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Se ha dicho que la Biblia es como un cuerpo de agua en el que un niño puede caminar y un elefante puede nadar. El cristiano más joven puede leer la Biblia con provecho porque el mensaje básico de la Biblia es simple. Pero nunca podremos agotar su profundidad. Después de décadas de intenso estudio, los académicos más altos de la Biblia encuentran que apenas han arañado la superficie. Aunque no podemos saber nada con la perfección del conocimiento de Dios (¡su conocimiento es absolutamente exhaustivo!), podemos conocer las cosas realmente, porque Dios ha dado a conocerlas.

Tratar de dar sentido a todas las partes de la Biblia y a la Biblia en su totalidad puede ser un reto. ¿Qué tipo de estudios deberían estar involucrados cuando cualquier lector serio de la Biblia trata de dar sentido a la Biblia como un todo? El estudio apropiado involucra varias disciplinas básicas interdependientes, de las cuales cinco se mencionan aquí: la lectura cuidadosa, teología bíblica (TB), teología histórica (TH), teología sistemática (TS), y teología pastoral (TP). Lo que sigue mira cada una de estas disciplinas por separado, muestra cómo se relacionan entre sí, y cómo son más que ejercicios meramente intelectuales.

La Lectura Cuidadosa

“Exégesis” es la palabra de uso frecuente para la lectura cuidadosa. La exégesis responde a las preguntas: “¿Qué es lo que este texto realmente dice?” y “¿Qué quiso decir el autor con lo que dijo?”. Descubrimos esto mediante la aplicación de buenos principios de interpretación bíblica.

Leer bien es fundamental para la correcta lectura de la Biblia. Los buenos lectores prestan mucha atención a las palabras y sus significados y las formas en que las oraciones, párrafos, y unidades más largas son puestas juntas. Observan que la Biblia es un libro que incluye muchos estilos diferentes de literatura: historias, leyes, proverbios, poesía, profecía, historia, parábolas, cartas, apocalíptica, y mucho más. Los buenos lectores siguen el flujo de los textos. Por ejemplo, si bien siempre vale la pena meditar en las palabras y frases individuales, el factor más importante para determinar el significado de una palabra es cómo el autor usa esa palabra en un contexto específico.

Una de las mejores señales de una buena exégesis es hacer preguntas reflexivas que nos impulsen a “escuchar” con atención a lo que la Biblia dice. Al leer el texto una y otra vez, estas preguntas son perfeccionadas progresivamente, afiladas, corregidas, o descartadas.

Teología Bíblica

La TB responde a la pregunta: “¿Cómo Dios ha revelado su palabra histórica y orgánicamente?”. La TB estudia la teología de libros bíblicos individuales (por ejemplo, Isaías, el Evangelio de Juan), o de colecciones selectas dentro de la Biblia (por ejemplo, el Pentateuco, la literatura de sabiduría, los Evangelios, las cartas de Pablo, los escritos de Juan), y luego traza temas según se desarrollan a través del tiempo dentro del canon (por ejemplo, la forma en que el tema del templo se desarrolla, en varias direcciones, para completar una teología “de toda la Biblia” del templo). Al menos cuatro prioridades son esenciales:

1. Lee la Biblia progresivamente como una colección de documentos desarrollados históricamente. Dios no dio a su pueblo toda la Biblia de una sola vez. Hay una progresión en su revelación, y leer la totalidad otra vez en alguna parte anterior puede distorsionar seriamente esa parte al ocultar su verdadero significado en el flujo de la historia de la redención. Esto requiere no solo organizar el material histórico de la Biblia en su secuencia cronológica, sino también tratar de entender la naturaleza teológica de la secuencia.

2. Presupón que la Biblia es coherente. La Biblia tiene muchos autores humanos, pero un Autor divino, y Él nunca se contradice a sí mismo. La TB descubre y articula la unidad de todos los textos bíblicos en su conjunto.

