“Por medio de quien también hemos obtenido entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios”, Romanos 5:2.
En este versículo podemos encontrar estas dos impactantes ideas. Por un lado el hecho de que Dios nos ha puesto en esta posición que definitivamente no merecemos, pero que de alguna forma sabemos que necesitamos.
Es algo que deseamos profundamente, un anhelo de nuestro corazón de encontrar seguridad en algo o Alguien fuera de nosotros. Es una posición privilegiada, como dice otra versión, donde no hay manera de ser quitados por la autoridad misma de Quien nos puso ahí en un principio y Quien ha dicho que no lo hará.
Por otro lado, podemos también ver en el pasaje, y como también se comunica en otras versiones, la determinación de no ser movido de esta posición que hemos recibido.
De agarrarnos de esta realidad de que sí, hemos sido puesto en un lugar donde no merecemos estar, pero donde es ahora nuestro lugar. De vivir con una actitud de determinación ante las situaciones difíciles de la vida y especialmente en relación a los ataques del enemigo quien de seguro va a traer palabras de acusación y culpa.
No es una posición en contra de otras personas, sino en contra de ideas que no son realidades del evangelio.
Es de estar firmes y permanecer en nuestra posición, como en un sentido militar, y resistir los embates de la vida sabiendo que la victoria ha sido ganada, que los refuerzos vienen, que no estamos solos, y que la guerra ha terminado, ¡es solo cuestión de tiempo que tome su efecto en todo lugar!
Es también importante la idea de descansar de tratar de alcanzar esta posición, es reconocer que nunca pudiéramos ganarla por nuestras propias fuerzas, es descansar en la idea de que no tenemos que hacer algo para no perderla.
Es descansar en esta gracia que hemos recibido.
Piensa en esto y encuentra tu descanso en Él.