como todas las buenas historias, estas novelas expanden la imaginación y el entendimiento del lector de manera significativa para el mundo real fuera de las historias.


Karen Swallow Prior, Ph. D., es una galardonada profesora de inglés en Liberty University. Es autora de Booked: Literature in the Soul of Me (T. S. Poetry Press, 2012), Fierce Convictions: The Extraordinary Life of Hannah More—Poet, Reformer, Abolitionist (Thomas Nelson, 2014), y On Reading Well: Finding the Good Life through Great Literature (Brazos, 2018). Sus escritos han sido publicados en Christianity Today, The Atlantic, The Washington Post, First Things, Vox, Think Christian, The Gospel Coalition, Books and Culture y otros lugares. Ella y su esposo viven en Virginia con varios perros, caballos, y gallinas.

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