3. Trabaja de forma inductiva desde el texto, desde libros individuales y de temas que corren a través de la Biblia como un todo. Aunque los lectores nunca pueden divorciarse totalmente de sus propios trasfondos, los estudiantes de TB reconocen que su objeto es exclusivamente la Biblia. Por lo tanto, tratan de utilizar categorías y llevar a cabo agendas que el propio texto fija.

4. Haz conexiones teológicas que la Biblia misma autoriza dentro de la Biblia entera. Una forma de hacer esto es trazar la trayectoria de temas directamente a través de la Biblia. (Eso es lo que los artículos en la Biblia de estudio Zondervan NVI hacen).

La TB a menudo se centra en los puntos de inflexión en la trama de la Biblia, y su preocupación más importante está ligada a cómo el Nuevo Testamento usa el Antiguo Testamento, observando cómo los escritores bíblicos posteriores se refieren a los escritores anteriores.

Teología Histórica

La TH responde a la pregunta, “¿Cómo las personas han entendido la Biblia en el pasado? ¿Qué han pensado los cristianos de la exégesis y la teología?” y más específicamente, “¿Cómo se ha desarrollado la doctrina cristiana a lo largo de los siglos, especialmente en respuesta a las falsas enseñanzas?”. La TH se ocupa principalmente de opiniones en periodos anteriores al nuestro. Pero también podríamos incluir en este apartado la importancia de leer la Biblia a nivel global, es decir, encontrar la manera en que creyentes de otras partes del mundo leen el texto. Eso no quiere decir que ellos (¡o nosotros!) están necesariamente en lo correcto; más bien, significa que reconocemos que todos tenemos mucho que aprender.

El estudio cuidadoso de la historia de la interpretación es una de las ayudas más grandes que nos libera de la esclavitud involuntaria a nuestros prejuicios. Induce humildad, despeja la mente de suposiciones injustificadas, expone interpretaciones erróneas que otros tienen y que han sido rachazadas desde hace mucho tiempo (y con razón), y nos recuerda que interpretar la Biblia responsablemente nunca debe ser una tarea solitaria.

El estudio cuidadoso de la historia de la interpretación es una de las ayudas más grandes que nos libera de la esclavitud involuntaria a nuestros prejuicios.

Teología Sistemática

La TS responde a la pregunta, “¿Qué enseña la Biblia acerca de ciertos temas?” o dicho de otra manera, “¿Que es verdad acerca de Dios y su universo?”.

A riesgo de afirmar lo obvio, la TS es sistemática: se organiza en los principios de la lógica, el orden y necesidad. Tiene que ver con la forma en que toda la Biblia se adhiere lógicamente en sistemas de pensamiento. A menudo, organiza la verdad bajo encabezados como las doctrinas de Dios (teología propia), la Biblia (bibliología), el hombre (antropología), el pecado (hamartiología), Cristo (Cristología), el Espíritu Santo (pneumatología), la salvación (soteriología), la iglesia (eclesiología), y el fin de los tiempos (escatología). La TS es generalmente enmarcada así con el fin de interactuar con y abordar el mundo contemporáneo. Incluso los teólogos sistemáticos quienes aprecian la narrativa de las Escrituras y hacen mucho de las formas variadas en que la Biblia se dirige a sus lectores terminan con un elevada estructura ordenada, en ocasiones llamándoles “teodramas”.

La unidad de la Biblia hace a la TS no solo posible sino necesaria. Los datos bíblicos deben controlar la TS; sin embargo, la TS debe a su vez desafiar puntos de vista alternativos. A veces es especialmente importante no “ir más allá de lo que está escrito”, porque algunas verdades cristianas incluyen dentro de su extensión áreas sustanciales de cosas desconocidas. Por ejemplo, hay cosas importantes que no sabemos acerca de la encarnación de Jesús, de la Trinidad, y de la soberanía de Dios y la responsabilidad humana. Fingir que sabemos más de lo que hacemos genera TS de mala calidad que puede resultar engañosa y peligrosa. Una gran parte de la ortodoxia reside en escuchar con atención y humildad a toda la Escritura y luego adecuadamente relacionar pasaje con pasaje, verdad con verdad.

