“Mas él titubeaba. Entonces los dos hombres tomaron su mano y la mano de su mujer y la mano de sus dos hijas, porque la compasión del SEÑOR estaba sobre él…” Génesis 19:16.
Las decisiones que Lot tomó le habían traído a una situación bastante enredada, y la forma cómo él reaccionó ante las insistencias de los habitantes del pueblo a hacer lo malo había dejado mucho qué desear. Y es que su juicio había sido afectado por la mala influencia de las personas a su alrededor, pero al parecer y a pesar de todo, él no se había dado cuenta de esto y se desenvolvía sin problema como uno de ellos y en medio de esa sociedad. Esto muestra un corazón dividido en sus lealtades y todavía atado a los valores y ofertas de este mundo que nos prometen la seguridad, felicidad y propósito que solo podemos encontrar en nuestro Señor. Esta condición del corazón es la que le hace titubear en momentos claves, aun cuando está en peligro de perder su vida y su familia. Sin embargo, la gracia de Dios todavía se encuentra obrando en su vida, como lo hace en momentos cuando nosotros también nos sentimos débiles e inseguros. El versículo dice entonces que “El Señor les tuvo compasión”, al punto de mandar ángeles que, ante el titubeo e indecisión, de Lot lo tienen que tomar de la mano y sacarlo antes de la destrucción venidera. Este es un bonito cuadro del extremo al que Dios está dispuesto a ir para completar Su obra en Sus hijos. Al encontrarnos en la perdición y en el titubeo ante las cosas que sabemos están mal, pero que nos gustan, el Señor viene a nuestro rescate, y aun en medio de nuestro vaivén y vacilar, nos toma de la mano y nos dirige a un lugar seguro. Piensa en esto y encuentra tu descanso en Él.
