Este es un fragmento adaptado de la Biblia consejería para la vida: Sabiduría práctica para toda la vida (B&H Español, 2025).
A veces los retos de vivir en un mundo caído son demasiado grandes para manejarlos solos. Tal vez te sientes incapaz de escuchar, creer y aplicar el consejo de Dios de manera que funcione conforme a Su diseño. O es posible que las vías informales de cuidado mutuo, habituales de tu iglesia, no te parezcan suficientes y necesites la ayuda de un consejero con la debida formación. Estos son los momentos en los que podrías beneficiarte con una ayuda específica.
¿Qué tipo de problemas?
- Preocupación, miedo, ansiedad o ataques de pánico.
- Ira, amargura y resentimiento.
- Dudas sobre tu salvación o patrones pecaminosos crónicos.
- Lujuria, masturbación y fantasías sexuales.
- Tristeza, decepción, depresión o desesperanza.
- Duelo, luto u otras formas de pérdida.
- Autolesiones o pensamientos suicidas.
- Trastornos de alimentación.
O tal vez tu lucha sea de tipo interpersonal y relacional. Quizás heriste a alguien o alguien te hirió a ti, y ahora los sentimientos de distancia o malestar perturban tu relación con esa persona. En particular, los conflictos en el matrimonio, entre padres e hijos, o con la familia extendida suelen requerir formas específicas de consejería para relaciones.
Algunos problemas pueden tener su origen en las dificultades para hacer frente a las adversidades de la vida, como catástrofes naturales, recesión económica, accidentes o enfermedades, dolencias o discapacidades físicas. O tal vez estés sufriendo el impacto de malos tratos graves o de distintas formas de abuso, especialmente de los que provocan traumas. Lo que hiciste tú, lo que otros te hicieron o lo que te sucedió te persigue hoy.
A veces, tus problemas pueden producir síntomas físicos: hipertensión, ansiedad, insomnio, apatía, dolencias gastrointestinales o pérdida de apetito. Esos síntomas físicos pueden, a su vez, afectar tus pensamientos y sentimientos. Un consejero puede ayudarte a solucionar y gestionar esos problemas.
Casos menos evidentes
A veces, la necesidad de consejería no parece tan evidente. En un país del sur de Asia, Alyssa sufrió los estragos de la pobreza y los conflictos. Se mudó a los Estados Unidos y le ha costado adaptarse a la opulencia de su barrio en las afueras.
Tyler vive en un apartamento encima del garaje de sus padres y no tiene vida social. Su mejor amigo está casado y tiene dos hijos. Su madre y su padre le dicen que necesita una esposa, pero no ha tenido una cita en más de tres años. No sabe qué hacer.
A la madre de Chloe hace poco le diagnosticaron esclerosis múltiple y su principal cuidadora es su hermana. Chloe cree que ella y Derek deberían visitar a sus padres más a menudo y compartir la carga, pero a Derek le encanta enseñar en su clase de escuela dominical y le gusta viajar los fines de semana.
Si tienes dudas sobre tu necesidad de consejería, un amigo de confianza, un pariente, un mentor o un pastor pueden ayudarte a decidir.
¿Qué tipo de consejería necesito?
Hay un enfoque denominado consejería bíblica. Todos necesitamos el consejo de la Palabra de Dios para vivir conforme al diseño de Dios.
Nuestros antepasados Adán y Eva necesitaron el consejo de Dios para entender su propia identidad como portadores de Su imagen y para cumplir Sus propósitos para ellos. Escuchaban y disfrutaban de la voz de Dios: la voz de la verdad (Gn 1-2). Entonces, Adán y Eva escucharon la voz de Satanás: voz del mal y de un falso consejero. Se alejaron de Dios y el uno del otro. Sin embargo, Dios continuó hablándoles, enseñándoles cómo reconciliarse con Él y cómo superar las dificultades y los efectos de la caída. En Su misericordia, les prometió un Redentor (Gn 3:15).
Todos necesitamos el consejo de la Palabra de Dios para vivir conforme al diseño de Dios
La pugna entre la voz pura de amor de Dios y las voces impías del mundo, la carne y el diablo han continuado, y continuarán hasta que en el juicio final Dios silencie la voz de Satanás y lleve a Su pueblo a Su cielo nuevo y Su tierra nueva (Ap 20-22).
Diferentes tipos de ayuda bíblica
Los creyentes en Cristo podemos ser moldeados por la verdad bíblica de varias maneras: en primer lugar, por medio de nuestra lectura personal de la Biblia. Podemos llamarlo autoconsejería: el estudio, la reflexión y la aplicación privados, y en oración, de las Escrituras para nuestra vida.
También necesitamos la consejería informal que los cristianos nos damos unos a otros para ayudarnos a captar y vivir el consejo de la Palabra de Dios. Esta incluye la predicación y la enseñanza, junto con la lectura bíblica individual y el estudio de la Biblia en grupo. Las iglesias sanas proporcionan un entorno en el que podemos recibir unos de otros consejos coherentes de la Biblia.