Todo el mundo sostiene algún tipo de TS. La calidad de la TS se basa en sus datos fundamentales, métodos constructivos, los principios para la exclusión de cierta información, el lenguaje expresivo adecuado, y conclusiones precisas y lógicas.

Teología pastoral

La TP responde a la pregunta, “¿Cómo deben responder los seres humanos a la revelación de Dios?”. A veces eso es descrito por la misma Escritura; otras veces se basa en inferencias acerca de lo que la Escritura dice. La TP prácticamente aplica las otras cuatro disciplinas, tanto así que las otras disciplinas están en peligro de ser estériles e incluso deshonrar a Dios a menos que estén atadas en algún sentido a las respuestas que Él justamente demanda de nosotros. La TP también puede abordar diversos dominios tales como la cultura, la ética, evangelismo, el matrimonio y la familia, el dinero, la cura de almas, la política, el culto, y mucho más.

Las otras disciplinas están en peligro de ser estériles y aun de deshonrar a Dios a menos que estén atadas en algún sentido a las respuestas que Él justamente demanda de nosotros.

Construcciones literarias

Antes de que reflexionemos sobre la forma en la que estos diversos acercamientos a la teología interactúan entre sí, hay que decir algo acerca de las estructuras literarias de la Biblia. Al igual que la Biblia no se presenta como una teología sistemática, con capítulos temáticos separados en “Dios”, “seres humanos”, “el pecado”, y así sucesivamente, de la misma forma tampoco se presenta como una serie de libros que marcha en orden derecho a través de la historia, cada libro tomando la historia donde la dejó el anterior.

Algunos de los diferentes géneros literarios —es decir, clases de escritos— que componen la Biblia son introducidos [en esta Biblia de estudio] en artículos tales como “Introducción a los libros históricos”, “Introducción a la sabiduría y los libros líricos”, e ” Introducción a las Cartas”. Cuando miramos más de cerca, encontramos en las páginas de la Biblia géneros literarios tan diversos como las genealogías, parábolas, lamentos, confesiones, salmos de alabanza, expresiones divinas, bienaventuranzas, discursos, narrativas, documentos gubernamentales y decretos, e incluso una fábula. (Una fábula es una historia sin personajes humanos, donde los animales o árboles u otros objetos representan los seres humanos. Ve Jueces 9:7-15).

Dios muestra su sabiduría providencial en proporcionarnos una Biblia compuesta de todos estos géneros literarios, y muchos más. La diversidad constituye una gran ventaja, para cada género tiene una forma ligeramente diferente de apelar a nosotros, de hacer su impacto en nosotros. Juntos hacen aún más que instruir a nuestras mentes: disparan nuestra imaginación, nos llevan a meditar, traen imágenes mentales, nos invitan a memorizar, apelan a nuestras emociones, nos avergüenzan cuando nuestros pensamientos o acciones son malas e indignas, y hacen que nuestros espíritus salten de alegría. Así que, mientras que trabajamos a través de las formas en que la exégesis está (por ejemplo) unida a la TB y a la TS, debemos recordar siempre que Dios en su sabiduría perfecta nos dio los textos fundamentales, los libros de la Biblia, en formas espectacularmente diversas. Nada del estudio de la Biblia es aburrido o mecánico. Aquí entramos en contacto con la instructiva, atrayente, creativa, e increíblemente rica mente de Dios.

Nada de estudio de la Biblia es aburrido o mecánico. Aquí entramos en contacto con la instructiva, atrayente, creativa e increíblemente rica mente de Dios.

Interrelaciones

Algunos pueden pensar que es conveniente ordenar estas disciplinas a lo largo de una línea recta: Exégesis → TB → [TH] → TS → TP. (Los corchetes de la TH sugieren que la TH contribuye directamente al desarrollo de la TB a la TS y a la TP, pero no es en sí misma una parte de esa línea.) Pero este ordenado paradigma es ingenuo porque ninguna exégesis se hace en el vacío. Antes de que alguna vez empecemos a hacer exégesis, ya tenemos un marco de TS que influye en nuestra exégesis. Así que ¿estamos encerrados en un círculo hermenéutico?

