https://www.youtube.com/watch?v=7v98b7nHrhQ
Confiar en Dios es una de esas cosas que se nos hace más fácil decir que hacer. Sabemos que Dios es soberano: sabemos que Él es bueno: sabemos que Él tiene le control. Lo decimos a otros: nos lo decimos nosotros mismos. Y sin embargo, en el momento de la prueba, muchos de nosotros luchamos con el temor y la ansiedad. Es por eso que agradezco lo pegajoso del coro de «Mano soberana». Me sirve de recordatorio de que mi eterna es Su justicia y perfecto Su poder, que Él está ordenando mis pasos. Y aunque la canción no hace mención de la cruz, es por esa cruz que podemos confiar en el poder de Dios a nuestro favor. Si Él no escatimó a su Hijo, ¿cómo no nos dará todas las cosas? Entonces, ¿por qué preocuparse? Alma mía, ¡confía en Dios!
Cuan feroz llega la prueba acechando el corazón,
Amenaza con sus dudas, destruir mi convicción.
Cuando todo es incierto; cuando es fácil tropezar,
El refugio de mi alma, sé que no se moverá.Coro:
Amenaza con sus dudas, destruir mi convicción.
Cuando todo es incierto; cuando es fácil tropezar,
El refugio de mi alma, sé que no se moverá.Coro:
Coro
De la mano soberana de mi Dios me sostendré.
En Su sabia providencia yo paciente esperaré.
Porque eterna es Su justicia y perfecto Su poder.
Él ordena mis pasos y afirmando está mi fe.
En Su sabia providencia yo paciente esperaré.
Porque eterna es Su justicia y perfecto Su poder.
Él ordena mis pasos y afirmando está mi fe.
Oh cuan altos Sus caminos; cuan supremo es Su plan.
Todo lo ha hecho hermoso en Su tiempo y voluntad.
Aunque frágiles mis pasos; limitado mi entender,
Su palabra me asegura: todo obra para bien
Puente:
Venga lo que venga, prevaleceré.
Dios es mi esperanza;
Su promesa es fiel
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