A veces necesitamos consejería más formal: reuniones regulares y estructuradas con un consejero bíblico capacitado para abordar uno o más problemas específicos que hayamos identificado junto con nuestro consejero.
Cuestiones prácticas
¿Dónde se puede encontrar un consejero bíblico?
La consejería bíblica formal, realizada en sesiones programadas por un consejero formado en un instituto bíblico, un seminario o una organización de capacitación en consejería bíblica, quizás deba estar a cargo de un pastor o algún otro ministro (p. ej., un misionero, un fundador de iglesias, un ministro de universidades, un director de ministerio para varones o mujeres, un ministro estudiantil).
La consejería también podría quedar en manos de miembros laicos capacitados: hombres y mujeres designados o titulados como consejeros bíblicos. En otros casos, podría tratarse de una persona con licencia estatal que asesora a las personas según la Biblia y que puede trabajar dentro de los parámetros éticos de su licencia secular.
Las iglesias sanas proporcionan un entorno en el que podemos recibir unos de otros consejos coherentes de la Biblia
Comienza con tu pastor o líder de grupo pequeño. Háblale sobre tu lucha y pregúntale si puede proporcionarte consejería bíblica o recomendarte a alguien de la iglesia. Tal vez tu iglesia disponga de un procedimiento establecido para dirigirte a un consejero autorizado.
También puedes buscar en sitios web de consejería bíblica que tengan listas o recomendaciones de consejeros o ministerios paraeclesiásticos. Aunque es preferible realizar la consejería en persona, algunos consejeros bíblicos ofrecen consejería virtual para quienes se encuentran en lugares remotos. O podrías ponerte en contacto con iglesias locales que crean en la biblia para ver si ofrecen consejería bíblica también a quienes no son miembros.
Así como evaluarías a cualquier médico o profesional, evalúa también las opciones de consejeros bíblicos.
- ¿El consejero valora las prioridades de la consejería bíblica? ¿Cita regularmente la Biblia? ¿Es miembro activo de una iglesia que cree en la Biblia?
- ¿Qué formación general y qué formación específica en consejería bíblica tiene? ¿Su formación incluyó aprendizaje bajo la tutela de un consejero experimentado? ¿Qué certificaciones posee?
- ¿Qué sabes de su iglesia u organización? ¿Está ejerciendo la consejería solo en consulta privada? ¿Por qué?
- ¿Explica claramente la confidencialidad, el precio, la duración y la frecuencia de las sesiones? ¿Te sientes cómodo y confías en su capacidad?
En algunos casos, podrías plantearte tener una breve entrevista antes de comprometerte a una sesión.
¿Qué pasa con los trastornos psiquiátricos?
Tal vez tu lucha implique graves problemas cognitivos o emocionales, como depresión incapacitante, alucinaciones audibles, episodios maníacos o ataques de pánico. Tal vez un terapeuta licenciado te haya diagnosticado algún trastorno psiquiátrico.
Los consejeros bíblicos pueden desempeñar un papel valioso incluso en estos casos. En primer lugar, podemos recordarte que Dios, tu Creador y Proveedor, te conoce en lo más íntimo y se preocupa profundamente por ti (Sal 103:13-18).
Su Espíritu comprende las profundidades de tus pensamientos más perturbadores y de tus deseos más confusos (Sal 139:1-6, 23-24; Ro 7:14-25; 8:26-27). Él te conoce mejor que tú mismo y te invita a clamar a Él para recibir tu ayuda.
En segundo lugar, reconocemos que existen diversos factores físicos que pueden interferir en el desempeño cotidiano. Solemos recomendar a los pacientes que acudan a un médico para descartar cualquier enfermedad.
La consejería bíblica puede aportar claridad, esperanza y aliento con la Palabra de Dios a quienes están sufriendo
En tercer lugar, todos los problemas psiquiátricos tienen una dimensión espiritual. Tanto si se descubre médicamente alguna patología como si la persona comienza a tomar una medicación psicotrópica, los consejeros bíblicos pueden aportar claridad, esperanza y aliento con la Palabra de Dios a quienes están sufriendo (He 4:12; ver Pr 20:5).
En cuarto lugar, puede resultar que algunas de estas cuestiones complejas tengan una naturaleza espiritual e interna más importante de lo que creías. La consejería bíblica podría ayudar a disminuir los síntomas preocupantes y aumentar tu sensación de paz, gozo y estabilidad en Cristo.
¿La consejería bíblica es confidencial?
Para los consejeros bíblicos, la confidencialidad es un componente necesario en el proceso de consejería. La Biblia prohíbe los cotilleos y prioriza la intimidad y la confianza en las relaciones (Pr 11:13; 17:9; 20:19). Además, Jesús dijo: «Por eso, todo cuanto quieran que los hombres les hagan, así también hagan ustedes con ellos, porque esta es la ley y los profetas» (Mt 7:12). Si quiero que mantengas en secreto mi información privada, debo hacer lo mismo con la tuya.
Aún así, al igual que otros profesionales de asistencia, la confidencialidad que guardan los consejeros bíblicos tiene límites. En raras ocasiones, es posible que tengan que revelar información a las personas adecuadas, como las autoridades civiles o eclesiásticas.
