“Alabaré a Jehová conforme a su justicia, y cantaré al nombre de Jehová el Altísimo”, Salmo 7:17 RVR1960.
El libro de los Salmos refleja la gama de emociones que experimentamos al vivir en un mundo caído. De manera especial en el salmo 7, vemos a David pidiendo vindicación en una situación inesperada e injusta a sus ojos. Sin embargo, también vemos que él está abierto a la posibilidad de que él mismo pudo haber traído esto sobre sus propios hombros.
Quizá esta experiencia es el resultado de sus propias acciones (vs. 3-5), las cuales muchas veces no vemos en nosotros mismos y para otros es evidente. Por eso es bueno examinar no solo las situaciones en las que nos vemos diariamente, para tratar de responder a ellas de la mejor manera posible y para la gloria de Dios, sino también examinar estas en relación a las dinámicas de nuestro propio corazón.
En este caso, David se presenta ante el Señor y espera. Espera y considera. Espera y escucha. Espera y busca discernir lo que Dios le revela a través de su Espíritu.
Esto es lo que significa la palabra Selah, la cual vemos después de estos versículos. Aparece también en otros de los salmos como una invitación a hacer una pausa y considerar. Parece ser una notación musical que busca un efecto en nosotros.
En contextos de celebración y alegría, y nos invita a profundizar en nuestra alabanza y adoración para considerar lo que las verdades que cantamos significan. En otros contextos, como en este caso, nos invita a considerar nuestro corazón y ver qué es lo que pesa más en el momento y ante nuestras circunstancias, como David oró en otro salmo: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno” (Sal. 139:23-24 RV60).
Después de esta pausa para pedir a Dios que examine su corazón, David pide por una intervención divina a su favor. Esta petición es realizada con una fe que no se basa en su propia justicia, ya que este proceso siempre será utilizado por Dios para que su Espíritu revele áreas de incredulidad en nuestros corazones y nos guíe a descansar en la justicia perfecta de Cristo, ahora acreditada a nuestro favor. Dios también usa estos tiempos para llevarnos a pedirle que, en su soberanía y perfecto plan, haga su obra en nuestras vidas.
Las buenas noticias para ti y para mí son que, gracias a la obra de Cristo en la cruz, podemos hacer una pausa y considerar su obra en medio de nuestras circunstancias. Esto nos lleva a vivir seguros y confiados de que podemos depender gozosamente de Él.
Piensa en esto y encuentra tu descanso en Él.