No; hay una mejor manera. Podríamos diagramar de esta manera:

En otras palabras, siempre hay círculos de retroalimentación; circuitos de información regresiva que modelan otra vez cómo uno hace cualquier exégesis o teología. Los circuitos no deben tener la última palabra, pero ellos moldean el proceso, nos guste o no. Es absurdo negar que la TS de uno no afecta la exégesis de uno. Pero la línea de control final es la línea recta desde la exégesis justo a través de la TB y la TH hasta la TS y la TP. La autoridad final es la Biblia y la Biblia solamente.

Exégesis y Teología Bíblica

La TB media cómo la exégesis influye a la TS, en parte debido a que ayuda a uno a recordar que hay promesa y cumplimiento, tipo y antitipo, el desarrollo, crecimiento orgánico, anticipación y consumación. La superposición entre la exégesis y la TB es la más llamativa entre las disciplinas teológicas: ambas están preocupados de comprender textos, y la TB es imposible sin la exégesis. La exégesis tiende a centrarse en el análisis y la TB en la síntesis. La TB reflexiona en los resultados de la exégesis a la luz de los libros individuales y en la corriente de desarrollo de la narrativa de toda la Biblia. La exégesis controla a la TB y la TB influye a la exégesis.

Exégesis y Teología Histórica

Los antiguos credos y la historia de la exégesis y de la teología son de gran valor, pero ellos no tienen la máxima autoridad que tiene la Biblia. No obstante, sin La TH la exégesis probablemente degeneraría en debates oscuros demasiado atados a las agendas del siglo XXI. La exégesis responsable lucha con la exégesis y la teología cristiana temprana.

Es posible, sin embargo, llegar a ser tan experto en las opiniones secundarias que uno nunca considera el texto de la Biblia misma. Leer la historia de la interpretación nunca debe usurpar el lugar de la lectura de la Biblia.

Exégesis y Teología Sistemática

Algunos piensan que su exégesis descubren el significado del texto neutral y objetivamente, y que construyen sus TS en tales descubrimientos. En realidad, la TS influye profundamente en la propia exégesis de uno. Sin darse cuenta, muchas personas desarrollan sus propias listas de pasajes favoritos de la Biblia, que luego se convierten en su rejilla de control para interpretar el resto de la Biblia; en gran medida, esto cuenta para el conflicto de exégesis entre los cristianos. Este problema se puede desarrollar en al menos dos formas.

1. Una tradición de la iglesia puede sobre enfatizar, sin saberlo, ciertas verdades bíblicas a expensas de otras, subordinando o incluso, explicando pasajes que no “encajan” fácilmente con la estructura ligeramente distorsionada que resulta. Por ejemplo, el cómo entiende uno la justificación en Gálatas puede controlar cómo uno entiende la justificación en el resto del NT.

2. Una tradición de la iglesia puede adoptar conscientemente una cierta estructura por la que integrar todos los libros de la Biblia con el resultado que ellos automáticamente clasifican y explican algunos pasajes y temas de manera artificial o demasiados estrechos. Peor aún es usar partes de la Biblia para apoyar la TS de uno sin preocuparse mucho de cómo toda la Biblia encaja junta.

Sin darse cuenta de esto, muchas personas desarrollan sus propias listas de pasajes favoritos de la Biblia, que luego se convierten en su rejilla de control para interpretar el resto de la Biblia.

Teología Histórica y Teología Sistemática

Al estudiar lo que la Biblia enseña acerca de un tema en particular (TS), uno debe integrar la TH. En cierta medida, la TS se ocupa de las categorías de la TH, pero las prioridades y la agenda de la TS abordan la era contemporánea en las coyuntura más críticas.

