Voluntad humana o gracia divina: ¿Cuál es el factor determinante en la salvación?
Merecemos condenación pero recibimos salvación. Ese es el mensaje de “Sola gratia” que defendieron los reformadores y seguimos proclamando hoy.
Merecemos condenación pero recibimos salvación. Ese es el mensaje de “Sola gratia” que defendieron los reformadores y seguimos proclamando hoy.
Necesitamos entender estas cosas si hemos de continuar con el legado de la Reforma hoy. Solo así podremos glorificar a Dios.
La Reforma no se trató solo de un debate intelectual y de tener la doctrina correcta, se trataba en realidad de conocer el corazón del Dios verdadero.
La doctrina protestante de la justificación —y la propia Reforma— no tiene ningún sentido sin la doctrina de la persona de Cristo que el Concilio de Nicea defendió.
Entendida en un contexto religioso, la palabra «católica» hace referencia a la iglesia de todos los tiempos y en todos los lugares que han abrazado el único y verdadero evangelio.