¿Hay que pagar?
Los consejeros que forman parte de un grupo de consejería en una iglesia local no suelen cobrar honorarios ni esperan un aporte económico de los miembros (por supuesto, puedes darle una tarjeta de regalo o hacer un donativo al fondo de consejería de la iglesia).
Si buscas consejería bíblica en un centro paraeclesiástico o con un consejero privado, debes tener presente que tendrás que pagar. Si buscas consejería en otra iglesia, plantéate hacer un donativo por sesión para que esa iglesia pueda seguir ofreciendo este ministerio.
¿Qué puedo esperar de una sesión?
Antes de la primera sesión, es posible que tu consejero te pida que revises varios formularios. En la sesión, tu consejero te invitará a hablar de tu historia y tus luchas actuales, y te hará preguntas aclaratorias. Se asegurará de que te sientas comprendido.
En la primera o en la segunda sesión, tu consejero te ofrecerá una perspectiva bíblica sobre tu problema y te dará los pasajes bíblicos pertinentes para ayudarte a aplicar la Palabra de Dios a tu vida y a tu situación.
Por lo general, tu consejero también te dará algo para hacer: una tarea de crecimiento personal que te ayude a aplicar mejor la verdad bíblica de esta sesión y te prepare para la siguiente. Además, tu consejero te animará a buscar apoyo, aliento y a rendir cuentas a tu iglesia local, o te ayudará a encontrar una iglesia sana. Por último, tu consejero orará por ti.
¿Cómo puedo hacer que el proceso sea más beneficioso?
Comprométete con la consejería bíblica, con deseo de escuchar, creer y poner en práctica la Palabra de Dios. Aprende cómo Dios quiere que manejes tu vida sobre la base de la Escritura. Ora antes de ir. Lleva tu Biblia y un cuaderno de notas para retener y aplicar los conocimientos.
Sé lo más abierto y sincero que puedas. La transparencia puede acelerar el proceso de crecimiento. Ten paciencia. Tus problemas no se gestaron en un día. Un consejero sabio reunirá información con exhaustividad. Solo los malos consejeros dan respuestas rápidas a situaciones complejas (Pr 18:13; 20:5).
Entre una sesión y otra, realiza las tareas de crecimiento, repasa los temas tratados en las sesiones anteriores y ora por ellos. Todo esto es tan importante como la propia sesión. Es como una clase de piano: el profesor corrige tus malos hábitos y te enseña nuevas habilidades, pero solo aprendes si practicas las técnicas.
Plantéate la posibilidad de invitar a alguien a que te acompañe en las sesiones. Puede ser tu cónyuge, un amigo cristiano de confianza, un hermano de la iglesia, un pastor (o su cónyuge) o el líder de un grupo pequeño (o su cónyuge). Antes de la sesión, esa persona puede animarte y ayudarte a que te prepares; también puede ayudarte a entender y a recordar los consejos que recibas durante la sesión. Al terminarla, puede proporcionarte apoyo, ánimo y estar allí para que le rindas cuentas.
Participa de forma regular y activa en la vida y el ministerio de tu iglesia local; eso será un buen complemento a la consejería bíblica
Además de seguir las disciplinas espirituales, como la lectura de la Biblia y la oración, participa de forma regular y activa en la vida y el ministerio de tu iglesia local; eso será un buen complemento a la consejería bíblica.
Es importante participar de la adoración centrada en Dios, que eleve tu mirada a los atributos y las obras de Dios, y de una enseñanza bíblica sólida con aplicación práctica para la vida, contar con atención pastoral y un vínculo con un grupo pequeño que sea significativo, además de otras relaciones con quienes también están aprendiendo y manifestando la gracia de Dios.
Mi oración por ti
Espero que encuentres a alguien que te acoja con calidez, te escuche con atención, te entienda con compasión y te hable con sabiduría. Tu consejero te expondrá el camino de vida que está en Jesucristo. Seleccionará pasajes bíblicos oportunos que conecten con tu vida, te los explicará con claridad y te ayudará a aplicarlos en la práctica. Tu consejero sabrá cuándo darte empuje y cuándo darte apoyo.
Espero que tu consejero dependa del Espíritu de Dios mientras te aconseja, que ore contigo y por ti, y que te ayude a tener una buena conexión con una iglesia sana. Trabajará contigo el tiempo que sea necesario, identificará los límites, preverá y planificará el día en que culmines la consejería formal y reconocerá que algunos problemas no se resolverán por completo hasta que Cristo regrese.
Ruego para que entiendas el amor que Dios siente por ti, y que cuando busques ayuda para tus problemas, el Padre celestial, en Su misericordia, te atraiga a Él y te dé esperanza y ayuda. Ruego al Señor que te revele las verdades que necesitas de Su Palabra y que conozcas a Jesús o que profundices en tu conocimiento de Él. Le pido que te guíe hacia un consejero bíblico y una iglesia local que te muestre la gracia y la verdad de Dios, las cuales nos dan vida.