Teología Bíblica y Teología Histórica

Tanto la TB como la TH son conscientes del paso del tiempo en sus respectivas disciplinas: La TB se centra en el tiempo durante el cual los documentos bíblicos fueron escritos y recogidos, mientras que la TH se centra en el estudio de la Biblia desde el momento en que fue completada. Dicho de otro modo, la TB se centra en la Biblia, mientras que la TH se centra en lo que figuras significativas han creído acerca de la Biblia. Ls TB funciona mejor cuando interactúa con la TH.

Teología bíblica y Teología sistemática

La TB es histórica y orgánica; La TS es relativamente ahistórica y universal. A diferencia de la TB que está profundamente comprometida en trabajar de forma inductiva en el texto bíblico de tal manera que el propio texto establece la agenda, La TS puede (legítimamente) estar en un segundo o tercer o cuarto orden retirado de la Escritura, ya que involucra, por ejemplo, cuestiones filosóficas y científicas que los textos bíblicos mismos no levantan directamente. Pero la TS es la más completa de las diversas disciplinas teológicas.

La exégesis y la TB tienen una ventaja sobre la TS porque la Biblia se alinea de manera más inmediata con sus agendas. La TS tiene una ventaja sobre la exégesis y la TB, ya que impulsa con fuerza hacia la integración holística.

La TS tiende a estar un poco más alejada del texto bíblico que la TB, pero la TS está un poco más cerca de una interacción cultural. En cierto modo, la TB es un tipo de disciplina puente entre la exégesis y la TS porque se superpone con ellos, lo que les permite escucharse entre sí un poco mejor. En cierto modo, la TS es una disciplina culminante porque intenta formar y transformar la propia visión del mundo. La TB es importante hoy en día debido a que el evangelio es prácticamente incoherente a menos que la gente pueda entender la trama de la Biblia. La TS es importante hoy en día, ya que, correctamente llevada a cabo, aporta claridad y profundidad a nuestra comprensión de lo que se trata la Biblia.

La Teología Pastoral y las otras disciplinas

La TP aplica la exégesis, la TB, TH, y TS para ayudar a las personas glorificar a Dios para vivir sabiamente con una cosmovisión bíblica. Responde a la pregunta práctica, “Entonces, ¿cómo debemos vivir?”.

Aunque es posible tratar a la teología pastoral como una disciplina independiente, es más prudente reconocer que la Biblia nunca se dio para debatir meramente o para meras cuestiones intelectuales. Ha sido dada para transformar la vida de las personas; fue dada para ser práctica. La noción de la teología impráctica —teológica que no se preocupa por el arrepentimiento, fe, obediencia, conformación con Cristo, y gozo en el Señor— se cierne en algún lugar entre lo ridículo y lo blasfemo.

Podemos procurar con tanta rapidez “lo que la Biblia para significa mí” (en gran medida haciendo hincapié para “mí”) que ignoramos por completo la distancia entre nosotros y el texto, y comprometemos lo especifico de la histórica de la Biblia y por lo tanto la naturaleza de la revelación de Dios. Es mucho mejor leer cada parte de la Escritura, pensar a través de sus propios términos, discernir su contribución a la totalidad de la Biblia, y luego preguntar cómo esta verdad se aplica a nosotros, a nuestra iglesia y la sociedad.

Puesto que Dios creó el universo, somos responsables ante Él, y Él ha hablado con autoridad en la Biblia. Incluso si tratamos de entender seriamente la autorevelación de Dios en sus propios términos, esto es insuficiente si no respondemos a Dios como Él mismo se ha dado a conocer. Los intérpretes están inseparables del proceso interpretativo, y nuestra actitud hacia el texto es importante. Desear simplemente dominar el texto no es suficiente; debemos desear ser dominados por él. Porque un día vamos a dar cuentas al que dice: “Yo estimo a los pobres y contritos de espíritu, a los que tiemblan ante mi palabra” (Isa. 66:2).


Publicado originalmente en The Gospel Coalition. Traducido por Román González.
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